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CENTRO DE INVESTIGACIÓN DE LOS ANDES

07 HISTORIA - HOTELES

EL HOTEL MAS ALTO DEL MUNDO

Abu Dabi (EFE). La cadena hotelera internacional JW Marriot inauguró oficialmente hoy en el emirato de Dubái el hotel más alto del mundo, con una altura de 335 metros, 72 plantas y 1.608 habitaciones.

Con el nombre JW Marriott Marquis Dubai y un diseño inspirado en una rama de palmera, el hotel fue presentado en una fastuosa ceremonia por el presidente de la compañía, Ceo Arne Sorenson.

El hotel, cuya propiedad pertenece a Emirates Airline Group y es el número 59 de la lujosa cadena hotelera, fue reconocido el año pasado por el Guinness de los Récords como el más alto del mundo.

El edificio, superado en 26 metros por el célebre rascacielos Empire State de Nueva York, consta de dos torres gemelas construidas sobre una superficie de 221.000 metros cuadrados.

La apertura al público se efectuará en dos fases, la primera el próximo diciembre con una capacidad de 804 habitaciones y varios restaurantes y salones.

JW Marriott posee 59 hoteles en 23 países, con un total de 24.803 habitaciones, y espera aumentar esta cifra a 79 en 28 países antes de principios de 2015.

HOTEL AMERICAN COLONY - JERUSALEN

efe.com

El hotel American Colony: testigo de un siglo de intrigas en Oriente Próximo

Jerusalén, 29 nov (EFE).- Desde hace más de un siglo el Hotel American Colony ha sido testigo de las intrigas de la guerra y la paz en Oriente Próximo y hoy en día es aún refugio de diplomáticos, periodistas, políticos palestinos e israelíes, y espías.

El hotel American Colony: testigo de un siglo de intrigas en Oriente Próximo

El hotel American Colony: testigo de un siglo de intrigas en Oriente Próximo

Jerusalén, 29 nov (EFE).- Desde hace más de un siglo el Hotel American Colony ha sido testigo de las intrigas de la guerra y la paz en Oriente Próximo y hoy en día es aún refugio de diplomáticos, periodistas, políticos palestinos e israelíes, y espías.

Construido en piedra y situado en el Este de Jerusalén, a un centenar de metros de la "línea verde", que divide la parte palestina e israelí de la ciudad, el hotel es parada obligatoria de turistas de lujo, dignatarios internacionales, corresponsales extranjeros, mediadores y, casi casi, de todo aquel involucrado de alguna manera en el eterno conflicto entre israelíes y árabes.

"El hotel American Colony es una entidad especial en Jerusalén, el único lugar en el que israelíes y palestinos pueden reunirse y sentirse muy libres y cómodos", explica a Efe el suizo Paolo Fetz, gerente del hotel, que recuerda que "aquí, en la habitación 16, se negociaron los acuerdos pre Oslo".

En el patio central, el sonido del agua de la fuente se mezcla con los murmullos de conversaciones en un ambiente de paz y reposo. No sorprende ver a importantes dirigentes palestinos departiendo discretamente en el bello patio de piedra blanca y cuidada vegetación, en los salones o jardines del hotel, seguros de que en este lugar nadie les va a abordar para hacerles preguntas incómodas.

El hotel ha hospedado a personajes como Lawrence de Arabia (T. E. Lawrence), el general Allenby -que lideró las tropas británicas en la región en la Primera Guerra Mundial-, la oscarizada actriz sueca Ingrid Bergman, la no menos bella Lauren Bacall o el seductor de "Prety Woman", Richard Gere.

El novelista francés Dominique Lapierre escribió parte del best seller "¡Oh Jerusalem!" en las habitaciones de este hotel, que han acogido también a líderes de la política como el artífice de la ’perestroika’ Mijaíl Gorbachov, el ex secretario general de la ONU Kofi Annan, y el ex presidente del gobierno español José María Aznar, que se sigue quedándose aquí cuando visita la ciudad.

