Dale un sabor especial a tu comidas. Foto: Glow Images
Las flores pueden incluirse de varias maneras en la cocina. Solo basta con integrar sus pétalos en las ensaladas, no solo con fines decorativos por sus alegres y llamativos de colores sino también para darle cierto dejo de picor y frescura. Las flores ideales para tal fin son las capuchinas o tacos de reina originarias del Perú, que al morderlas puedes sentir un algo de sabor a manzana verde apenas picante. Oriunda de los países del Mediterráneo, la lavanda presenta unas flores azules muy perfumadas ampliamente empleadas en perfumería.
Las rosas han sido empleadas en la cocina árabe durante siglos, además de ser símbolo de belleza por los egipcios, babilonios, romanos y griegos. No solo son apreciadas por su aroma sino que otorgan a los platos un delicado sabor dulce. Vale aclarar que no todas las especias son aptas para cocinar, siendo las más indicadas para tal fin las rosas gallica, damascena y centifolia. Cuanto más perfumada sea la rosa más marcado será el sabor. Son ideales para elaborar pasteles, mermeladas, dulces, almíbares, vinagres, infusiones, cremas y vinagres.
Las flores de calabacín rellenas (cocina mexicana y mediterránea, especialmente la italiana) o en forma de tempura (estilo de fritura japonesa) son un manjar delicado en sus diferentes versiones así como cuando se utilizan en relleno de pastas, sopas y salsas. Las flores de menta, ciboulette (cebollín) y tomillo pueden aromatizar mantequillas, siendo excepcionales para condimentar pescados u otras carnes. En el caso de las violetas además de sus usos culinarios para elaborar caramelos, repostería, infusiones, sopas presenta propiedades curativas para tratar la tos, dolor de cabeza entre otros.
Caléndulas, violetas, borrajas, flores de naranjos y limoneros, crisantemos, hibiscos y magnolias no solo son placer para la vista sino para el paladar pero debes estar seguro de donde provienen ya que comprarlas en una floristería es impensable, debido a que generalmente son tratadas con sustancias tóxicas como pesticidas. Otro dato a tener en cuenta es que solo se deben consumir los pétalos ya que los estambres y pistilos pueden llegar a dar un gusto amargo al plato.
Con sabor a lavanda
Para preparar una natilla, flan o helado con este sabor, empieza por calentar a fuego lento la leche a utilizar con flores de lavanda para que desprendan su perfume, dejándola reposar luego por espacio de media hora. Luego sigue con la receta acostumbrada y obtendrás un sabor completamente distinto, sutil pero extravagante. Esta misma flor queda muy bien en guisos de pollo, arroz, conejo e incluso aderezos para ensaladas. De hecho puedas darle un toque de sabor al vinagre agregando sus flores y hojas.
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