Blogia
CENTRO DE INVESTIGACIÓN DE LOS ANDES

04 OPINION DE MILAGROS LEIVA

 
POLEMICA SOBRE LA GASTRONOMIA PERUANA
Escribo mucho y no he publicado ni un solo libro, pero te felicito Iván Thays porque tú sí lo has hecho y hasta tienes un blog en El País. Eso no lo consigue cualquier vecino iletrado y bien por ti. Me alegra que tengas tu espacio en uno de los diarios más importantes de habla hispana. Has tenido la bendición de poder estudiar, de leer mil libros, de empaparte de palabras y ahora te ganas la vida escribiendo y enseñando literatura. Siempre recuerdo tu programa “Vano Oficio”, tus conversas con los escritores y tus recomendaciones bibliográficas. Sé que es muy difícil vivir como escritor en nuestro, Perú pero tú te has esforzado en no traicionar tu vocación y eso se tiene que celebrar. No te puedo decir que eres mi escritor favorito porque estaría mintiendo, tampoco diré que tus libros me indigestan porque me parecería ofensivo. Solo quiero decirte que con palabras más, palabras menos, has herido a muchas personas y me incluyo.

No soy facha por defender la comida peruana, tampoco hago del anticucho una esvástica porque he leído los horrores que causo el nazismo y Dios nos libre de tener eso en el Perú. Me pareces injusto. Eso me pareces.

Decir que no te gusta la comida peruana no es un delito, que te parezca indigesta y poco saludable es altamente discutible. No sé dónde habrás comido, qué plato habrás pedido y con quién (las compañías a veces desencadenan dolores inesperados de estómago) pero la generalización y la falta de precisión es un pecado mortal para un escritor que ama las palabras. Al menos eso creo yo.

A mí si me gusta la comida criolla, hay platos que me parecen altamente sazonados y huyo de ellos, pero en general me parece un carnaval creativo de sabores. Como tú, creo que el suspiro a la limeña es una sobredosis de azúcar y con una cucharita me empalago, pero no por eso petardeo los postres del Perú. Yo me quedo con los picarones. Un par, por favor.

Soy peruana comelona y muero feliz con mi papa a la huancaína y mi causa rellena de langostinos y mis tiraditos en dos tiempos. Me gusta hacer recorridos por los restaurantes y cuando un foráneo aterriza soy la primera en disfrutar viendo su cara ante nuestros sabores. Suelo pedir una Inca Kola bien helada aunque mis amigos ponjas y gringos me digan que a veces les sabe a chicle artificial. La Inca Kola me gusta porque me recuerda a mi infancia y a mi patria, porque me recuerda mis afectos. Detesto las guerras (cualquiera que sea) y no celebro a Grau, menos a Bolognesi; por lo mismo siempre diré que mi héroe nacional es la Inca Kola porque en nuestro país derrotó a la Coca Cola y si te parezco superficial, snob o chauvinista en serio no me preocupa. Prefiero una guerra de colas a mil balas que maten gente.

Racistas sí somos, pero creo que vamos encontrando nuestras propias conexiones y aceptando nuestras diferencias y aunque te cueste reconocerlo el llamado boon gastronómico sirvió para unirnos. ¿Unión endeble? Ni idea, pero al menos en algo estamos unidos. ¿Eso no interesa?

A mí sí me alegra que Mario haya ganado el premio Nobel aunque en Pampalca o Vilscashuaman las niñas ayacuchanas no sepan ni siquiera que Vargas Llosa escribió Pantaleón y las visitadoras. ¿O tú crees que en Sudáfrica con todas sus miserias todos han leído a mi favorito Coetzee? El día que Mario leyó su discurso estaba tan emocionada que hasta hoy celebro que tengamos un Nobel. El escritor se hizo solo, es cierto, ¿y acaso no tenemos que alegrarnos de eso? ¿El tema de discusión era la falta de educación y la escasa comprensión de lectura en el Perú? No, el tema era la comida peruana y tú lo pusiste sobre la mesa.

