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CENTRO DE INVESTIGACIÓN DE LOS ANDES

ASÍ COMES, ASÍ ENVEJECES

laverdad.es - El miembro fundador de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria, el doctor Javier Morán Rey, impartió recientemente la conferencia 'Alimentos Funcionales. Entre la ciencia y el mercado', enmarcada en el tercer ciclo de conferencias 'ConcienciaT', organizado por la Universidad Católica San Antonio. El ponente realizó un recorrido histórico por la evolución de los alimentos funcionales y disertó sobre las causas que llevan a las sociedades a consumir este tipo de productos, elaborados a conciencia para mejorar la salud y reducir el riesgo de contraer diversas enfermedades.
Del concepto clásico de la alimentación nutricional estamos evolucionando hacia la personalización de la nutrición, según las conclusiones de la charla. «Además, hemos pasado de pensar en el envejecimiento al control del envejecimiento», aseguró Javier Morán. El conferenciante añadió que «cada vez es mayor el porcentaje de la sociedad que asume que nos alimentamos no sólo para sobrevivir sino también para mejorar nuestra salud». Morán mostró a los asistentes cuáles son los nuevos paradigmas de la alimentación. «A lo largo de la historia hemos pasado de pensar en la calidad de las proteínas a la calidad nutricional, y ahora ya en el siglo XXI, nos centramos en la salud. Todos aspiramos a estar sanos», aseguró.
Sobre los nuevos modelos de alimentación, el ponente destacó que cada vez se avanza más hacia la nutrición personalizada, lo que conlleva que los consumidores busquen con más frecuencia este tipo de nutrición. «La razón más importante del consumo de alimentos funcionales se basa en estar sano, pero el consumidor también tiene en cuenta conceptos como el retardo del envejecimiento», ratificó.
Morán recalcó que, pese a las propiedades de los alimentos funcionales, éstos por si solos no van a ser capaces de reducir factores de riesgo, por lo que deben ir acompañados de otros cambios, como una dieta saludable. «Al consumidor le preocupan principalmente, la grasa, la sal y los azúcares a la hora de mantener una alimentación saludable» aseguró el doctor, que recordó que la primera causa de mortalidad en España son los problemas cardiovasculares. Durante la ponencia, Morán aludió a la situación de Japón, donde desde los años setenta se comercializan producto funcionales que han permitido constatar que a mayor consumo entre la población, menor es el gasto sanitario. Además, Javier Morán hizo referencia a diversos estudios que demuestran que el aporte de Omega 3, reduce los triglicéridos y aumenta el HDL, «por lo que reduce todas las causas de mortalidad, lo que ha llevado a incentivar el aumento de este compuesto», aseguró.
Preocupaciones
Según varios estudios recabados por Morán, las principales preocupaciones de la gente son el peso, el cáncer y la diabetes. La salud, el placer y la conveniencia son la base que hace que un alimento sea consumido, afirmó el ponente, que además añadió que «los primeros alimentos funcionales que aparecieron en el mercado no satisfacían al consumidor, sobre todo por su sabor». Bajo su punto de vista, «el consumidor ha pasado de preguntar qué me vendes, a preguntarse qué compro». Javier Morán destacó que, pese a la crisis, la gente sigue consumiendo alimentos funcionales, «lo que ha cambiado es que, ante esta circunstancia, el consumidor busca alimentos funcionales cuyos efectos puedan ser percibidos en un periodo breve de tiempo».
El conferenciante también aclaró que la regulación de los alimentos funcionales en España se hace desde una base Europea que asienta los reglamentos teniendo en consideración qué contiene el producto, y cuáles son sus beneficios. «El reglamento nos dice que si un alimento no cumple un perfil nutricional, no puede llevar el perfil de propiedades nutricionales», recalcó. También dedicó un punto de su ponencia a los menores. «La mayoría de productos específicos para niños que se presentan a regulación no son aprobados, en su mayoría, porque no han sido comprobados directamente en éstos», aseveró.
Para el ponente, los alimentos funcionales cada vez se aproximan más a los complementos, y para ello puso como ejemplo la disminución del tamaño de éstos. Javier Morán resaltó el papel de la ciencia en este campo. «Si detrás de un alimento funcional no hay ciencia, los profesionales no lo van a recomendar -y matizó que- aunque según las estadísticas la información llega al consumidor principalmente por los medios de comunicación, la credibilidad es mucho mayor a través de los profesionales».

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