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CENTRO DE INVESTIGACIÓN DE LOS ANDES

05 AUSTRIA

GASTRONOMÍA CHECA

La comida checa es el singular resultado de la influencia de varias culturas que han pasado por el territorio del actual país. En un pasado más antiguo, el origen celta y eslavo del pueblo checo imprimió en ella su carácter peculiar.

En las épocas de los emperadores Carlos IV (s. XIV) y Rodolfo II (s. XVI-XVII), el territorio checo se convirtió en uno de los centros más importantes de la política y de la cultura europea, lo que, sin duda, ejercería también gran influencia en la comida checa.

Debido a su posición geográfica en el centro de Europa y gracias al carácter tradicional checo, tierra de buenos artesanos e investigadores, la cocina checa se hizo famosa por su buena calidad. Todas las influencias del Sur y del Norte, del Este y del Oeste, unidas a la creatividad de la gente local, dieron como resultado una cocina única.

Gran parte de la gastronomía checa de hoy en día proviene del Imperio Austro - Húngaro, al que Chequia perteneció durante dos siglos (hasta 1918). Muchas de las tradiciones culinarias datan concretamente de la época del emperador Francisco José I, quien gobernó durante casi tres cuartos de siglo. Cuentan que el emperador, en su vejez, tenía dificultades para dormir. Se levantaba con el canto del gallo, y ponía en pié a todos sus siervos, que comenzaban a primera hora del día su trabajo en palacio, o en los campos del emperador. Como consecuencia, los checos se servían un copioso desayuno, al que seguía un tentempié a las diez de la manana, y una comida a mediodía. Esta tradición aún se conserva como parte de los hábitos alimenticios en gran parte de Chequia. Otra remembranza de la monarquía Austro-Húngara es uno de los platos favoritos del país, escalope con ensalada de patata, y la salsa picante húngara, o gulas.

En la actualidad existen diversos platos tradicionales relacionados con importantes fiestas que se celebran en la República Checa: las tostadas cruzadas (mazance) de Semana Santa, los huevos de Pascua, los filetes de carpa de Nochebuena, acompanados de ensalada de patatas, o el plato llamado Kuba, también de Navidad, procedente de la Vieja Bohemia.

Otra celebración tradicional es la matanza del cerdo (domácí zabíjacka), un evento que ha sobrevivido predominantemente en pequenos pueblos y zonas rurales. Se trata de una celebración familiar, que tiene lugar a finales del invierno. Tras la matanza se preparan numerosas delicias que van desde una sopa especial, un gulas, ovar (varios tipos de cerdo cocido) hasta bandujo (tlacenka), longanizas (jaternice) y morcillas (jelitka).

Actualmente perviven numerosas celebraciones gastronómicas en los pueblos y regiones de Chequia, incluyendo Masopust ("Carnaval") y varias fiestas y ferias rurales (detalladas más adelante). En cada una de ellas se pueden probar las especialidades de la región, siendo muy famosas las tartas caseras de la región de Moravia (las finas tartas de Valaquía llamadas frgály) y las tartas de la zona de Chodsko, en la región de Bohemia del Sur, artesanalmente decoradas.

Pato Relleno, especialidad checa

Muchas de estas celebraciones, como las vendimias, las ferias del vino y las fiestas de la cerveza, cuentan con largos anos de antigüedad, y revisten una gran importancia, acompanando las degustaciones de productos tradicionales con representaciones callejeras, atracciones de feria, conciertos y fuegos artificiales... que convierten estos lugares, por unos días, en auténticos espectáculos visuales.

GASTRONOMIA DE AUSTRIA



Para "saborear" Austria, nada mejor que su excelente cocina, su familiar hospitalidad y, cómo no, sus exquisitos dulces que la han dado fama internacional.

El origen de la cocina austríaca está basado en una larga tradición y una mezcla de especialidades europeas.

 
Platos típicos: „Escalope a la vienesa“ (Wiener Schnitzel), el „Tafelspitz“ (carne de buey hervida), y la „Trucha a la molinera“ (Forelle nach Müllerin Art), el „Kaiserschmarrn“ (un plato dulce), los „Palatschinken“ (Creps), el
 
 
„Apfelstrudel“ (Pastel de manzana) y la tarta de chocolate „Sacher“ son la mejor propaganda de la cocina vienesa.

La Oficina de Turismo de Viena edita una propia guía “Compras, Comer & Beber” que ofrece una selección de sus mejores restaurantes, bares, cafés, tiendas, Heurigens y discotecas.

Existen, además, una serie de especialidades regionales, como por ejemplo los „Salzburger Nockerl“ (soufflé de claras de huevos), o el „Tiroler Gröstl“(patatas con jamón frito) hasta llegar a los más refinados inventos de la Nouvelle Cuisine. El horario oficial de restaurantes es: el desayuno se sirve a partir de las 7:00 hasta las 10:00. Los almuerzos a partir de las 12:00 hasta las 14:00 y las cenas a partir de las 18:00 hasta las 22:00/23:00 horas.

Otra manera encantadora de conocer bien las costumbres gastronómicas austríacas es la visita de un „Heurigen“. Son pequeños locales rústicos situados en los bosques de Viena y en la misma Viena, que sobre todo durante la época de primavera y verano invitan a tomar un vaso de vino de cosecha jóven „Heurigen“ acompañándolo con unos platos típicos como las ensaladas de patatas, de tomate, embutidos austríacos, patés, pasteles de requesón y manzana. En muchas ocasiones unos músicos tocan música tradicional vienesa.
 
En Estiria se llaman „Buschenschank“. Viena es la única capital del mundo con viticultura propia de unos 700 hectáreas de viñedos que se ubican dentro del muncipio de la capital austríaca.

En los „cafés“, se desarrolla una gran parte de la vida social, política e intelectual austríaca. Un café con leche se llama „Melange“, el cortado es el „kleiner Brauner“, el „Espresso“ sale de la maquina italiana. Las grandes cafeterías son al mismo tiempo pastelerías, que se llaman „Konditorei“.

Para saciar el apetito momentáneo, recomendamos probar una salchicha en uno de Los „Würstelstand“(quioscos), que ofrecen el clásico „Frankfurter“, „Käsekrainer“o „Bratwurst“ con mostaza y siempre con un panecillo y una cerveza bien fría.