El perro de la fotógrafa y artista Sally Davies, rechaza una hamburguesa y papas fritas de una Cajita Feliz de McDonald's que su dueña afirma compró hace seis y que se mantiene sin cambios desde entonces, el 14 de octubre de 2010 en su apartamento de Manhattan, Nueva York.
Una mujer en Nueva York que compró hace seis meses una hamburguesa y papas fritas en la cadena de comida rápida McDonald's afirma que la comida está casi igual que cuando la compró.
La denuncia, respaldada por una aparentemente indestructible "Cajita Feliz" en el apartamento en Manhattan de la fotógrafa Sally Davies, ha sorprendido a quienes han seguido el caso.
La hamburguesa salió en programas de televisión y es sujeto de intensas especulaciones, mientras la gente se pregunta cómo es posible que este alimento apenas muestre vestigios de deterioro después de pasar seis meses en un plato.
"Todo comenzó con una apuesta con un amigo", dijo Davies a AFP. "Así que el 10 de abril compré una hamburguesa y comencé a fotografiarla, y nada sucedió realmente. Tuvo olor un día, y luego dejó de oler".
La hamburguesa se encogió un poco, pero no tiene moho y visualmente es igual a la que se entrega en una de las famosas cajas de McDonald's.
Como dice Davies, no hay olor. Sus dos perros pasan frente a la hamburguesa sin mostrar el más mínimo interés.
La duración de esta "Cajita Feliz" ha intrigado y preocupado a muchos, ante el inevitable cuestionamiento de cómo es posible que un alimento que puede durar tanto tiempo pueda ser saludable.
McDonald's declinó dar entrevistas, pero dijo en un comunicado que "no es posible dar explicaciones sobre este reclamo sin conocer las condiciones en las cuales esta comida se ha mantenido. Por ello, advertimos fuertemente contra conclusiones precipitadas".
Por otra parte, algunos acusan a Davies de estar montando un ardid publicitario.
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