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CENTRO DE INVESTIGACIÓN DE LOS ANDES

TESOROS FAMILIARES 3

Breve reseña de Juanita Tudor, que nos cuenta en su diario que la dote de su abuela de 50,000 monedas de oro, con el propósito de adquirir una propiedad en España fue embarcada en 1804 en el navío Nuestra Señora de las Mercedes...

...Dama de alto y reconocido abolengo, era doña Juanita Tudor, de ojos rasgados y almibarado color, cintura de avispa, cuerpo de tentación y los hoyos en las mejillas más profundos de la región.

Habitaba la princesa en una casa de tres patios, florida y perfumada, de la calle Buenos Aires – en pleno corazón de Sucre – y era solícitamente servida por un tropel armonioso y bullanguero de esclavos, en el mejor de los estilos de la más exquisita alcurnia criolla.

Rondaban su casa muchos apuestos galanes, codiciosos de su fresca hermosura, y Juanita, se las arreglaba para contentarlos a todos con sólo un especial guiño, pícaro y tentador, que era lo máximo en coquetería en esos tiempos del verso, el buñuelo, el miriñaque y la tradición.

Pero no era precisamente ningún galán, el que tenía el privilegio de disfrutar más tiempo la compañía de la codiciada entre las codiciadas, de la resplandeciente Juanita. El afortunado personaje era de chocolate y canela, un joven embetunado y fino esclavo africano.

José Manuel, estaba encargado de peinar diariamente la larga, espesa y rubia cabellera de Juanita. La ceremonia era cuidadosamente preparada y se fue volviendo un rito, desde el desplegar ese manto de oro, separar cuidadosamente cada una de las ensortijadas hebras, bañarlas con mimos y acariciarlas suavemente con los mil ritmos diferentes de un extraño y mágico cepillo nacarado.

Colocar en su sien, la flor mas colorida y perfumada del vergel, era el fin del rito y la firma del mensaje diario y silencioso que José Manuel enviaba al mundo:

¡ No existe ninguna flor más bonita que mi amita!

¡ Mi inmaculada y celestial niña Juanita!...

El tesoro del buque "Nuestra Señora de las Mercedes", naufragado en 1804 y hallado en 2007 por la empresa estadounidense Odyssey, regresa este viernes a España, en dos aviones Hércules más pesados de lo previsto, tras una larga disputa judicial.

"En total fueron 49.000 libras (más de 23 toneladas), muchas más de las 17 toneladas pensadas en un principio, porque la primera cantidad que comunicó la empresa se ve que no era la correcta", dijo a la AFP Miguel Morer, jefe de prensa del Ministerio de Defensa español desde Tampa (centro de Florida).

El jueves en la noche el botín hallado en el pecio del buque, que España disputó durante cinco años en los tribunales estadounidenses, "se terminó de cargar sobre las 21H00 locales (01H00 GMT del viernes)", dijo el portavoz español.

"En este momento todo el tesoro y otros objetos de valor están cargados en los dos aviones Hércules para emprender el viaje a España", precisó Morer desde la base militar aérea estadounidense MacDill, en Tampa.

El vuelo con las 595.000 monedas de oro y plata, además de "algunas imágenes religiosas y cofres", contempla una escala técnica de al menos una hora en una base en Nueva Jersey (este de Estados Unidos) y luego en Canadá, desde donde finalmente los Hércules volarán hacia la base militar de Torrejón, cerca de Madrid.

La hora aproximada de la llegada del tesoro a España es el mediodía del sábado, dijo la misma fuente.

"Todo esto está en muy mal estado de conservación porque ha pasado los últimos 208 años sumergidos y todavía está sumergido precisamente para preservarlo", indicó Morer al explicar que aún no saben con precisión qué otras piezas integran el tesoro que viaja en empaques "sumergidos con agua marina y un líquido especial para que no se deterioren".

El viernes pasado, el juez federal Mark Pizzo de la corte de Tampa ordenó la entrega del tesoro a España por parte de la empresa de exploración submarina Odyssey y negó el reclamo de la compañía a España de reembolsar 412.814 dólares por el almacenaje y conservación del tesoro.

De esta forma se puso fin a una batalla legal por este tesoro valorado en más de 500 millones de dólares que enfrentó a España con Odyssey durante cinco años, en los cuales tribunales en Washington, Atlanta (Georgia, sureste) y Tampa finalmente fallaron a favor de España.

La embajada peruana en Washington anunció sin embargo un último recurso, con escasas posibilidades, ante la Corte Suprema estadounidense y a pesar de que el pecio ya había salido del país.

Para Perú el tesoro fue acuñado en su territorio, por lo que es peruano.

"Es cierto que las cosas no pintan favorablemente para nuestro país pero vamos de todas maneras hasta las últimas consecuencias porque queremos sentar jurisprudencia", dijo en rueda de prensa el embajador Harold Forsyth.

El botín del "Nuestra Señora de las Mercedes", hallado frente a las costas de Portugal en mayo de 2007, es el mayor tesoro submarino jamás encontrado en la historia.

La justicia estadounidense consideró desde un principio que el botín descubierto por Odyssey y repatriado sin avisar a ninguna autoridad española en su momento, estaba bajo inmunidad soberana española, por lo que ni siquiera aceptó los recursos peruanos.

Para Odyssey este caso afectará la herencia cultural española, según indicó la compañía en un comunicado la semana pasada.

"Tristemente creemos que este caso, a la larga, tendrá un profundo efecto negativo sobre la herencia cultural subacuática española", dijo en un comunicado Melinda MacConnel, vicepresidenta de Odyssey.

Para MacConnell, "es triste" que España no haya considerado el "alto costo del almacenaje y conservación de las monedas" y que esta acción de la justicia terminará repercutiendo "en el futuro en que nadie estará incentivado para informar de hallazgos" bajo el agua.

"Cualquier cosa hallada que tenga un potencial interés para España será escondida o, lo que es incluso peor, fundida o vendida en eBay", afirmó la empresa de Tampa.

 

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