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CENTRO DE INVESTIGACIÓN DE LOS ANDES

19 NUTRICIÓN

LOS 50 MEJORES CONSEJOS SOBRE NUTRICION

1 Controla la cantidad de sal en tus comidas. Sustitúyela por hierbas aromáticas, limón o especias que aporten un toque de sabor a tus platillos.

2 Realiza entre cuatro y cinco comidas al día. De esta forma, estarás comiendo menos cantidad de alimentos, pero aumentarás la frecuencia de ingestión, lo cual mejorará la eficiencia del metabolismo y evitará que aparezca el hambre.

3 Consume un mínimo de cinco raciones de frutas y verduras por día. Aportan vitaminas, minerales, agua y fibra, además de que contienen pocas calorías, grasas, sodio y nada de colesterol. El reparto ideal consiste en tres piezas de fruta y dos raciones de verdura.

4 Cocina siempre con aceite de oliva, mejorará tu salud cardiovascular.

5 No salgas sin desayunar. Quince minutos son más que suficientes. Recargarás tu organismo de energía para afrontar el día de la mejor manera física y psicológica. Un desayuno completo debe estar compuesto por lácteos, cereales y fruta.

6 No te obsesiones con las calorías que debes consumir. Cada individuo tiene necesidades propias. Si la báscula no se mueve, es porque estás tomando las que necesitas.

7 Come pescado azul (arenque, atún) dos o tres veces a la semana. Es rico en ácidos grasos Omega- 3, nutrientes esenciales que tu organismo requiere, pero que no genera por sí mismo.

8 Los lácteos deben estar presentes en nuestra alimentación diaria, pues son una excelente fuente de nutrientes: proteínas, calcio y vitaminas (A, D, B12 y ácido fólico). El calcio es un mineral esencial para prevenir la osteoporosis y mantener fuerte la estructura ósea y los dientes. Por ello, los expertos recomiendan la ingesta diaria de entre dos y cuatro raciones de alimentos lácteos.

9 Las legumbres (alubias, lentejas, garbanzos, etcétera) son una de las principales fuentes de hidratos de carbono y proteínas de origen vegetal. También cuentan con un bajo nivel de grasa. Lo recomendable es consumir, al menos, dos o tres raciones por semana.

10 Según la Organización Mundial de la Salud, las grasas deben cubrir entre 30% y 35% de nuestras necesidades energéticas diarias. Sin embargo, las grasas saturadas no deberían suponer más de 7% de dicha aportación.

11 No guardes en tu casa alimentos tentadores. Te evitarás problemas graves.

12 Si te dan ganas, puedes darte el lujo de comer un helado una vez a la semana, siempre y cuando este no contenga más de 300 calorías. La hora de la cena es el mejor momento para la degustación.

13 Reserva los pasteles para ocasiones especiales. Y, aun así, cómelos con moderación.

14 Los hidratos de carbono deben proporcionar alrededor de 50% del aporte energético diario. ¿Dónde encontrarlos? En la pasta, el arroz o el pan. Siempre es preferible tomar estos alimentos en su variante integral debido a su mayor contenido en fibra. También puedes encontrar este tipo de nutrientes tanto en las papas como en las legumbres.

15 Las proteínas tienen que suministrar entre 10% y 15% de las calorías totales necesarias. Combina las de origen animal y vegetal.

16 El hierro es un nutriente esencial. Para que no te falte, come una vez a la semana carnes rojas, mariscos o paté. Si eres vegetariano, opta por legumbres, cereales o frutos secos y combínalos con un postre a base de naranja, kiwi, fresas o toronja, pues la vitamina C ayuda a absorber mejor el hierro.

17 Las verduras asadas (berenjena, pimiento, espárragos, etcétera) o al horno son una excelente alternativa, tanto para primer plato como para guarnición del segundo.

18 La práctica del ejercicio físico activa nuestro metabolismo y genera la producción de radicales libres. Combate esta reacción tomando alimentos ricos en vitaminas antioxidantes, como frutas, verduras, hortalizas y frutos secos.

19 Un buen plan de alimentación debe ser equilibrado y acorde con tu estilo de vida y tus actividades. Evita la monotonía en tu dieta e incluye todos los grupos de alimentos. Cuida, eso sí, las proporciones y las cantidades.

20 Intenta no quedarte en casa cuando estés aburrido o angustiado. La forma más simple de desahogar ambos sentimientos es comiendo.

21 Si padeces de alto colesterol, añade a tu dieta alimentos con esteroles vegetales (margarinas, bebidas lácteas y yogurts). Te ayudarán a reducir entre 10% y 15% en sólo tres semanas, siempre y cuando mantengas una alimentación balanceada que incluya frutas y verduras. Si estás tomando medicamentos para disminuir el colesterol, lo mejor es que consultes a tu médico.

22 Controla el nivel de azúcar en tu sangre. La diabetes afecta negativamente el funcionamiento de tu sistema cardiovascular.

23 Para untar sobre el pan, opta por el aceite de oliva o la margarina. Las principales marcas de ésta no contienen ácidos grasos trans, pero sí grasas insaturadas, beneficiosas para la salud.

