GASTROGRAFÍA - ALEMANIA
La comida alemana se caracteriza por su contundencia y contenido calórico. Algunos platos ineludibles son las chuletas de cerdo ahumadas, hojas de col rellenas de carne picada, y unos pequeños filetes de carne picada llamados frikadellen.
En todo caso, los gustos gastronómicos varían según la región. En Berlín son platos típicos las anguilas, el esturión, el codillo de jabalí, manos de cerdo cocidas y, como no podía ser menos, las diferentes ensaladas de papa y las albóndigas. Por su parte, en la ciudad de Frankfurt se toman diferentes variedades de salchichas, cerdo ahumado con chucrut, queso con cebollas crudas aderezadas con aceite y vinagre y los famosos pasteles frankfurter kranz y Bethmämchen.
Los vinos alemanes tienen su merecida fama. Las zonas vinícolas más importantes son las cercanas a los ríos Rhin y Mosela. Si la cosecha del año ha dado vino de calidad se indica en las botellas con la palabra "naturrein", natural, mientras que si la cosecha no ha sido demasiado buena y es necesario añadirle azúcar al vino se indica con la palabra "verbessert", mejorado.
Se pueden distinguir cinco clases de vino alemán: kabimett, de alta calidad, spätlese, seco y afrutado, auslese, secos, beerenauslese, dulces y muy refinados y trockenbeerenauslese, extraña variedad con mucha azúcar y muy caros. Pero como decíamos antes, hablar de Alemania es decir cerveza. Es la bebida más popular y no hay ciudad que no posea su propia fábrica de elaboración. Hay varios tipos, pero los más populares son la altbier (amarga y con alto contenido de lúpulo), la malzbier (oscura, dulzona y con un bajo grado de alcohol), y las märzen, starkbier, bockbier y doppelbock, todas ellas con un alto contenido de malta. También nos encontramos la pilsener, fuerte y con sabor a lúpulo, la wiessbier, elaborada con granos de trigo y ligera al gusto y la radlermass, muy ligera y que suele beberse con un poco de gaseosa.
En todo caso, los gustos gastronómicos varían según la región. En Berlín son platos típicos las anguilas, el esturión, el codillo de jabalí, manos de cerdo cocidas y, como no podía ser menos, las diferentes ensaladas de papa y las albóndigas. Por su parte, en la ciudad de Frankfurt se toman diferentes variedades de salchichas, cerdo ahumado con chucrut, queso con cebollas crudas aderezadas con aceite y vinagre y los famosos pasteles frankfurter kranz y Bethmämchen.
Los vinos alemanes tienen su merecida fama. Las zonas vinícolas más importantes son las cercanas a los ríos Rhin y Mosela. Si la cosecha del año ha dado vino de calidad se indica en las botellas con la palabra "naturrein", natural, mientras que si la cosecha no ha sido demasiado buena y es necesario añadirle azúcar al vino se indica con la palabra "verbessert", mejorado.
Se pueden distinguir cinco clases de vino alemán: kabimett, de alta calidad, spätlese, seco y afrutado, auslese, secos, beerenauslese, dulces y muy refinados y trockenbeerenauslese, extraña variedad con mucha azúcar y muy caros. Pero como decíamos antes, hablar de Alemania es decir cerveza. Es la bebida más popular y no hay ciudad que no posea su propia fábrica de elaboración. Hay varios tipos, pero los más populares son la altbier (amarga y con alto contenido de lúpulo), la malzbier (oscura, dulzona y con un bajo grado de alcohol), y las märzen, starkbier, bockbier y doppelbock, todas ellas con un alto contenido de malta. También nos encontramos la pilsener, fuerte y con sabor a lúpulo, la wiessbier, elaborada con granos de trigo y ligera al gusto y la radlermass, muy ligera y que suele beberse con un poco de gaseosa.
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fatima -
Gwendoline -