GASTRONOMIA INTELIGENTE 23
45 - La cebolla colorada es fantástica para las ensaladas veraniegas y no sólo porque sabe deliciosa. Si sufres de fiebre del heno o miliaria, la cebolla colorada tiene que ser un ingrediente fundamental de tu dieta de verano. Contiene altos niveles de queracetina, un antihistamínico natural que calma las reacciones adversas.
46 – Las temperaturas más cálidas dificultan la conservación de la comida fresca, especialmente de la carne mientras espera su turno para la barbacoa. Los índices de intoxicación de alimentos llegan a su punto máximo durante el verano, por eso, comer yogur bio u orgánico te va a llenar de bacterias amigables y, en consecuencia, a reducir el riesgo de intoxicación.
47 – El brócoli contiene el antioxidante sulforafano, que protege al cuerpo del cáncer, las enfermedades cardíacas, la diabetes y la osteoporosis. El brócoli también está lleno de vitamina A y C, hierro, calcio y fibra.
48 – El berro - Cuando transpiramos, el hierro que tenemos en el cuerpo merma y nos deja vulnerables a la fatiga. El berro es una rica fuente de hierro así que no te olvides de ponerlo en grandes cantidades en tus ensaladas veraniegas. Para los amantes de la jardinería, también es muy fácil de cultivar en casa.
49 - La parrillada no tiene por qué ser poco saludable. Cambiar las hamburguesas y los perros calientes por un pollo y mariscos ricos en proteínas y verduras grilladas reduce el contenido de grasa y calorías de gran manera. Pero si quieren mantenerte tradicional, ten en cuenta que las salchichas y otras carnes quemadas aumentan el riesgo de cáncer así que cúbrelas con marinadas o adobos hechos con especias, aceite de oliva y cítricos, que se cree tienen cualidades anticancerígenos.
50 – Durante el verano, es esencial mantener los niveles de líquido altos para reemplazar lo que se pierde con la transpiración. Las frutas frescas de verano, como las bayas y el melón, no sólo están llenas de vitaminas y minerales sino que además están compuestas principalmente de agua, cualidad que las convierte en el desayuno veraniego casi perfecto.
51 – El espárrago es rico en ácido fólico, que mejora la salud cardiovascular, y en potasio, que aumenta los niveles de energía. Esta verdura también contiene inulina, otro compuesto que se cree promueve la aparición de bacterias buenas en el intestino.
52 – La Menta - Si el clima cálido te recalienta, entonces, cambia el té o café habitual por té de menta o, mejor aún, té de menta fresca. Es sabido que ayuda a la digestión pero, más importante, tiene un efecto refrescante en el cuerpo que te ayuda a mantenerte aliviada cuando el sol brilla. La menta también es fantástica en ensaladas o espolvoreada sobre platos de carne o pescado.
53 – Plátanos - ¿Dónde estaríamos sin el plátano? Un alimento casi perfecto, el plátano no sólo te quita el antojo de algo dulce (recuerda que la dieta de verano tiene que enseñarte hábitos que duren todo el año), sino que también es una de las mejores fuentes de potasio, que, según los expertos, ayuda a regular la pérdida de líquido cuando transpiramos.
54 – Arvejas: Mientras que las arvejas o guisantes congelados siguen siendo súper saludables, hay pocas cosas más placenteras del verano que comprarlos frescos, todavía en su vaina y pelarlos tú mismo para cocinarlos. Las arvejas o guisantes contienen vitamina K, que es buena para los huesos, ácido fólico y vitamina B6, que contribuyen a la buena salud del corazón, y finalmente, hierro y vitamina B, que ayudan a vencer la fatiga. ¡Qué lo disfrutes!
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