24 Es importante involucrar a todos los miembros de la familia en las actividades relacionadas con la alimentación: ir al súper, preparar y cocinar los alimentos, etcétera.

25 La comida debe proporcionar 35% de la energía diaria necesaria. Una buena sopa a base de verduras es un primer plato muy recomendable por su efecto saciante.

26 Si tienes tendencia a comer entre comidas, opta por tomar una pieza de fruta o un té.

27 Las frutas secas, como los duraznos, ciruelas, pasas, higos, dátiles y uvas pasas, son una fuente rica en fibra y ayudan a regular el tránsito mental.

28 El vegetarianismo no implica dejar de consumir alimentos de origen animal. Esto puede provocar un déficit de hierro y de algunas vitaminas, como la B12. Para suplir esta peligrosa carencia, come alimentos ricos en dicho mineral, como pueden ser las legumbres, los cítricos y los suplementos de vitamina B12.

29 Un exceso de hidratos de carbono en nuestra dieta suele duplicar los depósitos de glucógeno del músculo. Si bien este efecto aumenta la resistencia del mismo, únicamente es provechoso en el caso de los atletas de largo rendimiento, como los corredores de maratón o los ciclistas y los esquiadores de fondo.

30 Puedes comer un huevo al día sin riesgo para tu corazón. Es rico en vitaminas y proteínas.

31 No recurras a una dieta drástica para adelgazar. Las llamadas "dietas milagro" únicamente consiguen que pierdas líquidos, por lo que recuperas los kilos en cuanto las abandonas. Es el famoso "rebote" o "yoyo".

32 Si te gustan las paltas, consúmelos con moderación, ya que tienen un alto contenido graso.

33 La fibra es un componente clave en nuestra alimentación. Lo recomendable es ingerir entre 25 y 30 gramos diarios.

34 Las vitaminas son nutrientes esenciales, pero la mayoría no las fabrica nuestro organismo. Y, cuando sí lo hace, es de manera insuficiente para cubrir sus propias necesidades. Para prevenir manifestaciones carenciales, es preciso llevar una dieta variada y rica en todo tipo de vitaminas.

35 Para mejorar la salud cardiovascular es recomendable consumir habitualmente un puñado de frutos secos, como nueces o almendras.

36 El ayuno total prolongado es muy peligroso. Además de someter al cuerpo a situaciones de estrés, aparecen serias carencias nutricionales.

37 Destierra los alimentos procesados (como las papitas de cualquier tipo o las galletas) de tu dieta. Tienen un alto porcentaje de azúcares y aceites hidrogenados (grasas) y carecen de fibra.

38 Procura tomar alimentos ricos en proteínas con déficit de grasa, como la pechuga de pollo sin piel, o las claras de huevo. Ten en cuenta que las proteínas magras poseen un efecto térmico, es decir, que la cantidad de calorías que el cuerpo requiere para el proceso de ingestión, digestión y metabolización es mayor.

39 No olvides beber agua en abundancia. A menudo se confunde el hambre con la deshidratación. Por otro lado, evita las bebidas azucaradas, pues contienen muchas calorías vacías. Dicho de otra forma, sin nutrientes ni vitaminas.

40 Los principales consejos dietéticos para la prevención del cáncer son: reducir el consumo de grasas hasta en 30%, comer frutas y verduras para asegurarte del suministro indispensable de vitaminas A, C, E y beta-caroteno, aumentar la proporción de fibra de forma razonable, disminuir el consumo de salados, adobados y ahumados, y moderar la ingesta de alcohol.

41 Las carnes rojas y los embutidos aportan proteínas y minerales de buena calidad, pero también un alto contenido en grasas y colesterol. Por ello, los nutricionistas limitan su consumo a un máximo de dos raciones semanales (por ración se entiende entre 100 y 200 gramos).

42 Los lácteos aportan calcio, vitaminas A, D, B2, B9 y B12, también otros minerales como el fósforo. Pero al contener una elevada cantidad de grasa de origen animal pueden incrementar tus niveles de colesterol. Escoge las versiones desnatadas o semidesnatadas.

43 Los hábitos alimenticios y los comportamientos sedentarios se desarrollan en la infancia y en la adolescencia. Después resultan muy difíciles de modificar. Por lo tanto, la influencia del ámbito familiar es decisiva. Cuida tu forma de comer y estarás protegiendo la de tus hijos.

44 Si deseas darte algún capricho ocasional, come una porción pequeña para saciar las ganas. Si el antojo persiste, ingiere una pieza de fruta.

45 La obsesión por la comida puede desembocar en graves trastornos de conducta, desencadenar una depresión o provocar carencias nutricionales. Acéptate tal y como eres y procura comer todo lo que tu organismo necesita sin otorgarle a los alimentos más importancia de la que representan.

46 Recuerda que el exceso de peso perjudica el sueño y es frecuente que provoque insomnio, así como generar problemas sexuales.

47 El sobrepeso y la obesidad incrementan de forma directa las probabilidades de sufrir hipertensión, diabetes y, en general, enfermedades cardiovasculares. La pérdida de 10% de tu peso puede disminuir de manera significativa el riesgo de padecer estas enfermedades.