Al ser preguntado por los visitantes más discretos, Fetz contesta con una sonrisa enigmática: "Se ha escrito muchas veces que el American Colony es un lugar adonde vienen espías. Sólo puedo decir que a menudo hay aquí encuentros no oficiales".

Una planta del hotel es hoy la base de operaciones de Tony Blair, representante del Cuarteto internacional para la Paz en Oriente Medio, que intenta acercar posturas entre israelíes y palestinos para poner fin al conflicto y dar a luz un estado palestino independiente.

Pero, sin lugar a dudas, los huéspedes más fieles al Colony son los periodistas internacionales que tratan de contar al mundo lo que ocurre en este revuelto confín.

En las épocas en que la situación se vuelve mas violenta, como durante las dos ’intifadas’ o la operación militar israelí Plomo Fundido en Gaza de diciembre de 2008, gran parte de las 86 habitaciones del hotel y, sobre todo, su jardín, patio y restaurantes, se convierten en lo más parecido a la redacción de un diario o una sala de prensa.

Decenas de corresponsales van y vienen con sus cámaras, portátiles, chalecos antibalas y teléfonos satélite, comentando en corrillos la ultimísima actualidad y debatiendo los titulares que llenarán los diarios del día siguiente.

Al caer la noche, el punto de encuentro de casi todos ellos es la oscura cueva en que se sitúa el bar; un lugar que destila la magia de Oriente y recuerda tiempos añejos.

Fezt opina que una de las claves para que el American Colony sea un símbolo es "que sigue siendo propiedad de la misma familia desde hace 120 años".

El edificio fue adquirido a finales del siglo XIX por los Spafford, que llegaron a Jerusalén con un grupo de cristianos evangélicos americanos tras abandonar sus hogares para esperar el retorno del mesías en Tierra Santa.

La conocida entonces como "colonia americana" compró el edificio construido por el pachá otomano Rabah Amin el Huseini, que residió allí con su harén de cuatro esposas.

A lo largo de las incontables guerras que asolaron la región, la colonia americana atendió a víctimas de uno y otro lado y se cuenta que el gobernador turco de Jerusalén rindió la ciudad al general Allenby en 1917 con una sábana blanca procedente del hospital en que se había convertido el actual hotel.

Los recios muros del Colony, que soportaron 21 bombardeos durante la contienda de 1948 entre el recién nacido Israel y los países árabes, siguen hoy en pie demostrando día a día con su imponente presencia que es posible construir un espacio de convivencia en Oriente Próximo.

HOTEL NACIONAL DE CUBA

Por Raquel Martori/ EFE Reportajes

Hotel Nacional de Cuba: 80 años de seducción

El Hotel Nacional de Cuba, monumental edificio con aires de alcázar enclavado frente a la bahía de La Habana, cumple 80 años de seductora historia donde se mezclan la política, el arte, la cultura y hasta la mafia.

Monumental edificio enclavado sobre una pequeña colina frente a la bahía. Foto: EFE

Monumental edificio enclavado sobre una pequeña colina frente a la bahía. Foto: EFE

Su avanzada edad no le impide seguir atrayendo a miles de visitantes de todo el mundo, fascinados por su leyenda.

Políticos, estrellas y directores de cine, músicos, hombres de negocios y plácidos turistas han pernoctado en las habitaciones del lujoso hotel insignia de Cuba, que fue inaugurado a bombo y platillo el 30 de diciembre de 1930.

Declarado Monumento Nacional el 13 de junio de 1998, este majestuoso hotel ha cobijado a lo largo de su historia a personalidades como el primer ministro británico Winston Churchill (1874-1965), el multimillonario estadounidense Nelson Rockefeller, la emperatriz Soraya o el duque de Windsor, entre otros muchos.

