En la cultura china del té, los tés oolong semioxidados se agrupan colectivamente como qīngchá «té claro». El oolong tiene un sabor más parecido al té verde que al negro: no tiene el aroma dulce y rosáceo del té negro ni las fuertes notas herbales que caracterizan al té verde. Suele cocerse de forma que quede fuerte, dejando el amargor un regusto dulce. Diversas variedades de oolong, incluyendo las producidas en el monte Wuyi del norte de Fujian y en las montañas del centro de Taiwán, están entre los tés chinos más famosos.
Las hojas de té oolong se procesan de dos formas diferentes. Algunas variedades se enrollan en hojas largas y curvas, mientras otras se prensan a formas parecidas a bolas, de forma similar al Gunpowder. El primer método es el más antiguo.
El té Oolong, también conocido como “El champagne de los tés” es una variedad que está entre el té verde y el té negro.
El nombre Oolong proviene del chino wu-lung, que significa “dragón negro”. Aunque originariamente es un té proveniente de China, hoy en día prácticamente todo nos llega de Taiwan.
Hubo un tiempo en el que las plantaciones de India y Ceylán quisieron competir con los taiwaneses en la producción de esta variedad pero pronto se convencieron de que eran el clima y la tierra de Taiwan los responsables de darle a este té su particular carácter. La hoja de té Oolong está prácticamente sin manipular, por eso su delicadeza innata queda prácticamente intacta.
La hoja del té se deja marchitar durante cuatro o cinco horas a la sombre hasta que empieza a cambiar de color. Entonces se echa a una sartén a fuego muy alto durante unos diez minutos e inmediatamente se enrolla. Se deja fermentar unas doce horas más antes de ser empaquetado.
Entre las caracterísicas más destacables del té oolong son que es un té semi fermentado de color marrón verdoso con un gusto fuerte entre amargo y dulce.
Hay tres explicaciones ampliamente aceptadas sobre el origen del nombre chino. Según la teoría del «té de tributo», el té oolong era un descendiente directo del té Xi Zhi Hao (pastel de té dragón-fénix), al que reemplazó cuando el té suelto se puso de moda. Como era oscuro, largo y curvo, fue llamado té de dragón negro.
Según la teoría «Wuyi», el té oolong surgió primero en el monte Wuyi, como evidencian poemas de la dinastía Qing como la Canción del Té Wuyi (Wuyi Chage) y el Cuento del Té (Chashuo). Se decía que el oolong fue bautizado por la parte del monte donde se producía originalmente.
Según la teoría «Anxi», el oolong tenía su origen en la planta de té oolong de Anxi. Un hombre llamado Sulong, Wulong o Wuliang la descubrió.
Otra historia habla de un hombre llamado Wu Liang (más tarde corrompido a Wu Long, u Oolong) que descubrió el té oolong por accidente cuando fue distraído por un ciervo tras un duro día de recolección, y para cuando se acordó de él el té ya había empezado a oxidarse.
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