48 Dos copas de vino al día otorgan grandes beneficios a tu salud, pero tómalas siempre en la comida o durante la cena.

49 Siempre que te sea posible, trata de pasear por 30 minutos después de las comidas.

50 Y no olvides que, si quieres llegar a viejo, mucho trigo y poco puerco.

REFLEXIONES SOBRE LA VITAMINA C

Ivelisse Villegas 
ivelisse.villegas@listindiario.com
Santo Domingo

Desde siempre las personas consumen vitaminas sin una prescripción médica. Lo hacen simplemente porque su instinto o el cuadro de salud que presentan les da señales de que tienen una deficiencia de algún elemento.

En parte esta medida es saludable. Las vitaminas son sustancias que sirven para el desarrollo integral del organismo.

El hematólogo Ricardo Javier dice que el único medio de adquirir las vitaminas que el organismo necesita es de forma externa, porque el ser humano no las produce, y tiene que consumirlas desde que nace hasta que muere.

Informa que, aunque está permitido adquirir las vitaminas sin receta, para consumirlas es necesaria una orientación médica.

“A veces se da el caso, por ejemplo, de personas que consumen una fuente de vitamina C, pero no utilizan otra que es la que verdaderamente necesitan; entonces entran en un exceso de una y un déficit de otra. Deben consumirlas de forma equilibrada’’, sugiere.

El hematologo precisa que desde el punto de vista académico, las vitaminas se dividen en dos grandes grupos: las liposolubles, aquellas que se pueden disolver en grasa, y las hidrosolubles, en agua.

‘‘Partiendo de ahí, se puede hacer una selección de cuáles recomendar al paciente y los alimentos que la contienen’’.

El médico dice que hay un grupo especial que necesita una fuente de vitaminas en mayor proporción, como los ancianos, embarazas, niñas, niños y adolescentes. Estos últimos porque están en plena etapa de crecimiento y desarrollo.

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RECOMENDACIONES Y SUGERENCIAS

El especialista explica a las personas que lo ideal es adquirir las vitaminas que necesita el organismo de forma natural (a través de frutas, vegetales y otros alimentos), pues tienen toda su potencialidad.

No deben confundirse entre vitaminas y minerales. La diferencia es muy simple desde el punto de vista químico.

Las vitaminas están compuestas de carbono y aminoácidos y los minerales carecen de este componente.

Ejemplo: el hierro es un mineral, pero desde el punto de vista de sus funciones va de la mano con las vitaminas en el desarrollo del ser humano. Un caso muy particular es el de las embarazadas. Generalmente hacen una anemia por falta de hierro. Este no es una vitamina, pero funciona igual.

Una fuente inagotable para vivir 
Por falta de conocimiento, las personas que viven en países subdesarrollados tienden a sufrir de continua anemia por deficiencia de algún tipo de vitaminas.

Esto se da porque ignoran que las mejores fuentes de todos los nutrientes que el organismo necesita son los alimentos que tienen en su canasta diaria, informa Ricardo Javier, especialista en trastornos de la sangre.

El galeno reitera a la población que las vitaminas preparadas en cápsulas no tienen el mismo efecto, aunque haga la misma función. El potencial es mínimo.

Explica que si una persona, en vez de comprar las vitaminas, se preocupa por conocer las fuentes que las proporcionan, obtiene dos beneficios: ahorra dinero y gana salud de más calidad, sugiere.

‘‘Un ejemplo muy conocido es que en Asia se dio el caso de que sus habitantes presentaban un continuo cuadro de anemia por falta de vitamina B. Luego de un estudio se determinó que al procesar el arroz de forma industrial perdía esta propiedad.

La solución fue incorporarla en el alimento después de procesado.

Refiere que otro caso menos drástico es el que se da en los carbohidratos. Según un estudio, se determinó que las personas que ingerían muchas pastas hacían anemia por déficit de vitamina B12.

De ahí que en la tabla nutricional de los espaguetis, avena y otros derivados, es obligatorio incorporar esta vitamina. Esto se debe a que los cereales bloquean la absorción de esta vitamina.

“Un paciente que no ingiera de forma apropiada alimentos que contengan la fuente de vitamina A, como el pescado, queso y leche, es propenso a padecer de trastornos en su desarrollo físico y esquelético. Las deficiencia de esta se manifiesta en el desarrollo de los huesos. Un paciente que no ingiera ensalada verde está privando su organismo de vitaminas B, D y hierro’’, reitera.

Inmediatamente el organismo tiene esta carencia, lo refleja de forma externa en síntomas como uña blandas, pelo quebradizo, come mucho hielo, y hasta tierra.

El paciente instintivamente busca e ingiere estas vitaminas y minerales, explica.

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LAS VITAMINAS EN EL ORGANISMO 

Las vitaminas tienen una características y es que su almacenamiento es muy corto en el organismo. Solo dos meses. En cambio las B12 durán hasta dos años.

El hígado las almacena y las distribuye en pequeñas dosis.

Se recomienda consumir vitaminas de manera continua y la única forma de adquirirlas es a través de la fuente vegetal y animal.

