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CENTRO DE INVESTIGACIÓN DE LOS ANDES

EL ESTRÉS ENVEJECE

 

Los chinos también incluyen como otra fuente de estrés las radiaciones electromagnéticas, a las que cada día más, estamos más expuestos.

Para explicarlo de manera sencilla, cuando el proceso de estrés comienza se liberan desde el cerebro dos sustancias, la adrenalina y la adrenocorticotrofina (ACTH), las que se dirigen hacia las glándulas suprarrenales, dos órganos que se encuentran sobre nuestros riñones y son las encargadas de producir las hormonas sexuales femeninas y masculinas y, además producen el cortisol, la hormona que regula el estrés.

La materia prima para que la glándula suprarrenal produzca las hormonas sexuales y el cortisol es el colesterol. Y, como todo sale del colesterol, cuando hay estrés, el cerebro dirige la orden para que se produzca mayor cantidad de cortisol y por esta razón se disminuye la producción de hormonas sexuales. Esta es una de las razones por las que, muchas veces observamos que hombres y mujeres estresados no tienen deseo sexual.

La medicina Biomolecular tiene todas las herramientas para realizar tratamientos contra el estrés y revertir estos procesos desde el cerebro hasta la última célula de nuestro organismo dado que es bioquímica médica aplicada.

La visión Biomolecular del envejecimiento se focaliza en el estrés, entendido como una alteración de la bioquímica del sistema nervioso, en el que lo primero que ocurre es la falta de serotonina y luego, de todo el aparato hormonal.

El estrés es la interrupción del equilibrio del cuerpo y entre los factores más frecuentes que lo generan figuran los malos hábitos como excederse en las comidas, saltearse comidas, hacer ejercicios extenuantes, sedentarismo, tomar estimulantes, tener una visión negativa de la vida atada a pensamientos del pasado. Ya que, si bien la vida se comprende mirando el pasado, se vive mirando el futuro.

La serotonina es el neurotransmisor que nivela el humor, es precursor de la melatonina y colabora en el control del dolor central. Sus valores tienen mucho que ver con el estado de ánimo, por lo que el aumento de serotonina en los circuitos nerviosos produce una sensación de bienestar y relajación. Además, regula la temperatura corporal, el sueño, la agresividad, la sexualidad y el apetito.

Opiniones médicas estiman que esta hormona aparece como respuesta y causa ante problemas alimentarios, de autoestima, bienestar general, ansiedad, depresión, problemas sexuales, inconvenientes cognitivos y perceptivos.

La serotonina interviene en dos funciones fundamentales: el humor y el control de impulsos. Por lo tanto, poseer buenos niveles de la misma confiere bienestar emocional.

Los médicos saben que la mayoría de los pacientes, pese a que consulten por acidez, dolores de cabeza, insomnio, depresión, hipertensión, sobrepeso u obesidad, colesterol alto, dolores articulares y hasta diabetes, el motivo de la consulta es estrés, aunque no lo sepan.

Ocurre que, en el fondo, el estrés estuvo trabajando en el cuerpo de esa persona y desde su hiperexitabilidad cerebral, lo fue descompensando.

Los profesionales de la medicina Biomolecular nos enfocamos en este tema para avisar a los pacientes que no accedan a tomar psicofármacos a las apuradas. Es muy importante que antes de tomar los ansiolíticos y/o los antidepresivos que hay en el mercado traten de reordenar la bioquímica cerebral por medio de sustancias que le den los elementos propios al cerebro y se reorganice por sí mismo. Así, la “mala química”, que se traduciría en “mala sangre”, no llegará al cuerpo.

Si nos sentimos cansados, no dormimos bien, no rendimos en el estudio o en el trabajo y/o deporte, será elemental ver qué es lo que lleva a esa situación y, en la búsqueda de ayuda, pensar que es posible revertir el proceso por medio de sustancias propias del cerebro, que si bien se agota como toda máquina, se le debe dar la oportunidad de regenerarse por sí mismo.

El cerebro, igual que cualquier órgano, si es reemplazado en alguna función, en esa parte se atrofia. Como se atrofian los músculos luego de tener un yeso. Pero si se lo alimenta, se le da el descanso merecido y se lo estimula a actuar por su cuenta, entonces no dependerá de nada por el resto de sus días.

En ese sentido, con el estudio de la Medicina Biomolecular se llegó a la conclusión de que los procesos internos bioquímicos de un gran estrés agudo y duradero, son iguales a los procesos que ocurren en el envejecimiento natural

Es asombroso el paralelismo que hay entre un proceso y otro. En forma resumida, hay un deterioro hormonal que conduce lentamente a muchas alteraciones propias del envejecimiento natural. Estas alteraciones hormonales también se relacionan con una mayor pérdida de células neuronales, aunque la persona tenga 25, 30 o 35 años. El cerebro es muy sensible a los cambios bioquímicos y, dependiendo de los hábitos de vida y del manejo del estrés, se pueden perder entre 10 mil y 100 mil neuronas por día, ¡que no se pueden recuperar!

Es importante tener en cuenta que, además, el aumento del cortisol es tremendamente nocivo y cuando aumenta (cosa que ocurre en el estrés), disminuyen las hormonas sexuales.

Otras acciones negativas del cortisol elevado sobre el cuerpo

1- Aumento de la grasa abdominal
2- Disminución de la masa muscular
3- Disminución de la masa ósea
4- Aumento del apetito
5- Acidez estomacal
6- Disminución de la serotonina cerebral
7- Disminución de las defensas
8- Aumenta la coagulación de la sangre, esto es muy peligroso porque junto con la adrenalina aumentada puede conducir a infartos cardíacos o cerebrales en personas jóvenes

La medicina Biomolecular tiene todas las herramientas para revertir estos procesos desde el cerebro hasta la última célula de nuestro organismo dado que es bioquímica médica aplicada.

Tenemos que buscar ayuda cuando estamos bajo un momento de gran estrés para detener este proceso lo más rápidamente posible. Por: doctora María Alejandra Rodríguez Zía (MN 70787)

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