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CENTRO DE INVESTIGACIÓN DE LOS ANDES

ANTHONY BOURDAIN

Instituto de los Andes - Panel: Personajes

Vivir para comer / Anthony Bourdain, uno de los grandes de la cocina Por Kendon MacDonald Smith - Estaba muy escéptico con la conferencia de Anthony Bourbain. La verdad es que, con pocas excepciones, todos los 'grandes' de la cocina que he conocido no me han impresionado. Más bien han sido un fraude. No me han ofrecido nada. ¡Me mandan a dormir!

 

No tienen nada nuevo y son famosos porque salen en la televisión, no porque tengan algo que decir. Es parte del fenómeno del chef celebridad. La gente está feliz de verlos hacer cualquier cosa y todo le parece perfecto. Se ha llegado al extremo de que, cuando el famoso chef Emilio, que sale en el canal Gourmet, en los Estados Unidos, apenas dice que va a usar ajo, el público susurra "Oh, oh" y lo ovaciona de pie.

Acudí porque el evento estaba organizado por unos amigos que trabajan en Familia y Sin Padres (nadie entre el público notó la ironía de la diferencia entre los dos nombres). El evento se llevó a cabo en el Centro de Convenciones y no tuvo la asistencia que merecía. Participó un público muy entusiasta y había muchos aficionados y pocos profesionales. Supongo que estos últimos pensaron lo mismo que yo.

También es un hecho que, como ocurre en todo el mundo, el ego de los chefs ha subido como un soufflé bien hecho y muchos de los colegas se han vuelto inmamables. Pero los buenos sí estaban, los que creen que hay que seguir estudiando. Vi a Leo Katz, Leonor Espinosa, Daniel Kaplan y Juan Carlos Troya.

Bourdain es el infante terrible del gremio en el mundo. El que ha hecho todo al revés y realizado una carrera siendo irreverente. ¡Y sigue así, aunque está más cerca la segunda niñez que de la primera! No creo que haya sido un gran chef, pero, eso sí, pasó muchas horas frente a los fogones. Tiene sus fans y trabajó en restaurantes buenos. ¡Pero gran chef, no!

Él cuenta que entró a la cocina lavando platos. Y que llegó allí porque no había tenido éxito en la escuela y lo habían botado de todos los trabajos. En su época, la profesión no tenía nada de glamorosa. Era para fracasados. Progresó rápidamente en los restaurantes de Nueva York, tal vez el mercado más complicado del mundo. Alcanzó la fama con su libro 'Confidenciales de la cocina', que se convirtió en un best seller mundial. En él revela los secretos malos de algunos de los mejores restaurantes de la ciudad. Más que afectar a los chefs, influyó en el público, que se fascinó con las revelaciones. Durante el evento dijo que para ninguna de ellas había lugar en una cocina profesional de hoy día.

Es un excelente expositor; tiene carisma y dominio de su público.
Aunque pensé que iba a quedarme dormido, nada de eso. Su irreverencia y su sentido del humor son enormes. Nunca he escuchado tantas groserías en mi vida. Menos mal que habló en inglés y la traducción no fue tan lanzada. Si no, más de una tía cachaca se hubiera desmayado.

Uno de los secretos de las buenas exposiciones es la honradez con uno mismo. No hay que proyectar una imagen acartonada, en la que nadie cree. Bourdain entiende esto muy bien. La suya fue una de las presentaciones más honestas que haya visto.

Más que un chef, el señor es un filósofo de la cocina. Lo ha demostrado en su programa de televisión, que parece ser, por lo menos entre ese público, el más visto. El hombre viaja por el mundo probando las comidas y hablando con los personajes que se encuentra en el camino. Como todos los buenos programas de televisión, su éxito se basa en la personalidad del presentador. ¡Y él lo tiene todo!

Está en contra de la comida fusión (el público no estaba muy de acuerdo con él, porque todavía esa comida está de moda aquí). Le gusta la comida sencilla, la de las calles y plazas de mercado, la típica, y conoce a todos los grandes del mundo. Hasta la semana pasada se fumaba dos paquetes de cigarrillos al día. Le encanta tomar trago, sobre todo cuando los restaurantes están cerrados y se puede sentar con el chef a hablar de cocina, y prueba los tragos del país que está visitando.

Mostró su talento cuando llegó el momento de las preguntas, que contestó con honradez y humor. Fueron muchas y todas respondidas debidamente. El señor Bourdain es una superestrella de la cocina y el primero en visitar el país en esta nueva época de la gastronomía. Yo me declaro su fan y prometo no perderme su programa nunca. Mis felicitaciones a Familia por ser tan lanzados y arriesgados y traer a semejante figura. KENDON MACDONALDSMITH - vivirparacomer@eltiempo.com.co

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