Un paciente que no ingiera ensalada verde está privando su organismo de vitaminas B, D y hierro. Si el organismo tiene esta carencia, lo refleja de forma externa en síntomas como uñas blandas, pelo quebradizo. El paciente por instinto busca estas vitaminas y minerales. 

FRUTAS Y VERDURAS

Sabemos que en el marco de una dieta equilibrada que sólo busque el beneficio de la salud, es indispensable incluir una cantidad apropiada de frutas y verduras, concretamente, se recomienda cinco raciones al día de este grupo de alimentos, por eso hoy te contamos cómo alanzar las cinco raciones de frutas y verduras al día con ayuda de la cocina.

Cinco al día para cuidar la salud

Para que la dieta proteja al organismo y sólo conlleve ventajas para su funcionamiento, es importante consumir cinco raciones al día de frutas y verduras, pues en esta cantidad podemos encontrar garantía de ingerir suficientes vitaminas y minerales, una adecuada cantidad de fibra y antioxidantesasí como otros fitonutrientes que benefician a nuestro cuerpo.

El consumo deficiente de frutas y verduras nos dejaría sin antioxidantes por lo tanto, nuestrasdefensas se reducirían notablemente, además, sin frutas ni verduras nos quedamos sin vitamina Cuna importante estrategia para prevenir enfermedades.

Por otro lado, con pocas frutas y verduras la fibra de la dieta se reduce notablemente, y sabemos que su baja presencia en la alimentación se asocia a mayor riesgo de problemas intestinales, así como a mayores probabilidades de sufrir obesidad, diabetes y cáncer.

Como si fuera poco, las verduras y frutas son la base de la dieta mediterránea que tantos beneficios ofrece al organismo y también protagonizan la dieta DASH, una estrategia alimentaria para controlar la presión arterial y prevenir otros incidentes cardiovasculares.

Entonces, claramente para cuidar la salud debemos alcanzar la recomendación de incluir cinco raciones al día de frutas y verduras.

Consejos para consumir cinco al día

Como hemos dicho, hoy más allá de recordar por qué debemos consumir cinco raciones diarias de frutas y verduras, aprovecharemos nuestra habilidad en la cocina para darte algunos consejos que te ayuden a lograr esta recomendación de incluir cinco al día:

 

  • A la vista: en nuestra casa e incluso en la cocina, debemos dejar estos ingredientes tan saludables a la vista, podemos armar un recipiente con vegetales ya lavados y listos para usar, que muestren sus variados colores al momento de cocinar y que nos inviten a utilizarlos como ingredientes, también podemos armar una frutera y dejarla en exhibición en medio de una mesa o en un lugar por donde todos pasen y vean, así, ante un poco de hambre, será un recurso fácil para consumir
  • Listas para utilizar: si una excusa para no alcanzar esta cuota de frutas y verduras es que no tienes suficiente tiempo, debes tener verduras listas para consumir o utilizar en tus platos como ingredientes, por ejemplo, puedes en un día blanquear verduras, picar otras o lavar y congelar si fuese necesario, así, con mayor facilidad agregarás frutas y verduras a las preparaciones.
  • Frutas y verduras en aderezos y salsas: como base de una salsa caliente o de un aderezo frío, puedes utilizar variadas frutas y verduras para lograr salsas dulces o saladas, por ejemplo, puedes hacer una salsa de verduras para pastas, una salsa de cebollas, o añadir brócoli, aceitunas, coliflor, espárragos y demás a tus salsas preferidas para incrementar el consumo de frutas y verduras.
  • Aperitivos o snacks de frutas y verduras: para alcanzar las cinco raciones al día de estos alimentos, podemos hacer un dip con bastones de apio, manzana, zanahoria u otras, también podemos hacer chips de frutas como la manzana o la banana, que constituyen otra forma de incluir más frutas y verduras a la dieta.
  • Preparaciones básicas con más frutas y verduras: un truco fácil de utilizar para alcanzar las cinco raciones al día de estos ingredientes, es añadir a sándwiches y bocadillos, a sopas y aguisados o estofados así como a rellenos de carnes y pastas, frutas y verduras, son preparaciones básicas que pueden ganar en vitaminas, minerales y antioxidantes así como sumar sabor y color si agregamos frutas y verduras.

  • En todas las comidas: en el almuerzo y cena es habitual que el plato que ingerimos contenga algo de frutas y verduras, pero en el desayuno también se pueden incluir estos ingredientes y en la merienda o demás ingestas del día también es posible. 
  • Como parte de tus postres: simplemente una fruta puede constituir un postre sabroso, pero también podemos incluir verduras o pasteles; o frutas a salsas, budines y tartas dulces, por ejemplo: un cake de zanahoria y canela, un sorbete de mandarina, una tarta de peras  o de nectarinas, entre otras preparaciones.
  • En bebidas: para darnos un gusto de un trago nutritivo y con mucho sabor así como color, podemos incluir frutas y verduras a bebidas, por ejemplo, un batido de fresas y plátano, un batido de manzana y kiwi, o cualquier zumo, por ejemplo: zumo de judías verdes y zanahoria.
  • En comidas rápidas: puedes añadir frutas y verduras a las pizzas, hacer hamburguesas de verduras e incluso empanar berenjenas, calabacines y demás hortalizas, una opción muy útil para los más pequeños de la familia.

