Por: Raúl García Jiménez - A Fuego Lento El farro (Triticum dicoccum) fue uno de los primeros cereales básicos de la historia. Originario de Egipto, se trata del primer trigo salvaje cultivado por el hombre hace más de 12.000 años.
En la antigua Grecia y Roma, el farro era utilizado para la elaboración del pan, de ahí la palabra italiana farina: harina (pero únicamente lo consumían las personas adineradas) ya que los pobres se tenían que conformar con el pan de centeno.
Posteriormente, el cultivo de este cereal se extendió por toda Europa y Asia.
Cultivo ecológico
El farro, es un cereal que se cultiva en todo tipo de terrenos, generalmente en terrenos bruscos y pobres. Es uno de los pocos cereales resistente al frío y a las heladas.
A la hora de su plantación, la realizaremos principalmente a principios de otoño. El terreno no requiere ningún cuidado especial, ya que se trata de un cereal salvaje. Su cultivo abunda generalmente en toda la zona de Toscana, la Provenza y la Alsacia. En España, se cultiva generalmente en la zona norte.
El farro en nuestra gastronomía
El farro además de utilizarlo para la elaboración de harinas y panes, en nuestra cocina lo utilizamos especialmente para la elaboración de la Sopa de Farro, un plato típico de Garfagnana elaborado a base de farro, judias, tomate, cebolla, jamón y ajo. Un exquisito plato de sabor peculiar y muy aromático.
Otra forma tradicional de utilizarlo, es para la elaboración de la pasta fresca, utilizando una proporción de un huevo por cada 100 gramos de harina de farro. Este tipo de pasta resulta más aromática que la elaborada con harina de trigo.
Al tener mayor composición de aminoácidos en sus proteínas, hacen de él un cereal mejor tolerado para las personas celiacas (alérgicas al gluten).
A continuación os muestro la receta de unos tallarines elaborados con harina de farro. |
TALLARINES DE FARRO CON SALSA DE MEDIANOCHE
Ingredientes:
• 250 g de tallarines de farro • 250 g de salsa de tomate • 150 g de panceta • 150 g de carne picada • 2 cebollas • 2 zanahorias • 1 puerro • 2 pimientos • c/s de vino blanco • perejil • aceite de oliva virgen extra • sal • pimienta negra recién molida • queso parmesano
Elaboración:
En un rondón con aceite de oliva, sofreímos todas las verduras cortadas en brounoise. Acto seguido añadimos la carne, removiendo de vez en cuando para que no se pegue, el vino blanco y dejamos reducir. Una vez bien reducido, añadimos la salsa de tomate y mezclamos bien. Salpimentamos.
En una olla aparte, cocemos la pasta de farro hasta que quede “aldente” (hay que tener mucho cuidado a la hora de la cocción de la pasta de farro, pues no debe sobrepasar los cinco minutos, para evitar que se pase).
En una sartén, salteamos la pasta con la salsa anterior, rectificamos de sal y emplatamos. Espolvoreamos queso parmesano y... ¡listo para comer!
¡¡ Buen provecho, amigos!!
Para contactar con el autor: cocinaecologica@telefonica.net |
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