EL BRINDIS
Por: José Alfonso Magill Salmon
La Filotesia - Se piensa que el acto de brindar se originó en el siglo IV AC. pero se realizaba por una razón bien distinta a la actual. En la antigua Roma para asesinar a alguien era usual que se envenenaran las copas, por lo que los anfitriones como símbolo de confianza chocaban fuertemente las copas con sus invitados, lo que producía que el líquido de una copa pasara a la otra. De este modo quedaba claro que no había habido ningún tipo de envenenamiento pues los dos que hacían el bridis bebían lo mismo.
Otra teoría afirma que en la antigua Roma se decía que del vino disfrutan todos los sentidos menos el oído. Con el chocar de las copas este sentido también participaba del gozo de la bebida.(Cfr.wikipedia) tambien hay otra version que ubica el inicio de chocar las copas en la edad media puesto que cuando un rey queria expandir sus dominios casaba a su hijo con la hija de otro rey y envenenaba a este con una copa de vino igual que como se ubicaria en tiempos romanos.
A estas versiones se suma una mas antigua que he encontrado en un antiguo libro de 1904 sobre las costumbres y en el describen algunos vicios como la gula y la embriagues, en este libro se menciona que cierto personaje llamado Suidas hace referencia a la costumbre de saludarse en la mesa por medio de libaciones y le llama de un modo especial: filotesia, de los terminos amistad y salud.
Primeramente el dueño de la casa se hacia llenar la copa de vino, del que derramaba un poco en el suelo invocando el nombre de los dioses o sacrificando a la amistad , según refieren homero, filostrato y otros; luego se aproximaba la copa a los labios y bebia a la salud del invitado a quien queria distinguir, deseandole toda clase de felicidades , después de lo cual el aludido , tomando la copa, bebia a su vez corerespondiendo a aquellos deseos, y cada uno de los comensales solia hacer lo mismo, porque, al decir de petronio, salir de un banquete sin haber sido instado a beber por alguno de los asistentes era considerado como una verdadera afrenta. (Cfr.historia de las creencias,1904 fernando nicolay)
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