 Con todas estas opciones, difícilmente tengamos inconvenientes para alcanzar las cinco raciones de frutas y verduras al día que tanto se necesitan en la dieta para cuidar la salud del organismo.

MY PLATE

El Departamento de Agricultura de EE.UU. ha dicho adiós al símbolo de la pirámide alimenticia, que creó en 1992 con el objetivo de explicar el tipo de alimentos y la frecuencia con que se deben consumir, y ha presentado este jueves un nuevo emblema al que han llamado «My plate» (Mi plato), y con el que pretenden que los ciudadanos de este país entiendan mejor cómo seguir una dieta equilibrada.

«My Plate» consta de un círculo dividido en cuatro porciones de distinto tamaño: frutas, verduras, proteínas y cereales. Las autoridades estadounidenses consideraban que la tradicional pirámide alimenticia ya estaba «agotada» y era «demasiado compleja y confusa».

La encarga de dar a conocer el nuevo símbolo de la alimentación saludable ha sido la Primera Dama, Michelle Obama, muy concienciada con la lucha contra la obesidad en su país.

HISTORIA DE LAS DIETAS

Tras 150 años, no existe dieta mágica para adelgazar

La obsesión con el peso y cómo perderlo data de al menos 1863, cuando se inventó el menú bajo en calorías para perder peso

DIETAS Las primeras tablas que mostraban el peso ideal en relación con la altura surgieron alrededor de la Segunda Guerra Mundial. Anuncio de 1940 (Foto: AP )

Washington | AP | El Universal


Antes de la dieta del doctor Atkins estuvo la de William Banting, quien en 1863 inventó el menú bajo en calorías para perder peso.

Desde ese entonces se aconsejaba deshacerse de los kilos de más comiendo pescado, oveja o ''cualquier carne excepto puerco'' en el desayuno, el almuerzo o la cena. Y nada de papas, por favor.

La obsesión con el peso y cómo perderlo data de al menos 150 años atrás. Y aunque ahora se dice ''sobrepeso'' a lo que se conocía como ''corpulencia'' -y la obesidad se ha propagado como una epidemia en Estados Unidos-, una revisión a la historia de las dietas muestra que no es tanto lo que ha cambiado en la búsqueda de la figura ideal.

''Subestimamos en extremo, en extremo'' la dificultad de cambiar los comportamientos que alimentan la obesidad, señala Ellen Granberg, socióloga de la Universidad de Clemson, luego de haber examinado los archivos de la Biblioteca del Congreso en Washington.

Granberg considera importante mostrar que ''no estamos lidiando con un fenómeno totalmente nuevo y aterrador, al cual no nos hemos enfrentado en el pasado''.

En efecto, los añejos documentos sobre las dietas se ven sorprendentemente familiares.

El inglés William Banting, por ejemplo, cuenta cómo perdió casi 23 en su popular ''Carta a la corpulencia, dirigida al público'', que rápidamente llegó a este lado del Atlántico, dijo la socióloga.

Cambié ''pan, mantequilla, leche, azúcar, cerveza y papas, que habían sido los principales (y yo pensaba inofensivos) elementos de mi existencia'' por bastantes carnes, explicó Banting.

Estados Unidos pasó de un país en el que ser rellenito era algo deseado a una nación en busca de la delgadez a finales del siglo XIX, señaló Granberg.

En 1900, el Libro de Cocina de Filadelfia declaraba que ''un exceso de carnes debe ser considerado como una de las más objetables formas de enfermedad''.

Tres años después, el jabón La Parle contra la obesidad era vendido por un dólar, un precio elevado para la época. Y la Sal de Reducción de Louisenbad prometía ''lavar la grasa''. Pronto llegó una máquina de ejercicios y otros ofrecían eliminar el exceso de peso con laxantes.

A pocos días de que el gobierno actualice las guías dietéticas la semana que viene, la Biblioteca del Congreso reunió expertos en dietas en colaboración con el grupo de adelgazamiento Weight Watchers International para analizar la historia de las dietas en Estados Unidos.

Granberg recordó cómo nació la ciencia de la nutrición.

El gobierno empezó a recomendar que había que equilibrar las proteínas con los carbohidratos y, en 1916, el Departamento de Agricultura presentó los cinco grupos de alimentos. Las primeras tablas que mostraban el peso ideal en relación con la altura surgieron alrededor de la Segunda Guerra Mundial.

Los alimentos dietéticos llegaron poco después, así como grupos de apoyo para perder peso. Ya para 1970 la estructura actual de las dietas estaba en pie, señaló la socióloga.

Sin embargo, a pesar de ello actualmente dos terceras partes de los estadounidenses tienen sobrepeso o son obesos, y la obesidad infantil se ha triplicado en las últimas tres décadas. Unos 150 años después en la historia de las dietas, aún no existe una vía mágica para adelgazar.

