Helado de dulce de leche. Foto gentileza: Chungo
Se lo conoce como cajeta en México; como arequipe o manjar blanco en Colombia; y como dulce de leche en Argentina. Cada país cuenta con un dulce de leche local, con algún ingrediente especial que lo diferencia de los demás. Así como esta delicia varía en sus formas, sus orígenes y anécdotas también son diversas. Acá te contamos la historia que goza de mayor popularidad: la argentina.
Con sello argentino
Corría el año 1829 en una de las estancias del caudillo argentino, el General Rosas, en la localidad de Cañuelas provincia de Buenos Aires, Argentina, en las cercanías de la Capital Federal. Fue allí donde se reunieron el “Restaurador de las leyes” Juan Manuel de Rosas y uno de sus mayores enemigos y primo hermano, el general Juan Lavalle para discutir el llamado “Pacto de Cañuelas”. Tras el largo viaje Lavalle se recostó en un catre para descansar y reponerse de la fatiga. Mientras tanto, la cocinera de Rosas se olvidaba de haber puesto a calentar la tradicional lechada, la cual consistía en una bebida de leche y azúcar. Cuando Lavalle despertó y Rosas pidió que le cebaran -acción de cebar mate, con bombilla y un recipiente como una taza- el mate de leche o lechada, la cocinera descubrió horrorizada que su lechada, que había descuidado, se había convertido en un dulce espeso y de color castaño, acaramelado y brillante. Asustada por lo ocurrido fue corriendo a enseñarle a Rosas lo que había ocurrido. Y él al probarlo quedó extasiado con su sabor y así lo bautizó “dulce criollo”.
Hoy, podemos encontrar en el Museo Histórico Nacional, en Argentina, el manuscrito de Juan Manuel de Rosas sobre el origen de este inigualable dulce que es un verdadero icono nacional. Casi 100 años después es que se comienza a llamar por su nombre actual, dulce de leche, cuando es llevado a Washington a la Primera Exposición de Lechería de la región. Lo cierto es que el dulce de leche está presente endulzando la niñez de cada hogar sudamericano en las más variadas recetas culinarias.
Dulce curiosidad
Mediante una encuesta realizada en 2010 entre los visitantes de la web de la Asociación Fabricantes Artesanales de Helados y Afines (AFADHYA) en Argentina, se buscó indagar cuál era el sabor del helado del Bicentenario –en alusión al festejo que este país celebra en este año-. Sorprendentemente más de la mitad de los encuestados identificó al sabor de dulce de leche como el que mejor representa a todos los argentinos.
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