ALMERIA, ESPAÑA
Se tapea a mediodía y de noche, en locales antiguos y gastrobares. Pero, sobre todo, con charla, sin el bullicio de otras ciudades y con horarios un tanto estrictos: de 12.30 a 16 h y de 20.30 a 23 h. Excepto los pinchos más elaborados, la tapa acompaña a la bebida de forma gratuita. Tú la eliges y, además de las del día (los sábados y domingos de otoño reinan las migas con boquerón), te ofrecerán varias opciones.Texto y Fotos: Pepo Paz Saz, www.elle.es
Una de las grandes aportaciones al recetario local son los chéringan: rebanada de pan tostado con alioli (o tomate) y acompañamiento variado, desde tortilla hasta caballa. La leyenda urbana vincula su origen a un cocinero del Café Colón, El Sheriff, y a los años 50 del siglo XX, en plena efervescencia de los rodajes en el desierto de Tabernas. Puedes comenzar en una de las calles míticas de la Plaza de Purchena: Granada y el bar Bonillo (nº 16). El local abrió en 1968 con vasos de duralex y una decoración al uso que lo harían pasar desapercibido si no fuera por sus célebres patatas bravas. Excelentes, cortadas en gruesas rodajas (no en gajos), crujientes en el borde, bien cocidas por dentro, y con una salsa casera muy picante. En Almería se le conoce como el bar de las bravas. No tiene pérdida.
A dos pasos reabrió otro clásico, el Capitol (Granada, 35), con barra y sala. Elige entre caballa en escabeche, gallo pedro, papas con alioli y boquerón, hueva frita, torta de camarones o patas de pulpo. Junto a la entrada a los Refugios de la Guerra Civil encontrarás una bulliciosa terraza, la del Kiosco Oasis 55 (Pza. Manuel Pérez García, s/n). Con la cerveza (2,20 euros) puedes elegir una tapa de fritadilla de bacalao, pastel de berenjenas, ajoblanco con atún o costilla en salsa agridulce. La tapa extra: 1,20 euros.
Dando la vuelta a los aljibes árabes se llega a otro que ha cambiado de cara: el antiguo La Receta es, desde agosto de 2013, Casa Modesto (Tenor Iribarne, 7). Vanesa, en la cocina, trasladó el local desde Benahadux hasta la capital, con notable éxito. En barra puedes probar unas excelentes tapas de cortesía (gratuitas) con tu bebida: boladillos de bacalao, cazón en adobo, brocheta de gambas a la plancha, crujiente de morcilla con confitura de tomate o carrillera de ibérico estofada, entre otras.
Miguel Moreno es el chef del gastrobar La Barra del Mediterráneo (Plaza de las Flores, 1), la opción informal del restaurante Mediterráneo. La terraza abre todo el año y el interior, acogedor, invita a degustar croquetas de salmorejo con mahonesa de jamón, patatas bravioli (de cortesía), o sardinas marinadas con pisto y ajoblanco (0,50 euros), pulpo a la gallega con espuma de patatas (2 euros) u ortiguillas de mar con mahonesa de algas (3,50 euros), entre las Premium.
En la esquina de la calle Tiendas –lleva a la Plaza Vieja– con Jovellanos encontrarás tal vez el local con más historia de Almería: Casa Puga (Jovellanos, 7). Abrió en 1890 y atesora recuerdos en sus paredes, llenas de fotos, azulejería y cubas de barro. Prueba sus tapas de bonito de atún seco en aceite de oliva y salsa de pimiento, mojama de atún con almendras o hueva de maruca con almendras y champiñones.
Un reducto de calma
Un rincón típico del centro almeriense es la Plaza Vieja (o plaza de la Constitución), en el espacio que ocupaba el zoco árabe. Junto al Hotel Lounge Plaza Vieja y los baños árabes se encuentra el restaurante Al Aire (Pza. Vieja, s/n), con el joven chef murciano Pedro Ortega, que se formó con el equipo de Quique Dacosta, al frente de sus fogones. Es un local perfecto para picotear. Entre sus tapas de cortesía prueba la ensaladilla rusa con espuma de mahonesa, kebab de pollo, tabernero (como llaman al pisto), bacalao quemado o marraná de pulpo (guiso típico almeriense). Entre sus pinchos no te pierdas los boladillos de ajo colorao y pintarroja y el tartar de salmón, ambos a 3 euros.
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