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Esto es así porque el consumo excesivo de sal contribuye a la hipertensión, enfermedades cardiovasculares, accidente encefálico, insuficiencia renal y obesidad.
El consumo excesivo de sal, aunado a factores como la edad, ingesta de grasas, falta de actividad física y el hábito de fumar, incrementa el riesgo de enfermedades cardiovasculares, informó Mario Henry Rodríguez, director del Instituto Nacional de Salud Pública.
Durante un reciente Seminario especializado (Reducción de Consumo de Sodio en las Américas) del grupo de expertos de la Organización Panamericana de la Salud, se explicó que "los latinoamericanos comemos el doble de la cantidad de sal permitida por la Organización Mundial de la Salud que es 5 gramos al día".
PROBLEMA CULTURAL
El consumo excesivo es una situación que se tiene que afrontar como un problema cultural, pero es necesario quitar el salero de la mesa y aprender a sentir los sabores sin la pizca de sal que produce placer.
Agregó que el Acuerdo Nacional para la Salud Alimentaria, señala entre sus principales objetivos evitar la cantidad de sodio que incluyen los alimentos y reducir su consumo.
En su intervención, Branca Legetic, Especialista en Salud Pública y Asesora de la OPS/OMS, dijo que este organismo internacional señala que la región de las Américas está en un proceso de transición epidemiológica, demográfica y nutricional, aunado a ello hay una epidemia de enfermedades crónicas no transmisibles, entre ellas las cardiovasculares que en nuestra región afectan la productividad económica de los países.
FACTOR DE RIESGO
Además, el consumo de sal es un factor de riesgo porque puede contribuir a la hipertensión, enfermedades cardiovasculares, accidente encefálico, insuficiencia renal y obesidad.
Por ello, es necesario que exista una estrategia que combine una campaña mediática para aumentar el conocimiento en las poblaciones sobre el tema y contar con la regulación de contenido de sal en los productos de consumo.
Con dicha estrategia en 10 años se podrían prevenir 8.5 millones de muertes en el mundo, principalmente causadas por enfermedades cardiovasculares.
Agregó que este es un problema de salud pública, ya que las personas no están consientes de la sal que están consumiendo en los diferentes alimentos y de los efectos adversos en su salud, y añadió que los niños son los más vulnerables a esta situación.
Debido a esto, la Organización Mundial de la Salud, junto con la Organización Panamericana de la Salud OMS/OPS, reunieron a un grupo de expertos con el fin de conseguir, mediante el trabajo conjunto, una Declaración de Política Integral que apoye el descenso gradual y sostenido del consumo de sal alimenticia, cumpliendo las recomendaciones internacionales, así como el objetivo de que en el año 2020 el consumo de sodio por persona sea menor a 5 gramos por día.
EPIDEMIOLOGIA
En la región de las Américas, entre la quinta y tercera parte de los adultos sufre hipertensión, y después de los 80 años, más del 90% es hipertensa. A medida que el consumo de sal alimenticia se incrementa, aumenta la presión sanguínea.
Las dietas modernas típicas proveen cantidades excesivas de sal, desde las consumidas en la niñez temprana hasta la adultez, incluso en muchas poblaciones la mayor cantidad proviene de las comidas de fácil preparación, pre-cocidas, incluido el pan, procesadas y cereales para desayuno.
Finalmente, el documento señala que el consumo de sal se debe reducir sin comprometer los esfuerzos fortificantes de los micronutrientes. (Fuente: Dirección General de Comunicación Social. Secretaría de Salud de México).
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