LA COLA DEL MONO - CAP: 1
Crónicas y Leyendas de la Gastronomía Peruana
La Cola del Mono y Los Círculos de Confianza - Capitulo 1
Por: Jaime Ariansen Céspedes - Instituto de los Andes
La mayoría de los profesores disfrutamos investigando, es una de nuestras razones de ser y existir. Por supuesto, uno de los temas mas atractivos es la historia y sus aspectos mágicos y religiosos.
No soy una excepción y estos capítulos son para mí los más apasionantes y además es una forma de entender él por que de muchas cosas.
Una de las primeras investigaciones académicas que realice en este aspecto, fue tratar de descifrar el mensaje mitológico de la cultura peruana.
La información auroral a llegado a nosotros en base a la transmisión oral, y por lo tanto algunos elementos se han perdido en el tiempo y otros quedaron algo escondidos.
Si a esta situación, le añadimos que son pocos los investigadores que se han dedicado a los temas mitológicos, el grado de dificultad para encontrar información es mayor para los que se interesan en estos menesteres.
Otra de las características anecdóticas para este trabajo, fue mi profesión de ingeniero, muchas veces he escuchado comentarios como el siguiente: “que hace este matemático inmiscuyéndose en temas de historiadores, arqueólogos, sociólogos ó chefs”.
Literalmente, tuve que estudiar durante muchos años estas disciplinas, para poder recorrer senderos que estaban completamente cerrados para un “simple” ingeniero.
Uno de los objetivos que rondaba en mi mente era descubrir al heraldo de los dioses en el antiguo Perú. Su búsqueda fue uno de los primeros objetivos de esta investigación.
En todas las mitologías existe un vehículo de comunicación entre los de arriba – los inmortales – y los de abajo – los humanos – y los de mas abajo todavía – los que habitan en la oscuridad del infierno, los demonios del mas allá.
Generalmente se repiten las figuras - en el ámbito de la mitología mundial - el heraldo tiene la apariencia de un hombre joven, apuesto, bueno, que realiza diligentemente la tarea de transmitir información y entendimiento entre el mundo mágico y la realidad terrenal.
Comencé estudiando a un personaje de la mitología griega, pensando que me serviría de modelo en la búsqueda de nuestro heraldo nativo. El elegido fue Hermes, el hijo de Zeus y de la náyade Maya, que desde su nacimiento en la cumbre de la montaña Cilino, en Arcadia, dio señales de especial creatividad y simpatía. Invento la lira y a través de la poesía de su música pudo comunicarse con mucha empatía y deleitar a cuanta persona lo escuchaba.
Por otro lado, valiéndose de sus facultades y conocimientos, ayuda a muchos con gran sagacidad y prudencia. También les enseña oficios, especialmente relacionados con la agricultura y el campo.
Hermes, durante toda su vida ofrece provechosa ayuda, esta muy cerca de su padre Zeus, quien lo elige como a uno de sus hijos predilectos. La misión de Hermes como el interlocutor oficial entre los dioses y los hombres, la realiza perfectamente.
Aplicando estos indicios, dedique algunos años de paciente búsqueda para encontrar un personaje similar en el mundo mágico andino. Por fin la investigación dio sus frutos, fue una gran logro descubrir a nuestro heraldo, que precisamente no se parecía a Hermes, me refiero a Chiwake.
Tenia una importante iconografía en la cerámica y textileria, incluyendo una hermosa figura en las pampas de Nazca y era nada menos que un singular colibrí. - luego vino lo mejor, el premio a la constancia, cuando encontré la explicación de como Chiwake, nuestro heraldo, había enseñado a cocinar a los antiguos peruanos con la misma habilidad que los Dioses, entonces sentí una plena satisfacción... al añadir a mi intelecto algo importante, trascendente... los peruanos cocinan como los dioses.
Quedaban muchos temas pendientes y tenia el firme propósito de ampliar la misión cuanto fuese necesario. El siguiente objetivo, muy importantes, era encontrar “la espiral de la vida” el símbolo que representa el inicio de todo y señala la trayectoria hasta llegar al infinito y que une a través de un común denominador a la mitología universal. Por supuesto, este logro nos guiaría al concepto de los Círculos de Confianza y de esta manera podría completar la mágica trilogía.
Un inolvidable día, el 23 de Septiembre de 1980, conocí a un personaje entrañable, la doctora María Reiche, famosa científica que descubrió para el mundo a uno de nuestros grandes tesoros, las líneas de Nazca y desarrollo la explicación científica de cómo habían sido trazados en el desierto estos gigantescos geoglifos y que se veían solo desde el aire. Eran sus figuras, su vida misma.
En su campamento, hablamos de su fabuloso trabajo y recibí un regalo que atesoro en mis recuerdos, una larga y franca sonrisa de aprobación, cuando escuchó mi versión mitológica de su colibrí y mis deseos de descifrar los misterios de la fuerza de la vida.
De regreso en hotel de Nazca, comencé a hojear por enésima vez el hermoso libro que había adquirido en el museo, admiraba cada una las misteriosas figuras, cuando llamó mi atención, brillaba como el lucero del alba, la figura del mono y su simbólica cola, allí estaba el talismán que había buscado con ahínco.
Esa noche no dormí de impaciencia, debería estar en el lugar lo antes posible, pocas horas después estaba parado al centro de la espiral - en la Cola del Mono – sentí de inmediato su gran energía - telúrica - al iniciar el periplo desde el pasado rumbo al futuro.
Me habían proporcionado unas especiales sandalias con ancha y delgada plataforma para no dañar las huellas de la figura. Caminando en silencio, lentamente y con profundo respeto, sentí en cada paso, con gran intensidad la fuerza de los siglos, giraba vertiginosamente a mí alrededor, acompañados de un remolino de luz multicolor, producido por danzarines rayos de sol que paralizaban cualquier forma de entendimiento y dejaban lugar solo a una total subyugación.
Cuando termine el recorrido estaba mareado y mientras recobraba el aliento comencé a sentir una fresca satisfacción - una especie de paz interior - que neutralizaba al inclemente calor de las pampas de Nazca.
Felipe Cáceres, mi erudito guía noto de inmediato mi turbación, diligentemente me ofreció agua fresca y espacio para que pudiera asimilar lo que había sucedido.
Minutos después y ya en el camino de regreso, me dijo; compadre, existe una persona que conoce la historia y los secretos de la cola del mono, el lugar es un poco lejos y difícil de llegar, pero creo que vale la pena el encuentro, sino nunca vas a entender lo que ha sucedido esta mañana.
Voy a necesitar como una semana para arreglar los detalles del viaje y obtener los permisos respectivos, especialmente coordinar aspectos ceremoniales, no es una tarea fácil.... hay que tocar muchas puertas y algunas ventanas... por supuesto conteste de inmediato.
La siguiente semana fue de ansiosa espera, mitigada por la hermosa piscina del hotel, una gastronomía sin par y harto pisco sauer, elementos que acondicionan positivamente a cualquier mortal. En pleno disfrute del sexto atardecer, apareció nuestro guía diciendo, Jaime, esta todo arreglado, partimos el lunes a primera hora. (continuara) - jaimeariansen@hotmail.com
Nota: Es una excelente decisión haber elegido la cola del mono como emblema de la marca Perú
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