Pero es el mundo del cine, la música y la cultura el que ha alimentado el "glamour" del Nacional, que se jacta de haber tenido entre sus clientes a figuras como los escritores Gabriel García Márquez o Jean Paul Sartre, las actrices Rita Hayworth y María Félix, y clásicos galanes de la gran pantalla como Marlon Brando, Errol Flynn, Gary Cooper, Robert de Niro o Robert Redford. Todos ellos son una pequeña muestra de una larguísima lista de ilustres huéspedes del Hotel Nacional.

Todavía hoy sus habitaciones ofrecen descanso a los destacados personajes que visitan la isla. Entre sus clientes famosos más recientes figuran varios presidentes americanos como Rafael Correa (Ecuador), Evo Morales (Bolivia) o Cristina Fernández (Argentina), conocidos músicos como Juanes y Miguel Bosé, importantes cineastas y actores como Oliver Stone, Benicio del Toro, Sean Penn, y estrellas del deporte como Diego Armando Maradona, según destacó el gerente general del hotel, Antonio Martínez, en entrevista con Efe.

El mundo de la moda internacional de las ultimas ocho décadas también ha sucumbido a los encantos del Nacional por el que han pasado modistos como Pierre Cardin, Giorgio Armani o Paco Rabanne y modelos como las inglesas Naomi Campbell o Kate Moss.

La interminable lista de personalidades se mezcla con los miles de turistas que acuden al Hotel: según su administración entre 2.000 y 3.000 personas lo visitan a diario para disfrutar de sus restaurantes, salas de reuniones, el llamado "Salón de la Fama", su cabaret "Parisien” o simplemente para disfrutar de un mojito en sus jardines mientras se contemplan espectaculares puestas de sol sobre el Malecón habanero.

Sólo el año pasado, en 2009, unos 60.000 turistas extranjeros, principalmente de Reino Unido, España y Francia, durmieron cerca de 200.000 noches en el famoso hotel de la capital cubana.

LA MAFIA, UN RECUERDO IMBORRABLE

Antes del triunfo en 1959 de la revolución encabezada por Fidel Castro, algunos de los más asiduos visitantes del Nacional eran destacados líderes de la mafia estadounidense que controlaban los casinos de juego de varios hoteles de La Habana.

Meyer Lanski, Santos Trafficante, Lucky Luciano, Amadero Barletta y George Ralft (también actor) fueron algunos de sus clientes. Todavía se recuerda que, en los años cuarenta, el entonces salón "Aguiar", actualmente un lujoso restaurante, fue utilizado para una reunión de mafiosos convocados por Luciano.

Actualmente, muchos turistas están dispuestos a pagar unos 450 dólares por noche para alojarse en las habitaciones 211, 212, 213 y una "suite" especial donde pernoctaron aquellos gánsteres y donde se conservan muebles de diseño original de la época.

Tal es la atracción de la huella de la mafia entre los visitantes del hotel que a sus empleados ya no les alteran la sustracciones del "collage" de fotos de gánsteres con la que se adorna esa planta y que se debe reponer con frecuencia, según refieren la historiadora de la instalación, Estela Rivas, y la responsable del Piso Ejecutivo, Yamila Fúster.

JOYA ARQUITECTÓNICA

El Nacional es un edificio de ocho plantas, con estructura en forma de H y una arquitectura de estilo ecléctico combinado con elementos diversos como art-decó y el gótico francés. Desde sus habitaciones y jardines se divisa una espléndida vista del océano y del castillo colonial los Tres Reyes del Morro, a la entrada de la bahía de La Habana.

Su diseño fue encargado al gabinete de arquitectos McKim Mead and White de Nueva York y su construcción a la compañía Purdy Henderson.

Mármoles cubanos o piedras de la localidad habanera de Jaimanitas cubren suelos y espacios del Nacional mezclados con tejas de barro, mosaicos importados de Sevilla y maderas preciosas como cedro y caoba. En los techos de salones y galerías, de estilo renacentista, destacan frisos y motivos florales.

En las salas de reuniones y algunas de sus habitaciones más elitistas como el denominado "Apartamento de la República" abundan los muebles de estilo inglés, adornos de cerámicas mayólicas, lámparas art-noveau, porcelanas francesas de Sèvres, óleos de pintores cubanos de las primeras décadas del siglo pasado como Domingo Ramos y Juan Gil García y estatuas de mármol de Carrara.