CONSEJOS PARA COMER MEJOR

Neomundo para Periodismo.com,

Quince consejos para comer mejor y más sano

Los consejos más simples y saludables para evitar y prevenir problemas de salud son simples de seguir. Solo hay que tener constancia.

Comer con menos sal ayuda al corazón

Comer con menos sal ayuda al corazón

www.neomundo.com.ar

Los consejos más simples y saludables para evitar y prevenir problemas de salud son simples de seguir. Solo hay que tener constancia.

1 - Evite saltear comidas.

2 - Empiece sus actividades con un buen desayuno.

3 - Si es posible, realice cuatro comidas diarias.

4 - La leche se puede tomar líquida y también puede incluirse en postres, helados, salsas blancas, agregar a purés y otras comidas.

5 - Para los adultos se recomiendan los productos semi-descremados y para los niños y los adultos mayores, enteros.

6 - Es recomendable que los recién nacidos reciban solo leche materna hasta los 6 meses.

7 - Cocine las frutas y verduras, preferentemente con cáscara y en trozos grandes, al vapor o al horno. Si las hierve, use poca agua.

8 - Disminuya el consumo de fiambres y embutidos.

9 - Aumente el consumo de maníes y almendras sin salar, nueces y semillas de sésamo, girasol y lino.

10 - Coma menos golosinas y dulces para evitar sobrepeso y caries.

11 - Evite el consumo de gaseosas y bebidas dulces artificiales. Prefiera agua, soda y jugos naturales.

12 - Cocine sus alimentos sin sal y condiméntelos con hierbas aromáticas o ajo para aumentar su sabor.

13 - Prefiera los panes, harinas y pastas integrales.

14 - Modere el consumo de facturas, tortas, masitas, galletitas y otros productos similares.

15 - Utilice agua potable para beber, lavar y preparar sus alimentos. (Fuente: Ministerio de Salud de Argentina)

Más información y noticias de salud en WWW.NEOMUNDO.COM.AR

LA DIETA DEL DEPORTISTA VEGETARIANO

Las dietas vegetarianas ajustadas en energía y nutrientes pueden satisfacer los requerimientos del deportista de élite. Con esta declaración de postura, la Asociación Americana de Dietética, la de Dietistas de Canadá y el Colegio Americano de Nutrición Deportiva, dejan claro que el deportista que lleve una dieta vegetariana bien planificada no tiene la necesidad de recurrir a alimentos especiales ni a suplementos para lograr el máximo rendimiento. No obstante, también sugiere que tienen que cuidar el aporte de micronutrientes es clave en la nutrición deportiva como el hierro, el calcio y el cinc y vitaminas como la riboflavina o B2 y la B12. Asimismo, los expertos sugieren que se necesitan más estudios sobre la relación entre dieta vegetariana y rendimiento físico.

Enviado por: ECOticias.com / Red / Agencias

Proteínas de calidad: imprescindibles

Las proteínas  y los hidratos de carbono son los dos nutrientes energéticos que tienen un mayor rol en la nutrición del músculo y el rendimiento físico del deportista. Las proteínas sirven al crecimiento, desarrollo y recuperación muscular y a evitar la fatiga, mientras que los hidratos de carbono son la fuente energética por excelencia. Las recomendaciones de proteína para los ejercicios de resistencia y fuerza oscilan en el rango de 1,2 a 1,7 g por kilo de peso corporal. Estas ingestas recomendadas de proteínas en general pueden ser atendidas solo a través de la dieta si el deportista vegetariano contempla variedad de alimentos proteicos vegetales sin que falte en su menú la soja y sus derivados (tempeh, tofu) junto con el resto de legumbres, cereales integrales, frutos secos y semillas.

La combinación adecuada de vegetales, del orden de legumbres y cereales o frutos secos y cereales de forma conjunta, proporciona proteínas en cantidad y calidad suficiente al deportista sin necesidad de recurrir a suplementos de proteínas o de aminoácidos. Hace posible obtener al deportista, sólo con vegetales, proteínas tan completas en aminoácidos esenciales como las de origen animal (huevos, carnes o pescados).

El caso de la soja es una excepción, ya que es la única legumbre que posee proteínas de excelente calidad en sí misma sin necesidad de combinarse con cereales. Esta calidad proteica también queda reflejada en los productos derivados de la soja como el tofu o cuajado de soja y el tempeh.

La deficiencia de proteínas en la dieta del deportista puede provocar una disminución de su capacidad de resistencia mental y física. También es posible que se de una insuficiente formación de proteínas corporales con la consiguiente pérdida y desgaste muscular, además de una menor resistencia a las infecciones y una peor tolerancia a la fatiga o necesidad de mayor tiempo de recuperación.
Dosis óptima de hidratos de carbono

Los hidratos de carbono son nutrientes que precisan de atención especial, pues son los encargados de aportar al organismo la energía que necesita para funcionar, para afrontar el esfuerzo físico y la recuperación posterior. Han de ser el nutriente mayoritario y en la dieta de deportistas se aconseja que supongan el 60% de las calorías totales del día. Para conseguir esta proporción las recomendaciones de carbohidratos para los atletas van desde los 6 a los 10 gramos por kilo de peso corporal.

