DIETAS DISOCIADAS
nutricion.pro - La dieta Montignac, la dieta del doctor Shelton, la del doctor Hay y muchas otras que te dejan comer sin limitarte en cantidades siempre y cuando no combines grasas y proteínas con hidratos de carbono.
Suena genial no tener que contar calorías ni pesar alimentos, pero suena un tanto complicado saber qué va con qué y con qué no va.
La razón por la que las dietas disociadas no te limitan las cantidades –y por eso muchas personas se animan a seguirlas- según explican sus defensores es que el organismo no aprovecha las calorías de los nutrientes si se toman por separado, y no junto en la misma comida.
Gran parte de nutricionistas y científicos no le dan crédito a este argumento porque no hay estudio científico claro y definido que lo respalde.
Y en todo caso, aplicar lo que proponen este tipo de dietas es materialmente imposible porque no hay alimento que contenga un solo tipo de nutriente. Los alimentos son una combinación de nutrientes. Por ejemplo, las legumbres son una perfecta combinación de hidratos de carbono y proteínas, y no por ello tendríamos que dejar de comerlas, ¿no es así?
Nuestro organismo está perfectamente preparado para digerir los nutrientes a cualquier nivel en que se encuentren en los alimentos, ya sea juntos o separados.
Y aunque hasta el momento una dieta disociada parece lo menos aconsejable que hacer, hay algunas cosas rescatables sobre ella. Si la llevas cabo con cuidado de mantener las proporciones requeridas por tu organismo (50-55% de hidratos de carbono, 30-35% de grasas y 15-20% de proteínas), y la asesoría de un experto en nutrición, esta dieta no tendría por qué ocasionarte problemas de salud.
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