PREMIOS Y PATRIMONIO

Por varios años consecutivos hasta el 2009 ha recibido el Trade World Award, considerado el premio oscar de la hostelería, y en una ocasión resultó elegido "el mejor del mundo", refiere con orgullo el gerente Martínez, quien asegura que la "eficiencia", el estándar de "máximo nivel" de calidad en el servicio avalan los regresos y la alta ocupación del hotel más famoso de Cuba.

En 1996, recibió en París el Trofeo de Oro Europa a la Calidad, que le entregó el Club Office de España, y ahora aspira a obtener la condición de "Memoria del mundo" que otorga la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la ciencia y la cultura (UNESCO).

"Nuestro hotel -que siempre ha sido propiedad del estado cubano- ha podido documentar y conservar su historia en cada lugar, sin cambiar su estructura original, no se ha hecho ninguna modificación, sólo restauraciones y siempre tratar de mejorar el confort", resalta Martínez.

Repartidos en algunas de sus 442 habitaciones, salones, jardines y amplios espacios, hay unas 100 obras patrimoniales entre fotos, esculturas, pinturas, relojes antiguos y hasta cañones de la época colonial española como un "Krupp" alemán" y un asturiano "Ordóñez", resto de una batería de quince que fue colocada en 1895 en los terrenos donde luego se construyó el hotel.

Uno de ellos, un "supercañón" de unos diez metros de largo y 48 toneladas de peso formó parte de la artillería española del regimiento Santa Clara, destinada a proteger la ciudad de ataques desde el mar y llegó a disparar a la flota de Estados Unidos que rodeó la isla durante la guerra hispano-cubano-norteamericana de 1898.

HISTORIA, ANÉCDOTAS Y LEYENDA

Leyendas y anécdotas se entrelazan a lo largo de estos 80 años de la historia atesorada por "El Nacional".

Así, se recuerda cómo el actor cómico del cine mudo Buster Keaton hizo su entrada con una falsa cojera y sorprendió al chico que llevó sus maletas cuando se colgó como una bandera de la ventana de una habitación del sexto piso.

O el sonado escándalo que protagonizó la bailarina francesa Josephine Baker (1906-1975) -conocida en el mundo del espectáculo como la "Platanitos"- quien había hecho su reserva y al llegar se topó con la norma que el hotel tenía vigente antes de 1959 de no admitir a negros entre sus huéspedes.

Por una circunstancia similar pasó el cantante estadounidense Nat King Cole (1919-1965), cuando fue contratado para actuar en el cabaret Tropicana en 1951. No obstante, en ambos casos la actual gerencia del hotel ha invitado a sus descendientes para "desagraviar" los actos de discriminación que sufrieron sus padres.

Otro suceso de la memoria histórica del Hotel es la ocupación del inmueble en 1933 por un grupo de oficiales que se declararon en rebeldía "por razones aristocráticas" contra el sargento Fulgencio Batista, quien en 1952 daría un golpe de Estado para imponer una dictadura derrocada siete años después por Fidel Castro.

Los militares sublevados convirtieron el hotel en una pintoresca trinchera que fue atacada a cañonazos por dos fragatas y la artillería desde la fortaleza colonial de La Cabaña y terminaron con la rendición y en algunos casos ametrallados en los propios jardines que, tras el episodio, fueron sometidos a una minuciosa remodelación.

Y precisamente en los jardines del Nacional la cueva "Taganana" también fue testigo de otro capítulo histórico cuando en 1962 Cuba protagonizó la denominada "Crisis de los misiles", que puso al mundo al borde una conflagración nuclear.

