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CENTRO DE INVESTIGACIÓN DE LOS ANDES

PRINCIPIOS DEL DISEÑO DE PRODUCTOS

Una de las figuras claves del diseño industrial moderno, Dieter Rams, redactó un listado de principios aplicable a cualquier área del diseño en general, con un enfoque perfectamente actualizado a las necesidades de hoy. Trabajando en los años cincuenta para la firma alemana Braun, nos ha dejado como legado la representación de los mejores ideales de la legendaria escuela de Ulm4 (post Bau­ haus).

El mismo Dieter Rams los expone:

He formulado diez principios que servirán de orientación a mis colegas, a mis estudiantes y a mí mismo. De estos principalmente el diseño es una cualidad del producto que juega un papel decisivo en estos sucesos del mercado en el grado de producción para largo tiempo y que facilita la penetración en nuevos mercados.

10 principios para un buen diseño industrial

01 El buen diseño es innovativo

02 El buen diseño exalta la facilidad de uso del producto

03 El buen diseño posee calidad estética

04 El buen diseño vuelve comprensible el producto y exalta las dotes de auto explicación

05 El buen diseño es discreto

06 El buen diseño es honesto

07 El buen diseño es resistente

08 El buen diseño es coherente en los mínimos detalles

09 El buen diseño respeta el ambiente

10 El buen diseño es el menor diseño posible

 

En la práctica del diseño, el proyectista debe decidir, partiendo de cero para cada producto, cuáles funciones tomará en consideración. Esto de lo cual habremos necesitado es una comprensión más profunda de la tecn­logía 

1. EI buen diseño es innovativo

Innovación hoy día es una slogan, usado para indicar novedad espectacular, que ojalá se limitara a cambios exteriores, de fachada. El diseño ha visto como factores de coordinación en grado de garantías que todos los factores son equilibrados du­rante el largo proceso de desarrollo del producto. Esto no significa que en un futuro todos los productos tendrán el aspecto de los de hoy.

Sin sacrificar las reglas de la proyección (pero probablemente modificándolas) la proyección de un producto re­flejará el nivel alcanzado al momento de la tecnología, de los procesos productivos y de la necesidad de utilizar nuevos materiales..

2. El buen diseño exalta la facilidad de uso del producto

Creo que un aparato está bien proyectado cuando se le puede usar de la mejor manera. El proyecto de un aparato según su función es el resultado de una interacción intensa y global con la realidad de uso, la vida, los sueños, los deseos y los sentimientos de los se­ res humanos.

El diseño no debe reducir las personas a máquinas. Esto significa que quien proyecta objetos de uso debe satisfacer más funciones que la primaria, por ejemplo funciones psicológicas, o bien que la función primaria deba ser congruente con el resto del ambiente individual del usuario.

Es fácil, sin embargo, perderse en la búsqueda de funciones complementarias, las funciones pueden entenderse hasta cubrir el espectro de cada posible estilo de vida. Debemos esforzarnos de filtrar los aspectos significativos a través de la discu­ sión con los especialistas del marketing, del desarrollo y de la producción, para alcanzar una forma que inte­ gre eficientemente las funciones complementarias con aquellas principales.

3. El buen diseño posee calidad estética

La estética de un producto y su encanto son en efecto parte intrínseca de su función y de su utilidad. Todo este Kitsch5 espectacular moderno me da nervios 

4. El buen diseño vuelve comprensible el producto y exalta las dotes de auto explicación

Ilustra el producto en modo lógico. En muchos pro­ductos la capacidad de auto explicación es práctica­mente nula. Están para decirle a los -enemigos proyec­tuales- que no se arriesguen a resolver sin estudiar las instrucciones de uso frecuentemente frustrantes.

5. El buen diseño es discreto

En los últimos años el significado del diseño esta haciéndose siempre más importante. Lo demuestra el número de debates sobre el argumento. Y esto de­ muestra también que la industria encuentra una dificultad siempre mayor a obtener ventajas del producto decisi­vas y significativas en las áreas clásicas como el precio razonable, la prestación tecnológica particular o la alta calidad.

6. El buen diseño es honesto

Muchas veces la gente se lamenta que el diseño de­masiado cargado busca trampear, es decir, acercar la gente considerando las reales características de un producto, o por lo menos de alentar al cliente o al usua­rio a engañarse igual. Seguidamente los diseñadores están en un deber educativo, dado que son partícipes del desarrollo de la sociedad y de la cultura y no pue­ den refutar esta responsabilidad. 

7. 8. 9. El buen diseño respeta el ambiente, es resistente y coherente

Los puntos 7, 8 y 9 consideran la responsabilidad del diseño en la creación del ambiente humano. El buen diseño mira a la duración, a la precisión y es atento al ambiente en cuanto a los materiales que utiliza y al mantenimiento exigido por el producto.

La creciente importancia de la protección del medio ambiente, así como las consecuencias del uso de los materiales o la atención en el uso de la energía y de la materia prima, no son sin importancia para el dise­ño. Pero pienso también en la contaminación visiva. En mi experiencia eso turba y empobrece el ambiente en cuanto ponemos, la contaminación del área, del terre­no y del agua.

10. EI buen diseño es el menor diseño posible

Nuestra única posibilidad real es el retorno a la simplicidad.

 

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