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CENTRO DE INVESTIGACIÓN DE LOS ANDES

UNA MEMORABLE REUNIÓN

Una Memorable Cena en el Castillo de Blois – (Primera Parte)

Por: Jaime Ariansen Céspedes – Instituto de los Andes

A través de la magia del tiempo y el espacio, he sido invitado a una singular y muy importante reunión, la he denominado la Cena de los tres Enriques. Me estoy preparando, acicalando especialmente para estar a la altura de las circunstancias.

Debo ser meticuloso en mi apariencia, estoy frente a un inmenso espejo en una espectacular sala, contigua al dormitorio, en el castillo de los condes de Blois, situado en el valle del Loira, al sur de Paris, ahora es nada menos que la residencia del rey Enrique III de Francia.

Consulto mi teléfono satelital y puedo ver la fecha y hasta la temperatura entre otra docena de posibilidades de información sofisticada. Es la primavera de 1588 y tenemos una agradable temperatura de 18 grados. Guardo el aparato para no desentonar con mi elegante traje de fino raso y mi empolvada peluca, me doy una ultima mirada – de reojo –  me veo bien, estoy listo.

La caminata hasta el comedor asignado por mi anfitriona Catalina de Médicis, la reina madre, es como de dos cuadras. Tengo un pequeño plano para no perderme, pero no necesito usarlo, un paje me espera amablemente para acompañarme.

Adolph es muy comunicativo, me cuenta, que este palacio pasa a ser residencia de los reyes de Francia en el año 1500. El Castillo de Blois se compone de varios edificios que fueron construidos en sucesivas etapas a partir del siglo XIII - alrededor del patio central. Esto explica los distintos estilos arquitectónicos de esta singular edificación.

En el camino, me impresiona una especie de capilla muy elaborada con aroma de jazmín, me dice; “aquí Juana de Arco fue bendecida por el Arzobispo de Reims antes de partir hacia Orléans con su ejercito para expulsar a los ingleses de esa ciudad”.....

Catalina de Médicis, es una mujer extraordinaria, uno de los grandes personajes de la historia, a menudo comentamos con mis alumnos del Instituto de los Andes, los muchos y algunos turbulentos sucesos que protagonizo durante su fastuoso y largo reinado, basta señalar uno, la noche de San Bartolomé (24-25 de Agosto de 1572) para medir la importancia y el peso político de los mismos. Es sin lugar a dudas una de las reinas más controvertidas.

La noche de San Bartolomé

Catalina nació en Florencia un 13 de abril de 1519, hija del duque de Urbino, el gran Lorenzo II de Médicis y de Magdalena de la Tour, condesa de Auvernia. Siendo todavía una niña, de solo 14 años, pactaron su matrimonio político con Enrique, segundo hijo del rey de Francia Francisco I.

Tuvo diez hijos, todos famosos e importantes reyes, pero siempre a la sombra de su inteligente y muy poderosa madre. Catalina no solo fue una hábil conductora de la política europea, sino también una refinada gourmet, siendo la verdadera fundadora de la actual gastronomía francesa. Son hasta ahora temas básicos de la historia de la gastronomía europea, sus celebres banquetes en el Palacio de Fontainebleau.

Catalina de Médicis también influencio en otros aspectos de la vida social francesa, modernizo la ropa interior femenina, dándole un toque sexy con atrevidos corsés. Diseño ropa especial llamada “amazone” para que las mujeres pudieran montar a caballo con mayor comodidad.

Era una versada en arquitectura y arte, el mismo Philibert de L’Orme, narra como tenia que consultar con ella, hasta el más mínimo detalle de los planos y la decoración del Palacio de las Tullerías y su exquisito jardín, que dicho sea de paso, es la única parte que se puede admirar en su forma original hasta nuestros días.

Estaba seguro que la cena de esa noche sería inolvidable, no solo por su suntuosidad sino por la muy interesante complejidad de los otros invitados, los tres Enriques. (Continuara) 

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