Allí se conservan los refugios subterráneos construidos a lo largo de unos 200 metros. En un espacio denominado el "búnker de la crisis" se encuentra un pequeño museo que reúne un grupo de fotos originales que resumen en orden cronológico ese momento. Seguramente uno de los rincones de leyenda más visitados en el Nacional es el "Pozo de los deseos". De acuerdo a la tradición quien coloca su mano en el brocal y deja caer una moneda puede pedir un deseo: hay quien asegura que lo ha visto cumplido

LA HISTORIA DEL HOTEL RITZ

Madrid

Ritz, testigo de una historia

La Infanta Elena inaugura hoy la exposición sobre el centenario del hotel, una crónica ligada a la Familia Real que también ha contado ABC

 
Si las paredes del Ritz hablaran tendríamos tertulia para rato. Pero tranquilos porque todo, o casi todo, está escrito. Los cien años que acaba de cumplir este exquisito «hotel-palacio» le hacen merecedor de ser testigo único y de excepción del último siglo de la vida madrileña y, por extensión, de España, porque muchos de los grandes episodios de la historia reciente han transcurrido ahí dentro.
 
Lo mejor es que muchos de ellos se han contado, y visto, a través de las páginas de ABC, otro centenario cada vez más joven y vital. Bodas, banquetes, actos de caridad, recepciones reales y sociales, ágapes, reuniones políticas o económicas, o el simple hecho de la hora del té entre la burguesía capitalina, son imágenes que contó ABC y que ocurrieron en el Ritz.
 
El hotel, inaugurado por Alfonso XIII el 2 de octubre de 1910, no sólo fue concebido por un Rey —con su boda, seis años antes, se dio cuenta que Madrid necesitaba establecimientos hoteleros de calidad y exquisited—, sino que su trayectoria ha estado ligada siempre a la realeza. Hasta hoy. De hecho, la Infanta Doña Elena inaugura, esta tarde, la Exposición Retrospectiva del Centenario. Sus Majestades los Reyes Don Juan Carlos y Doña Sofía han honrado al Ritz con su presencia participando en banquetes oficiales o, simplemente, visitando a miembros de otras Casas Reales que se alojaron en el hotel. Es, por ejemplo, el caso de la visita privada que realizaron el Príncipe de Gales y la Princesa Diana durante el año 1987.
 
Por las suites del hotel también pasaron el Príncipe Rainiero de Mónaco y la Princesa Grace, que celebraron su luna de miel aquí y volvieron después en varias ocasiones. En una reciente visita privada que su hijo, el Príncipe Alberto, ha hecho a Madrid, el Ritz le dio la misma habitación en la que se alojaron sus padres. Se lo dijeron al final, cuando se iba, algo que él agradeció enormemente.
 
Anécdotas legendarias
Curiosa fue, en 1915, la visita del Maharajá de Kapurthala y su mujer, la joven bailarina española Anita Delgado. El público español estaba fascinado por aquella historia de amor entre una sencilla mujer española y un príncipe hindú. Lo cierto es que el Maharajá se enamoró de la bailarina, de 15 años, al venir a Madrid con motivo de la boda de Alfonso XIII, en 1906.
 
Como «peculiar» recuerdan en el Ritz la estancia del Emperador de Etiopía Haile Selassie «a quien no siempre era fácil satisfacer». Verán por qué. Las normas de su país obligaban a que nadie podía abandonar su presencia dándole la espalda. Por ello, los empleados del hotel se chocaron en alguna ocasión cuando abandonaban las estancias de Selassie andando hacia atrás. Tampoco se le podía mirar directamente a los ojos y, por descontado, tener el mínimo contacto físico, lo cual daba muchos problemas a la gobernanta del hotel que tenía que coserle las medallas en sus trajes oficiales.
 
Iniciales bordadas
 
El Ritz fue uno de los hoteles con más realeza por metro cuadrado en la boda del Príncipe Felipe y la Princesa Letizia. Más de 24 delegaciones oficiales se alojaron aquí, entre ellas las casas reales de Suecia, Noruega, Dinamarca, Reino Unido, Marruecos, los Príncipes de Mónaco, el Emperador de Japón...
 