Este aporte permite mantener estable la glucosa en sangre durante el ejercicio y reemplazar a tiempo los niveles de glucógeno muscular para afrontar con éxito y rapidez la recuperación y evitar la fatiga. La cantidad requerida depende del deportista, del gasto diario de energía total, el tipo de deporte, el sexo y las condiciones ambientales.

En el caso de las dietas vegetarianas es fácil conseguir la dosis óptima de hidratos de carbono, ya que son los nutrientes más abundantes de los cereales y derivados -pan, arroz, pastas, cereales de desayuno, maíz, etc.), las legumbres y las patatas.
Micronutrientes, no siempre suficientes

Los deportistas vegetarianos pueden tener un riesgo mayor para el consumo de micronutrientes clave como hierro, calcio, cinc vitamina D, riboflavina y vitamina B12. Esta advertencia de riesgo nutricional queda plasmada en el ?Nutrition and Athletic Performance?, el documento de posicionamiento conjunto de la Asociación Americana de Dietética, la de Dietistas de Canadá y el Colegio Americano de Nutrición Deportiva. Por ello, la consulta con un dietista experto en nutrición deportiva se estima clave para evitar deficiencias que puedan comprometer el rendimiento físico a pesar del exitoso plan de entrenamiento.

La deficiencia de calcio puede dar problemas al deportista por su asociación con calambres musculares o con una recuperación deficiente tras una competición, además de la fragilidad ósea que puede aparecer con el paso del tiempo. En una dieta vegetariana no pueden faltar los vegetales fuente de calcio como las algas (hiziki, wakame, arame, kombu), las legumbres y los frutos secos entre los que destaca las semillas de sésamo que sirven a su vez para elaborar gomasio (sal de sésamo) y aderezar con los platos.

La vitamina D está presente en mayor proporción en alimentos de origen animal como el pescado azul, la yema de huevo, el hígado, los lácteos enteros o enriquecidos, la mantequilla y la nata. Esta vitamina favorece la absorción del calcio, por lo que su deficiencia puede contribuir al desarrollo de problemas óseos como la osteoporosis. Un deportista vegetariano obtiene vitamina D  principalmente de la que forma su organismo por acción de los rayos solares, y en relación a la dieta, de los alimentos enriquecidos en este nutriente.

El cinc es un mineral más abundante en alimentos de origen animal, so bien legumbres, frutos secos y cereales integrales contienen cantidades discretas de dicho mineral. La carencia de cinc repercute de forma negativa sobre el sistema inmunológico, por lo que el deportista es más susceptible a las infecciones.

La vitamina B12 activa solo existe en los tejidos animales, por lo que los vegetales no la contienen en cantidad suficiente salvo que estén enriquecidos en dicho nutriente. Para evitar deficiencias, el deportista vegetariano tendrá que consumir alimentos enriquecidos en B12 o un complemento específico de dicha vitamina.

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LA LUCHA COTRA EL COLESTEROL

Contra el colesterol: poca grasa y mucha fibra

El colesterol alto es un factor de riesgo para padecer enfermedades cardíacas. Este peligro puede combatirse, al margen de los medicamentos, con cambios en el estilo de vida. Lo ideal: llevar una dieta baja en grasas y alta en fibras, aumentar la actividad física y evitar tabaco y alcohol.

Comida chatarra(EFE)

Antes de hacer la compra, seleccione los productos que pueden resultar más saludables.

Tener 200 miligramos de colesterol por decilitro de sangre es normal, pero si la cifra aumenta a 240 ya puede considerarse como alto. El colesterol es una sustancia serosa que segrega el hígado para proteger los nervios y los tejidos celulares y fabricar determinadas hormonas.

Cuando esta sustancia se encuentra en sus niveles adecuados resulta muy saludable para el organismo pero si aquellos se disparan, el efecto puede resultar muy negativo para nuestra salud.

Desde un punto de vista estrictamente científico, existen dos tipos de colesterol: el asociado a las lipoproteínas de alta densidad (HDL, o colesterol bueno) y el ligado a las lipoproteínas de baja densidad (LDL, o colesterol malo).

Las partículas LDL distribuyen el colesterol desde el hígado a todos los tejidos y, si se produce en exceso, promueven su depósito en la pared de las arterias, lo que inicia y mantiene la arteriosclerosis. Esto supone un engrosamiento de las arterias que conduce a su obstrucción y a la aparición de enfermedades cardiovasculares.

Las campañas para incluir alimentos con fibra en la dieta de niños y jóvenes son incesantes, pero el éxito de estos mensajes apenas logra el cincuenta por ciento de los objetivos.

Las partículas HDL, por el contrario, retiran el exceso de colesterol malo de las paredes de las arterias, evitando su obstrucción, y lo devuelven al hígado.

De un buen equilibrio entre uno y otro depende que las arterias se mantengan limpias o no.

LÁCTEOS, HUEVOS Y CARNE.

Además de ser segregado por el hígado, el colesterol puede provenir del tipo de comida que ingerimos. Los productos lácteos, los huevos y la carne son tres de los alimentos cotidianos que mayores cantidades de colesterol contienen y, como en estos tiempos la moderación en su consumo suele brillar por su ausencia, los índices de colesterol alto están aumentando peligrosamente, sobre todo entre los jóvenes.

