EL PEPINO
Esta situación ha llevado a los agricultores a generar grandes pérdidas, teniendo que eliminar toda la producción. No obstante, se ha demostró que los pepinos españoles no contenían la bacteria, aunque demasiado tarde.
Por esta motivación, vamos a investigar en las múltiples bondades que aporta a nuestro organismo esta singular verdura y las múltiples aplicaciones que tiene en la dieta mediterránea y en la nueva cocina de diseño.
No obtante, antes de conocer sus bondades, hagamos un breve recorrido por la historia de esta verdura tan presente en nuestra gastronomía.
El pepino se cultiva desde hace más de 1.000 años antes de Cristo y aunque se piensa que es oriundo de la India, su cultivo se ha extendido tanto que es difícil determinar su procedencia. Ya formaba parte de la gastronomía griega (con el nombre de "sikuos") y romana. Según cita Plinio, nunca faltaba entre los platos servidos al emperador Tiberio.
Hoy en día, es un ingrediente típico en las ensaladas mediterráneas y su variante encurtida un popular aperitivo. Fueron los romanos quienes lo introdujeron en Europa y los españoles quienes lo llevaron a América.
PROPIEDADES
De todos es conocido que el pepino es un potente hidratante cutáneo gracias, entre otros, a sus vitaminas B y C, y por ello usado en diversas mascarillas o productos hidratantes para la piel, por que tiene contiene abundantes mucílagos, esencia, carotenos, aminoácidos y celulosa.
Además, se usa como demulcente, antipruriginoso, emoliente, diurético, depurativo. Indicado para cistitis, urolitiasis, oliguria. También en uso tópico, para los cuidados de la piel: cutis grasos, comedones, pieles sensibles, arrugas.
La mascarilla de pepino es excelente para dar suavidad a la piel, quitar manchas y arrugas. Se cuenta el caso de célebres bellezas, como la francesa Ninon de Lencios, que usaba el zumo de pepinos para rejuvenecer su piel, y nos enseña a preparar un aceite de pepino para esos mismos fines, de la siguiente manera:
Se pelan y se cortan ¼ kilo de pepinos y se hace calentar (sin hervir) en 1 ½ litros de aceite de oliva y luego, después de enfriado, se pasa por un colador y está listo para ser usado.
Este fruto, considerado comúnmente como una hortaliza al tener una concentración modesta de vitamina C. Cien gramos de pepino aportan aproximadamente un 10% de la ingesta diaria recomendada de 60mg/día. La vitamina C participa en la supresión de nitrosamina, cuyo carácter cancinogénico ha sido demostrado. Esta vitamina también puede dar protección contra varios tipos de cáncer e intensifica las funciones inmunológicas.
Aunque también hay que tener algunas precauciones a la hora de su ingesta porque debido a su alto contenido en celulosa, puede resultar indigesto. Algunas variedades presentan un sabor amargo debido a su contenido en curcubitacina C, debiendo desecharse.
Debería comerse completamente natural, solamente bien lavado y sin cáscara, aunque la alternativa es ponerle limón o yogurt pero muy poca o casi nada de sal.
RECETAS
Una vez analizados los múltiples beneficios de esta hortaliza, pongámonos manos a la obra y llevémoslo a los fogones de nuestras cocinas, ofreciendo recetas sencillas y saludables para estas próximas fechas vacacionales.
Un plato que es ideal para acompañar platos de arroz o milanesas, albóndigas o croquetas vegetarianas es la ensalada proteica. Primero remojamos durante por lo menos tres horas porotos y lentejas, y luego cocinarlos hasta que se ablanden.
Posteriormente cocinamos las judías verdes, dejándolas enfriar y cortarlas en juliana. Después mezclamos todos los ingredientes, adicionando tofu en cuadraditos, y brotes de soja, pepino y morrón crudos. Para concluir, condimentamos con sal y aceite.
La ensalada proteica debe consumirse en pequeñas porciones, ya que de lo contrario puede ocasionar trastornos digestivos.
Otra receta, que en este caso el pepino es el principal protagonista, son los pepinos rellenos con jamón. El proceso de elaboración es muy sencillo. Partimos los pepinos por la mitad y a lo largo, les quitamos las pepitas y guardamos parte de la pulpa. Luego cortamos patatas en daditos y picamos o rallamos huevos duros.
Mezclamos bien todos los ingredientes con la pulpa que teníamos reservada y rellenamos con esta mezcla los pepinos. Los tapamos con la otra mitad.
Una vez tapados, envolvemos cada pepino en papel de aluminio ligeramente aceitado y asamos al horno durante 15 ó 20 minutos, dándoles la vuelta frecuentemente.
Y no podía faltar dentro de este recetario del pepino, un buen postre preparado con este ingrediente tan nutritivo, el cacik (bebida fría de pepino y yogur).
Para preparar el cacik, lo primero que hay que hacer es lavar los pepinos, pelarlos y trocearlos junto con el ajo, en el vaso de la batidora.
Después, añadimos un yogur por comensal, las especias y la hierbabuena.
Finalmente, lo batimos, añadiendo agua helada hasta lograr la textura deseada, más cremoso o más ligero. Ya tenemos una refrescante y nutritiva bebida compuesta básicamente de pepinos.
Queda demostrado que además de tener múltiples usos y aplicaciones, el pepino es sin lugar a dudas un ingrediente básico si queremos llevar una dieta básica y alterativa.
Poco más que añadir queda sobre esta verdura, que aunque procedente de la India, los españoles llevamos a América conscientes de sus enormes beneficios y que tan bien hemos sabido cultivar en nuestros campos a lo largo de los siglos de una manera sana y tradicional.
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