La elegancia y la discreción de este hotel —que en los dramáticos años de la Guerra civil fue hospital militar—, le llevó, también, a albergar, en septiembre de 1979, al líder palestino Yaser Arafat quien dio su primera conferencia de prensa en el «Salón de Lecturas». También tuvo como huéspedes a muchos de los participantes de la Conferencia de Paz de Oriente Medio, en noviembre de 1991.
 
En el Ritz se han alojado tantos hombres y mujeres ilustres, que cualquier ejercicio de memoria resulta pequeño. El listado de nombres que recoge el Libro de Oro del hotel es interminable. Políticos como George Bush, Tony Blair, Bill Clinton, Margaret Thatcher, Mijail Gorbachov, Eva Peron, Jaques Chirac, Kofi Annan, Vladimir Putin...; actores como Laurence Olivier, Ava Gardner, Richard Gere, Zsa Zsa Gabor, Julia Roberts, Henry Fonda, James Stewart,Dustin Hoffman, Michelle Pfeiffer, Orson Welles, Catherine Deneuve, Sofia Loren, Mónica Bellucci...; músicos y cantantes como Herbert von Karajan, Plácido Domingo, Julio Iglesias, Frank Sinatra, Sting, Arthur Rubinstein, Paul McCartney...
 
Todo en el Ritz es exclusivo. Tapices, antigüedades, cristales y relojes, nobles metales, cerámicas orientales así como ropa de cama y mesa a base del mejor hilo. En los baños, productos de «Acqua di Parma». En las suites, un paraguas con el nombre del hotel, cepillos y calzador de piel; albornoz y zapatillas bordadas a mano con el escudo del local. Cuando se trata de un cliente asiduo, ese albornoz también lleva sus iniciales.

LA SUITE MÁS CARA DEL MUNDO

La suite más cara del mundo

¿Quién pagaría 42.000 euros (65.000 dólares) por una noche de hotel? Ese es el precio de la más lujosa "suite" de Europa, conocida por ser la más grande del continente y... la más cara del mundo. Se encuentra en la ciudad suiza de Ginebra.

.(Explendida habitación con vistas al lago. Foto: EFE)

Michael Jackson, Michael Douglas, Céline Dion o Matt Damon son algunas de las estrellas que han dormido en la Royal Penthouse Suite del hotel President Wilson, un establecimiento de cinco estrellas situado en la rada de Ginebra, a orillas del Lago Leman, que se encuentra entre los preferidos de los ricos y poderosos que viajan a la ciudad suiza.

Pero ¿qué tiene la famosa suite para que famosos, reyes y presidentes no duden en pagar ese precio inalcanzable para el común de los mortales?.

Para empezar, espacio: con una superficie de 1.680 metros cuadrados, la "suite" Penthouse ocupa toda la octava y última planta del hotel, desde donde se abarca una vista inigualable de todo el lago Leman y de los Alpes suizos.

Además, lujo y refinamiento, una decoración suntuosa y un extraordinario confort capaz de contentar a los más sibaritas.

En realidad, la suite es algo más que un lujoso apartamento de vacaciones: con tres dormitorios principales, siete cuartos de baño, un comedor para 30 comensales, un salón de 240 metros cuadrados, ascensor privado y terraza igualmente privada sobre el lago, los huéspedes no se limitan, en la mayor parte de los casos, a pasar una noche.

.(La suite es algo más que un lujoso apartamento de vacaciones, como se puede apreciar. Foto: EFE)

Largas estancias

"Las estancias habituales en esta suite van desde una noche a dos meses y medio", afirma Fabienne Newhart, directora de relaciones con la clientela.

Un ejemplo de esa larga estancia lo constituyen los miembros de la Familia Real saudí quienes suelen pasar aquí "un par de meses alojados porque esta es su residencia secundaria", afirma Newhart.

El rey saudí no es el único miembro de la realeza que ha disfrutado de estos "soberanos" aposentos, que también han visto pasar al rey y la reina de Jordania, a los reyes de Marruecos, al jeque Jalifa bin Zayed al Sultan de los Emiratos Árabes Unidos, al rey de Bahrein o al más cercano Príncipe Alberto de Mónaco.

