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CENTRO DE INVESTIGACIÓN DE LOS ANDES

COCINA MOLECULAR

 

Freír una carne sin aceite o congelar alimentos sin frío son cosas nos hubieran sonado a broma si las hubiéramos escuchado diez años atrás. Hoy, gracias a la cocina molecular, se está llegando a esa utopía digna de películas de ciencia ficción. Según la BBC, la tendencia en la cocina es “la búsqueda de técnicas que permitan reducir el uso de grasas y, por tanto, el contenido calórico de los alimentos.

Existen en el mercado algunas técnicas para freír o expandir (término técnico de freír) alimentos sin necesidad de grasas. “Una de ellas se conoce como descompresión instantánea controlada (D.I.C), en la que el producto se deshidrata y se somete a un efecto vacío que hace que éste se expanda y tenga la estructura crujiente ansiada en los fritos.

El sabor de lo que se “expanda” con esta técnica no será igual al grasoso. Será mejor. Conservará el sabor puro del producto.

FRÍO SIN FRÍO
Cuando se ha mantenido por mucho tiempo un alimento en la congeladora, este queda con cristales de hielo en su interior. Estos le hacen daño a lo que han enfriado, le resta sabor y modifica su consistencia original. Ante ello, también están desarrollando una forma de enfriar sin frío. “*Se emplean líquidos como el nitrógeno u ondas magnéticas*, que no solo mantienen a raya los cristales sino que hacen que el proceso de descongelación altere menos la textura, sabor y propiedades de la comida”, resalta la BBC.

Por otro lado, el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) también está realizando esfuerzos para revolucionar el mundo de la comida. Desde el 2010 tiene a prueba una máquina llamada Cornucopia. Una impresora de comida que almacena en frío distintos productos que luego mezcla, calienta y también enfría realizando distintas combinaciones de ingredientes.

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