SERIE: HISTORIA DEL TE
Por Érika Hernández Jiménez.
Docente de Universidad ETAC, campus Coacalco.
China, año 2737 antes de Cristo.
“Un día de mucho calor, el emperador Shen–Nong, descansaba a la sombra de un arbolito; tuvo sed y, según una nueva costumbre, se puso a hervir un poco de agua. Pero he aquí que, de pronto, se levanta una ligera brisa, refrescante… el arbolito tiembla de gozo. Arrebatado ya por la inspiración, el emperador se propone componer algún poema. Entonces, tres hojas se desprenden del árbol y dan vuelta unos instantes antes de posarse sobre el agua trémula.
Shen-Nong espera un poco y luego, por curiosidad, acerca sus labios a esta infusión nacida del azar: ¡jamás había probado un néctar semejante! El arbolito silvestre y sin nombre, a cuya sombra se había dignado sentarse el último de los augustos, se convirtió, en lo sucesivo, en el té.” (El libro del amante del té, de Sabine Yi, Jacques Jumeau-Lafond y Michel Walsh, Historia de Té de Jaime Ariansen Céspedes).
Ya sea que este relato nos parezca suficiente para entender la historia del té o no, la realidad es que esta bebida se ha popularizado mucho en las últimas décadas. Y no es sólo que a las cinco de la tarde los ingleses tengan la sana costumbre de tomar su respectiva taza o que en oriente sea una bebida fundamental. Es que junto con el café, al menos en México, se ha vuelto una bebida cada vez más consumida entre los amantes de los brebajes calientes, que ahora se toman fríos, frappés, frutales, de hierbas medicinales o con base en infusiones de té negro, verde, rojo o blanco a veces mezcladas con aromas varios.
¿Hay diferencia entre el té y la tisana?
Los tés son de cuatro variedades: blanco, verde, negro y rojo (Oolong) que provienen de las hojas de la Camellia sinesis sus diferencias provienen del grado de fermentación de las hojas de esta planta. Cuando las hojas están menos fermentadas se conserva el color verde, la mayor fermentación logra la tonalidad rojiza y al dejarse oxidar se logra no sólo un color más intenso, el negro, sino también un sabor más fuerte. Para el té banco se toman las hojas verdes más tiernas con diminutos pelos blancos que logran un té con sabor mucho más suave. De estos cuatro tés, el verde es el que mayores propiedades tiene por sus cualidades antioxidantes.
Y las tisanas están hechas a base de hierbas, no la Camellia sinesis, semillas, extractos frutales o florales, frutos secos, cáscaras, ejemplos de tisanas son la Jamaica, menta, canela, azar, manzanilla. Algunas de ellas, debido a sus efectos naturales y benéficos sobre el organismo son consideradas como de efectos medicinales.
Recomendaciones para preparar té:
- Colocar las hojas o bolsas de té o tisanas después de que el agua ha hervido y mantener entre 30 segundos y cinco minutos antes de retirar del agua.
- No exprimir ni las hojas o bolsas antes de sacar del agua, pues esto provoca un ligero sabor amargo en la infusión.
- Acompañar con limón, leche o nada, según el gusto. De preferencia omitir el azúcar, ya que esto disminuye el sabor de la infusión.
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