El informe de un estudio realizado entre 1999 y 2006 por el Centro de Control de Enfermedades de Atlanta, Georgia, EE.UU., y difundido por la revista "Anales de Medicina de Familia", reveló un nivel de colesterol elevado en el 7 por ciento de los adultos jóvenes norteamericanos sin ningún otro factor de riesgo de enfermedades coronarias, un 12 por ciento entre aquellos con otro factor de riesgo y un 26 por ciento entre los que tenían dos o más factores de riesgo.

Estos datos suponen que son cada vez más los jóvenes estadounidenses que pueden padecer una enfermedad cardiaca en un futuro no muy lejano, entre otras cosas porque no tienen hábitos saludables ni comen lo que deberían.

Elena Kuklina, epidemióloga especializada en nutrición y directora de la investigación, considera que sería suficiente para modificar tan preocupantes cifras que los jóvenes, y no tan jóvenes, reconsideraran su actitud, reduciendo el consumo de grasas y aumentando la ingesta de fibra, sin olvidar la práctica de ejercicios diarios y eliminar de su existencia el alcohol y el tabaco.

ARMA CONTRA EL SOBREPESO.

Frutas y verduras(EFE)

Las frutas y las hortalizas deben estar presentes en todas las dietas sdiarias.

No debemos olivar por otro lado que la fibra alimenticia es la parte no digerible de los alimentos de origen vegetal y que su misión fundamental es ayudar al tránsito intestinal absorbiendo el agua y evitando que la grasa se deposite, por lo que es un arma de lo más eficaz contra el sobrepeso.

Las campañas para incluir más frutas, hortalizas y otros alimentos con fibra en la dieta de niños y jóvenes son incesantes pero, como revela el informe reciente del Grupo de Revisión, Estudio y Posicionamiento de la Asociación Española de Dietistas-Nutricionistas (GREP-AEDN) sobre el consumo de estos productos, el éxito de estos mensajes apenas logra el cincuenta por ciento de los objetivos.

Según el informe, los hábitos alimentarios que se adopten en el hogar serán mucho más educativos que toda la pedagogía que se emplea para concienciar a niños y jóvenes de la necesidad de comer bien, y anima a padres y cuidadores a aumentar el consumo de fibra en todas sus modalidades posibles, y a reducir las grasas.

AEDN reconoce no obstante la falta de apetito de los menores a partir de ciertas edades y recuerda que para mejorar esas conductas "no sirve de nada una actitud impositiva" y que los niños se alimentan mejor en atmósferas emocionalmente positivas.

"Prohibir determinados alimentos (como dulces o productos ricos en grasas) hace que aumente su deseo por ellos. Por el contrario, forzarles a comer otros, incrementa su rechazo", dice el informe.

BEBIDAS FERMENTADAS Y FRUTOS SECOS.

Cerveza(EFE)

Las bebidas fermentadas de baja graduación, como la cerveza, no están contraindicadas en los hábitos saludables.

Pero no todas las personas con colesterol alto deben prescindir totalmente de bebidas alcohólicas, pues la fibra figura en sus ingredientes aunque no en las de alta graduación.

Investigaciones muy recientes han demostrado que el consumo moderado de bebidas fermentadas de baja graduación alcohólica como la cerveza, el vino, el cava o la sidra, puede prevenir la aparición de enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas y mejorar la densidad ósea, así como retrasar la menopausia.

Gemma Vilahur, investigadora del Centro de Investigación Cardiovascular de Barcelona, sostiene que las bebidas fermentadas pueden ejercer propiedades cardioprotectoras a dos niveles, mediante la estabilización de la placa aterosclerótica al aumentar las lipoproteínas de alta densidad (HDL), y mediante la posible reducción del riesgo de trombosis al haber una menor tendencia a la agregación de las plaquetas o tromboncitos.

Desde un punto de vista nutricional, las bebidas fermentadas contienen vitaminas, aminoácidos esenciales, minerales, fibra y antioxidantes naturales, que provienen de sus ingredientes (agua, cebada y lúpulo), lo que las convierte en un "valioso" complemento de una alimentación saludable como la dieta Mediterránea.

Otro estudio ha constatado que consumir unos productos tan ricos en fibra vegetal como los frutos secos reduce el colesterol y ayuda a combatir enfermedades cardiovasculares, sobre todo en aquellas personas que tienen el colesterol más elevado, están más delgadas o siguen una dieta poco saludable.

El Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición, que ha desarrollado su investigación en colaboración con la Universidad de Loma Linda (California), ha constatado por primera vez que todos los frutos secos funcionan igual desde el punto de vista de la reducción del colesterol y los triglicéridos.

La investigación giró en torno a las almendras, avellanas y nueces, crudas y con piel, que es la mejor manera de tomarlos, y una de las conclusiones más impactantes es que los frutos secos no engordan, por su gran efecto saciante.

Lo ideal, según los nutricionistas, es combinar los frutos secos, en el desayuno por ejemplo, con la pulpa que queda en el exprimidor tras exprimir una naranja para un zumo.