Cuatro camiones, escoltados por una veintena de carros de seguridad y que transportaban 30 cajas de madera con las piezas, se desplazaron desde el aeropuerto de Lima hasta el Palacio de gobierno bajo la vigilancia de unos 600 policías distribuidos en diversas partes de la ruta, comprobó un periodista de AFP.
Al momento del ingreso de los camiones por la Plaza de Armas, destacamentos de diversas unidades de las Fuerzas Armadas y Policiales rindieron homenaje en medio de una salva de cañones y los acordes de la banda de música de la policía.
"Son tesoros, aunque no sean de oro o de piedras preciosas; el tesoro verdadero es que han sido hechos por las manos de nuestros ancestros", dijo el presidente Alan García, quien esperó las piezas en la puerta principal de Palacio junto a sus ministros.
Tras la recepción de la primera caja se entonó el himno nacional.
"Bienvenida pues esta parte de nuestro pasado, esta parte de nuestra carne y de nuestra sangre", dijo el mandatario.
En Palacio de Gobierno las piezas "estarán en cuarentena por dos días, luego los expertos abrirán los paquetes y verificarán que todo está completo", dijo el ministro de Cultura, Juan Ossio.
La primera entrega, que consiste en 366 objetos "museables" (en buen estado de conservación) entre esqueletos completos, jarrones, vasijas de arcilla y unos mil fragmentos, se produce con motivo de celebrarse en julio el centenario del descubrimiento mundial de la ciudadela inca de Machu Picchu.
Luego de este primer grupo, el segundo lote está previsto para arribar en diciembre de este año, mientras el tercero y último llegará en 2012.
"Una vez terminada la labor de los técnicos, los objetos serán exhibidos en la casa de gobierno por unos días, para después ser trasladados a la ciudad del Cusco (sudeste)", dijo Ossio.
El ministro anunció que se firmó un convenio entre Yale y la universidad San Antonio de Abad del Cusco para realizar trabajos de investigación en conjunto sobre las piezas, intercambio de profesores, así como visitas de estudiantes del Cusco a Yale para perfeccionarse.
Los objetos, que suman más de 44.000, fueron llevados por Bingham a Yale entre 1912 y 1916 para ser estudiados durante 18 meses, pero nunca fueron devueltos, tal como era el compromiso inicial.
Carlos Milla, presidente de la Cámara de Comercio del Cusco, dijo que la exposición de los objetos tendrá un impacto potencial en el turismo "y se pueden impulsar otros conceptos, como que Machu Picchu es la expresión máxima de una civilización que se logró en base a sus valores".
Desde 2001, durante el gobierno del presidente Alejandro Toledo (2001-2006), Perú inició gestiones para que las piezas y fragmentos recolectados por el explorador estadounidense retornaran a Perú por ser parte de su patrimonio cultural.
Ante la falta de voluntad de Yale de devolver los objetos, Lima lanzó una ofensiva diplomática el año pasado para recuperar las piezas, que incluyó una carta del presidente Alan García a su par de Estados Unidos, Barack Obama, en la que pedía su intervención ante la universidad estadounidense.
Finalmente, en noviembre el gobierno peruano y Yale llegaron a un acuerdo y se firmó el memorando de entendimiento.
La ciudadela de Machu Picchu está en la cima de una montaña en el Cusco (sureste) y es patrimonio de la humanidad, además de ser uno de los principales centros de atracción turística del mundo.
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