Políticos como el presidente Bill Clinton, su vicepresidente Al Gore o el presidente de la Unión Soviética Mijail Gorbachov también han vivido en este lujo, si no asiático, sí ginebrino.

Pero si las estancias más largas no suelen superar los dos meses y medio, Newhart recuerda un caso excepcional: el de Gulnara Karímova, la "hijísima" del presidente de Uzbekistán, Islam Karímiov, quien permaneció seis meses en el suntuoso alojamiento.

"Madame Karímova permaneció en esta suite seis meses porque estaba haciendo reparaciones en su residencia de Cologny (localidad cercana a Ginebra y a orillas del lago donde residen muchos millonarios)", recuerda, con naturalidad pasmosa, la responsable del hotel.

Y es que la hija mayor del presidente vitalicio de Uzbekistán, y su más conocida imagen en el exterior, reside entre España, donde es embajadora de su país, y Suiza, donde también representa a la república ex soviética ante la ONU en Ginebra, además de ser igualmente embajadora en Francia. ¿Tendrá el don de la ubicuidad?.

La extraordinaria suite cuenta, entre sus siete cuartos de baño, con uno propio de "Las mil y una noches": mármol y arabescos, un "hammam" privado, jacuzzi, televisión y espectaculares vistas sobre el lago y el Mont Blanc de nieves eternas.

.(Siete cuartos de baño forman parte de este lujoso apartamento. Foto: EFE)

Y entre las últimas novedades introducidas al inmenso alojamiento se cuenta una sala de "fitness" equipada con todos los aparatos necesarios para practicar deporte sin salir.

El gran piano de cola del salón ha sentido sobre sus teclas los dedos de Michael Jackson, quien, como recuerdan en el hotel, "organizó una velada privada en la suite para un grupo de amigos" durante su estancia en la ciudad.

Pero no todo es lujo y "glamour" en este reducto de exclusividad a orillas del lago, en alguna ocasión, el escándalo ha llamado a sus puertas.

No es ningún secreto que en este establecimiento hotelero se alojaba -como en años anteriores- uno de los hijos del líder libio, Hanibal Gadafi, acompañado por su esposa embarazada, en el verano de 2008, cuando fue acusado de maltrato por dos de sus empleados domésticos y conducido a comisaría.

La breve detención de Hanibal Gadafi, durante 24 horas, causó una grave crisis diplomática entre Suiza y Libia, que apenas empieza a resolverse tras la liberación, el 13 de junio, de un ejecutivo suizo retenido en Trípoli desde entonces.

"Nosotros no tuvimos nada que ver con la acusación. No fuimos nosotros quienes llamamos a la policía", aseguran los responsables de relaciones públicas del hotel, en un intento de desvincularse del caso.

Pero los Gadafi no se alojaban en la suntuosa suite Penthouse, sino en una más discreta, la "Junior", cuya tarifa asciende a 2.500 euros (3.166 dólares) la noche.

Un precio que, en fin de semana, puede reducirse hasta los 1.180 euros (1.480 dólares) para promover una mayor ocupación del hotel, dado que la ciudad de Ginebra, enfocada en congresos, negocios y organismos internacionales, todavía no es fácil de vender como destino de ocio.

.(Michael Jackson, Michael Douglas, Céline Dion o Matt Damon son algunas de las estrellas que han dormido en la Royal Penthouse Suite del hotel President Wilson. Foto: EFE)

POSADAS EN FRANCIA

HISTORIA DE LOS HOTELES Y RESTAURANTES

AÑO 797. Existen en Francia, una cadena de Postas, especialmente acondicionadas para los mensajeros y también para los viajeros, se realiza el cambio y refresco de caballos y se ofrece descanso y comida caliente.

