Calóricos, ricos y nutritivos

Calóricos, ricos y nutritivos

El frío húmedo sumado a las casas y oficinas calefaccionadas, los pies helados, el estrés, una alimentación monótona y poco variada junto a una inadecuada hidratación pueden disminuir las defensas contra las infecciones, tornándote vulnerable a contraer cualquier virus que ande rondando. La buena noticia es que puedes  hacer algo para prevenir esta situación. 

Cuando el clima se va volviendo cada vez más fresco se comienzan a consumir menos alimentos de verano como ensaladas y frutas frescas y pasamos a ingerir platos más calóricos. La “dieta de invierno” se caracteriza por sus comidas nutritivas y calientes, priorizando los alimentos cocidos. Es esencial el consumo adecuado de proteínas magras (carnes, pescados, mariscos, huevos, carne de caza) y de aceites de alta calidad como el que encontramos en las semillas, frutas secas, aguacate y aceites vegetales. Se pueden consumir platos a base de cereales integrales o legumbres con el agregado de nueces y semillas, pucheros, sopas con cereales, guisos  de verduras, etc. Los mejores cereales son los integrales o los que se encuentran mínimamente procesados. Cocínalos en agua lentamente con especias y agrégales un poco de aceite. Mijo, maíz, centeno, arroz, cebada y avena son ejemplos de estos.

Semillero nutritivo

Las semillas son un excelente alimento para incorporar en los meses fríos por su riqueza en aceites esenciales. Cuando estas se consumen trituradas o aplastadas en el mortero, liberan los aceites esenciales aromáticos, otorgándoles un sabor extraordinario y diferente a tus comidas. Prueba  incorporar semillas de hinojo, cardamomo, comino, cilantro, mostaza, anís, sésamo o ajonjolí, apio o zapallo a tus platos. El aceite de sésamo, de sabor extraordinario, es excelente para cocinar, así como también lo es el aceite de girasol, de sabor más neutro. Es recomendable que incluyas fuentes de omega 3 diariamente (ácidos grasos esenciales que aumentan la inmunidad) como semillas de lino, de chía y los pescados grasos o azules.

A su vez, la naturaleza regala en invierno verduras como las zanahorias, puerro, calabaza y zapallo, remolacha, chauchas, brócoli, repollo, y coliflor, siendo todos ellos nutritivos y fuentes de vitaminas, minerales y fitonutrientes esenciales para  mantener y cuidar de tu salud. También contamos con frutas como las cítricas, tales como la naranja, mandarina o el pomelo, que son ricas en vitamina C, así como la manzana y el aguacate o palta.

Para estar sano durante el invierno debes seguir los siguientes consejos:

- Mantente hidratada: los ambientes calefaccionados hacen que las membranas mucosas se sequen, lo que significa que se pierde efectividad para  proteger contra los virus y bacterias. La deshidratación pueden provocar cansancio y es común confundir la sed por el hambre, provocando un consumo extra de calorías llevando al aumento de peso. Se recomienda consumir  8 vasos grandes de agua al día como mínimo.

- Se activa: El ejercitarse al aire libre es bueno para la circulación, mejora el sistema inmune y el humor y a la vez ayuda a mantener un peso saludable durante los meses invernales. 

- Cuidado con las bebidas muy calóricas como el chocolate caliente, los capuchinos o el café con crema. Prefiere el té o las infusiones a base de hierbas o con sabor a frutas.

- No comas en exceso: es común que en invierno se coma demás y que sumado a la vida sedentaria se agregan algunos kilos. Para evitar comer en exceso, comienza las comidas principales con sopas con semillas o salvado de avena.

- Vence el cansancio: consume 5 porciones entre frutas y verduras al día; estas son bajas en calorías pero están repletas de minerales, vitaminas y antioxidantes que ayudan a mantener el peso y la salud. Las verduras, frutas y los cereales integrales son ideales para aumentar la resistencia a las infecciones.

Con el termómetro en descenso, es fácil recurrir a alimentos más tentadores como chocolates, pastas con crema y platos sumamente calóricos. Pero aprovecha. El invierno es el momento ideal para usar tu imaginación creando ricos platos, saludables y nutritivos para evitar el aumento de peso.