El sushi

"Sushi"

Los japoneses tienen una ventaja natural al comer sushi, afirman los científicos.

Su flora intestinal ha evolucionado gracias a los genes de bacterias que se encuentran en algunas especies de algas marinas que se usan para envolver el tradicional plato. De este modo, pueden digerir mejor el alimento.

Según los expertos, esas bacterias aún no han sido encontradas en otras nacionalidades.

El hallazgo fue publicado por la revista científica Nature.

Según el especialista en temas científicos de la BBC, Matt McGrath, el alga marina que generalmente envuelve al sushi juega un importante papel en la dieta en Japón y se estima que cada ciudadano consume unos 14 gramos diarios.

Alga tradicional

Un equipo de expertos encabezado por Jan-Hendrik Hehemann, de laUniversidad de Pierre y Marie Curie (UPMC) de París (Francia), estudió el alga roja conocida como Porphyra.

Entre los diferentes tipos de Porphyrase encuentra la tradicional alga marina nori, que es utilizada cruda para envolver los rollos de sushi.

Ésta es una de las variedades más consumidas. La Porphyraalberga un familia de bacterias marinas que liberan una enzima que permite absorber los carbohidratos de las algas.

El equipo identificó y aisló esa enzima, a la que bautizó como porphyranasa. Ésta digiere o descompone las fuertes paredes de cada célula del alga, lo que le permite a la bacteria alimentarse.

Seguidamente, compararon el genoma de las comunidades de bacterias que viven en los intestinos de 18 estadounidenses y de 13 japoneses.

Los investigadores franceses encontraron que los genes que ayudan a crear porphyranasa se encuentran en otro microorganismo que habita los intestinos de los japoneses.

Según los científicos, se trata de un claro ejemplo de la evolución darwiniana en acción.

Los expertos hallaron que las bacterias de los intestinos de los japoneses que adquirieron los genes de los microorganismos marinos mostraban una mayor capacidad de supervivencia, ya que eran capaces de digerir más cantidades de la alga marina cruda que la que estaban comiendo sus huéspedes.

Las bacterias intestinales presentes en los estadounidenses carecían de los mismos genes específicos, explicaron los científicos.

Evolución darwiniana

Una de las principales autoras del artículo, la doctora Mirjam Czjzek, dijo que la tradición de comer algas marinas ha jugado un papel importante en el cruce genético.

Czjzek explicó que la ingestión fue "la ruta más probable" de las bacterias marinas al intestino humano, a través de la preparación del sushi japonés.

"El sushi es el alimento en el que se utiliza Porphyria", afirmó. Y cuando se prepara tradicionalmente, las algas son consumidas crudas.

Porphyra leucosticta

"Porphyra leucosticta"

Según Czjzek, estos genes de algas podrían ser beneficiosos al permitir a sus huéspedes humanos extraer nutrientes de material vegetal, que de otro modo no serían capaces de digerir.

De acuerdo con los científicos, estos hallazgos demuestran que los alimentos y su forma de preparación tienen el potencial de influir en la flora de nuestros intestinos.

El profesor Justin Sonnenburg, un microbiólogo de la Universidad de Stanford en California (Estados Unidos), escribió un artículo que acompaña la investigación del equipo de laUniversidad de Pierre y Marie Curie.

Para Sonnenburg, el estudio demostró lo importante que es para las bacterias en el intestino humano adaptarse a un ambiente cambiante y a nuestra dieta.

"Los viajes internacionales y el comercio están proporcionando un acceso inigualable a diferentes comidas y quizás a microorganismos distintos que albergan nuevos genes", agregó.

"Así que la próxima vez que dé un bocado a un alimento que no le sea familiar, piense en las bacterias que también estará ingiriendo, así como la posibilidad de que le proporcione a uno de sus diez billones de amigos cercanos un nuevo conjunto de utensilios digestivos".