Ojalá y existan más Juan Diegos y Sofías y hermanos Ccori, ojalá y más escritores peruanos ganen más premios literarios y más directoras de cine lleguen al Óscar. Para mí no son orgullos epidérmicos. Son peruanos que se han esforzado por alcanzar sus metas y respeto sus logros. Alégrate de sus esfuerzos personales que ya sabemos todos que el Estado solo sirve en muchos casos para la foto. Alégrate y más bien pide más apoyo. Tú no eres un Don Nadie y si eso es lo que más te ha dolido de los comentarios tirátelos al hombro porque imagino que a estas alturas de tu vida ya sabes quién eres y todo lo que has escrito. Nadie ha convocado a las masas para insultarte, eso es demasiada paranoia. Uno asume las consecuencias de sus actos y de sus palabras y punto. Aquí no hay víctimas ni verdugos, aquí hay opiniones.
Por eso pregunto.
¿Me puedes explicar por que estás mezclando papas con camotes? ¿Chicha con limonada? ¿Por qué estás volteando la tortilla? No lo sé. ¿O crees que la mejor defensa es el ataque?

A todos los memoriosos nos incomoda las insinuaciones de Movadef, a todos los que hemos reporteado historias de víctimas nos asquea Sendero Luminoso y el MRTA, a todos los que hemos crecido y vivido con el terrorismo encima nos aterra volver al baño de sangre, ¿me puedes explicar que tiene que ver eso con la defensa de nuestra comida? ¿Acaso no podemos defender nuestro ají de gallina y cerrar filas? Yo creo que sí. Y los que no quieren que exista un pensamiento unido en torno a un solo tema está bien que discrepen, ¿pero hace falta descalificar a quien piensa que la comida peruana es rica y sabrosa? ¿Por qué y para qué? ¿Tenemos la culpa de que no te guste un lomo saltado?

Los peruanos tenemos mil defectos, mil defectos, y podemos enumerar todas nuestras desgracias políticas, pero por qué quieres aderezar con rocoto un tema que no lo necesita. El triunfo del movimiento en torno a la comida peruana fue justamente que no necesitó de un partido político para lograr la unión. Y el gran responsable fue Gastón Acurio que me parece un tipazo, un peruano que quiere hacer patria (frase que por lo visto detestas) y lo ha logrado a punta de esfuerzo. A mi sí me encantaría que llegara a ser presidente y por lo tanto jefe supremo de las Fuerzas Armadas, haría tanto por el Perú (hace tanto) que ya puedo imaginar cómo sería su gestión. Se lo he dicho, se lo he preguntado y Gastón me ha dicho mil veces que no se lanzará. Ojalá y cambie de opinión. Por que aunque le duela a sus críticos, Gastón logró algo inimaginable: bajó los egos, desinfló las vanidades de los cocineros y los unió a todos, incluso al buen Rafael Osterling que mencionas y que de vanidoso o pretencioso no tiene nada.

Por lo que leo en tu blog imagino que te hubiera encantado ser el hombre más celebrado del Twitter por tus libros y por tus personajes, imagino que hubieras dado todo porque los ingresos a tu blog fueran para felicitarte y no para insultarte, me apena el cargamontón a tu persona, pero en serio no creo que seas el personaje más odiado del Perú, pensarlo es demasiada pretensión o vanidad de tu parte. Sí creo que provocaste una serie de comentarios porque dijiste que nuestra comidad era indigesta y poco saludable y porque más o menos nuestros postres son intragables. Es tu opinión y se respeta tu libertad, pero no me pidas que te aplauda. Y por decirlo no soy facha ni chauvinista ni todas las tonterías que hoy piensas. No te odio ni detesto y no creo que seas un mal escritor, pero tu vanidad actual ha sido, literalmente, algo difícil de digerir. ¿Vanidad o envidia? Eso es lo que todavía no logro distinguir.

0 comentarios