Son las épocas de Carlos I el Grande, conocido por la historia como Carlomagno (742-814) – Expandió y unifico los diferentes reinos francos hasta transformarlos en un Imperio, muy grande, incorporó una buena parte de Europa, especialmente la parte Occidental y Central. Conquisto el territorio italiano y logro ser coronado como Imperator Augustus por el Papa León III el 25 de diciembre del año 800 en Roma.

De esta manera iniciaba la sucesión del Imperio Bizantino y era de hecho el protector de la cristiandad, por supuesto con el reclamo airado de los gobernantes de Constantinopla, El litigio duro hasta el año 812 cuando se firmo un tratado entre los dos dignatarios y de nuevo se reconoció universalmente la existencia de dos emperadores en Europa, uno de Oriente y otro en Occidente.

Para lo que se llamo el brillo Carolingio, se necesitaban caminos y posadas para facilitar las bases de lo que sería la Europa Occidental en la Edad Media y también se escribía un nuevo capitulo en la historia de los hoteles y restaurantes.

LOS TAMBOS

Historia de los Hoteles - Instituto de los Andes

AÑO 1200 - Los incas denominaba tambo, tanto a los albergues como a los almacenes que se repartían en los múltiples caminos, cada 20 o 30 kilómetros (una jornada de camino a pie). Podía servir para albergar a emisarios (chasqui), gobernadores o incluso al Inca, cuando éste recorría de punta a punta su territorio. No se tienen noticias de que hayan albergado también a hombres comunes y corrientes, pero creemos que es lógica esta practica.

Además de albergar y alimentar a los dignatarios, es sabido que los tambos eran centros de acopio de alimentos, lana, leña u otros materiales básicos para la supervivencia. De este modo, en épocas de penurias climáticas o desastres naturales, los tambos alimentaban y proveían de algunos materiales para la supervivencia a las aldeas más cercanas de la región.

En el Imperio Inca, la agricultura era el objetivo principal a fin de asegurar el bienestar general de la población que nunca sufrió de penurias alimenticias.

Los Cronistas españoles, mencionan a los Tambos con palabras de admiración por su buena organización y administración, se cree que existieron antes de la época imperial de los Incas, hay cierta evidencia en la civilización Wari y la Chimú.

El Imperio Inca estuvo comunicado por muchos caminos principales y secundarios, que unieron de manera eficaz los pueblos del antiguo Perú. El diseño de estos caminos (de más de 30,000 kilómetros) fue de gran calidad y profesionalismo, a pesar de las grandes dificultades geográficas. El Cusco fue el centro de esta red vial y en él confluyeron la mayor parte de los caminos, pues la capital de los incas era el ombligo del mundo y todo debía partir y culminar en ella. jaimeariansen@hotmail.com

PRIMEROS HOTELES EN EL TÁMESIS

HISTORIA DE LOS HOTELES – INSTITUTO DE LOS ANDES

1183 – Existen indicios, que en este año, a orillas del río Támesis establecimientos ofrecían asado, pescado frito, aves y vino a los viajeros.

Es el río emblemático de Inglaterra, conecta Londres con el mar, tiene una longitud de 396 kilómetros y forma parte importante de la historia del Imperio Británico.

Fue la primera carretera entre Londres y Westminster.

El Támesis nace en el condado de Glouestershire, pasa por Oxford, Eton y Londres para desembocar en el Mar del Norte.

Los Docklands, son los muelles de Londres, fue siempre un lugar lleno de astilleros y almacenes, que actualmente han sido convertidos en hoteles, restaurantes y museos.

En South Bank, la orilla sur, se pueden encontrar los principales pubs históricos.

Es un río navegable que ha sido clave en el crecimiento y desarrollo de la ciudad Londres, desde la época de los romanos hasta nuestros días.

El famosos Puente de Londres, cruza el río entre Londres y Southwark, fue durante cientos de  años el único puente que cruzaba el Támesis en la capital inglesa.

El primer puente sobre el Támesis en esta zona de Londres fue construido por los romanos en el lugar actual alrededor del año 46 d. C. y estaba hecho de madera.