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CENTRO DE INVESTIGACIÓN DE LOS ANDES

LOS HUEVOS DE PASCUA

- Hoy, despertar y buscar los huevitos de chocolate se hace una costumbre de la que nadie quiere quedar fuera. Especialmente los niños.
Carolina Castillo C. - El Rancauino - Chile

El Domingo de Resurrección. Los católicos celebran con alegría a Jesús que ha vencido a la muerte. Usualmente, cerca del mediodía, son los más pequeños los que salen ansiosos en busca de sus huevos de chocolate escondidos. La Pascua constituye el fundamento sobre el cual se asienta y gira toda la vida del cristianismo. Es festejada por más de mil 200 millones de fieles en todo el mundo. Y el Papa da la bendición en una misa “Urbi et Orbi”, desde la Basílica de San Pedro, en Roma. En cuanto a la tradición de regalar huevos de Pascua, se dice que viene desde hace muchos siglos. Ello, porque los cristianos que seguían la abstinencia cuaresmal, no podían comer huevos ni tampoco productos lácteos. Los fieles los guardaban, y una vez terminada la cuaresma, los regalaban. Claro que no eran de chocolate.
Desde los comienzos de la humanidad, el huevo fue sinónimo de fertilidad, esperanza y renacimiento. El huevo adquirió importancia dentro de la mitología egipcia cuando el Ave Fénix se quemó en su nido y volvió a renacer más tarde a partir del huevo que lo había creado en un principio. También los hindúes sostenían que el mundo había nacido de un huevo. De ahí que el huevo sea símbolo de fertilidad y prosperidad.

El huevo de chocolate, tal como se lo conoce hoy, surgió en el Palacio de Versalles, en Francia. Quienes vivían allí en los tiempos del rey Luis XIV, decidieron refinar la costumbre popular y reemplazar los huevos de gallina por los de chocolate, adornados con confites.

El conejo - ¿Por qué en Semana Santa también se representa la figura de un conejo? Claro está que estos animales no se reproducen por huevos. Entonces, ¿por qué son ellos los que traen los huevos?
Cuenta la leyenda que había un conejo en la tumba de Jesús el día que resucitó. Al verlo, el animal salió corriendo a dar la noticia, pero como no podía hablar, llevó consigo un huevo pintado como símbolo de vida y resurrección.
El conejo de Pascua, al igual que el huevo, no es una tradición reciente. Ya se utilizaba en celebraciones hace miles de años como símbolo terrenal de los dioses.

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