EL SENDERO DEL TÉ - CAP: 08
Por: Jaime Ariansen Céspedes - Instituto de los Andes
1650. El té en Norteamérica. El gobernador Peter Stuyvesant ordenó que se enviara el primer cargamento de té a los colonos de Nueva Ámsterdam, ciudad que más tarde se convertiría en Nueva York. Así, aunque caro por los aranceles muy altos, el té fue una bebida muy popular entre los ingleses que poblaban las recientes ciudades americanas, especialmente la sofisticada Boston.
1651. La famosa isla de Santa Elena. Es ocupada por las fuerzas de la compañía Holandesa de la Indias Orientales. A la vez que intensifican la colonización de los alrededores del cabo de Buena Esperanza.
Sonrisas diestras
Sutiles argucias
Aromas de té
Infierno de pasión.
1652. Los socios se pelean. Inglaterra declara la guerra a Holanda. denuncian la llamada Acta de Navegación y provocó las hostilidades Anglo-holandesas de 1652 a 1654, con las que Inglaterra obtuvo algún éxito. Jamaica fue arrebatada a España en 1655. En alianza con Francia, las fuerzas inglesas vencieron en la batalla de las Dunas en 1658.
1652. Un nueva ciudad. Los Holandeses fundan El Cabo en Sudáfrica.
1654. Fin de la guerra. Mediante el tratado de Westminster se pone fin la cruenta guerra comercial entre Inglaterra y Holanda. Los holandeses tienen que acatar el Acta de Navegación y pierden un poco de su hegemonía conquistada con el brillo de las armas.
1656. Ocupan la Isla. Ceilán es conquistada por los Holandeses, se quedaran hasta 1796. Esta isla llegará a ser uno de los mayores productores de té.
1657. El empresario Thomas Garway comercializa té en Inglaterra. El té se ofreció en hojas secas en su casa de comercio en la ciudad de Londres.
1657. El café Garway de Londres, se convertía en el primer establecimiento público occidental en el que se servía té. Thomas Garway expuso fuera del local un cartel con la lista de los efectos positivos de la nueva y exótica bebida: “Activa el cuerpo, alivia los dolores de cabeza y la pesadez, elimina las obstrucciones del bazo, depura los riñones y es benéfico para los cálculos, facilita la respiración, protege de los sueños pesados, alerta el cerebro y refuerza la memoria” Con el tiempo el té se habría de convertir no sólo en una bebida absolutamente indispensable, sino también en una parte vital de la cultura y de la vida en todas las dependencias del Imperio Británico.
1657. El Doctor. En Paris el doctor Pierre Grassé un trabajo sobre las propiedades del té.
1657. El Entusiasta Francés. El experto Jouques escribe elogiosamente sobre el té, la compara con la ambrosía y la califica de “hierba divina” pues la expresión “bebida de los dioses” acababa de ser adoptada por el cacao.
1658. El primer anuncio publicitario del té aparece en un diario de Londres llamado Mercurios Political, en septiembre de este año, dicen: "La excelente bebida de China aprobada por todos los médicos y llamada cha por los chinos. Tay por otras naciones orientales, o más conocida como té, esta de venta en Sultanes Head, café situado en Sweetings Rebts, cerca del Royal Exchange”
1658. Escuelas de té en Japón. Hasta esta fecha, la transmisión se efectuaba de Maestro a discípulos y estos gozaban de cierta libertad de interpretación y desarrollo, así fue con los grandes Oribe y Rikyú. En el Japón del clan de los Tokugawa, se crean las Escuelas de té, las mas celebres son. Urasenke, Omotesenke y Mushanokoji Senke. Cada una enseña una sólida tradición reglamentada por su fundador. Solo el gran maestro, Iemoto, esta facultado para aprobar a los alumnos y diplomarlos. Existen también escuelas destinadas a niveles sociales populares. Hay una especial para los samuráis cultivados, dirigida por el famoso Kobori Enshu.
1658. El mal relevo. El protectorado se colapsó tras la muerte de Cromwell y su hijo, Richard Cromwell, se mostró sin carácter para conseguir el respeto del Ejército. En la confusión que siguió, el general George Monck, comandante en Escocia, marchó sobre Londres, volvió a reunir al Parlamento Largo, y preparó la vuelta del exilio del hijo mayor del rey Carlos I.
1660. Thomas Garway publica un folleto en el que dice que el té es una bebida muy sana, que conserva la salud, “hasta la vejez extrema”, que también es buena para aclarar la vista cansada, “el té agarra los intestinos” y contribuye para que el cuerpo sea activo y lozano. Mas no se puede pedir.
Na hay nada en el mundo
Tan excelente como él
Después del amor
¡Que bueno es el té!
1661. Negocian la dote. Inglaterra obtiene de Portugal nada menos que Bombay y Tánger, como dote de Catalina de Braganza para casarse con Carlos II.
1662. El real matrimonio. El té reforzó su popularidad en Inglaterra cuando el rey Carlos II se caso con la princesa portuguesa Catalina de Braganza, la nueva reina era una gran aficionada del Té y comenzó a difundirlo en la corte. Recordemos que nuestra princesita aporto como dote nada menos que Bombay.
1662. Las teteras. Comienza el tercer periodo moderno de la producción de ollas de té en la China, comprende el lapso entre 1662 a 1875, la característica de las ollas de té de este periodo es un marcado estilo geométrico, los estudiosos chinos resumen las formas de las ollas de té de este periodo en 18 características diferentes, por ello se llaman "mon seng 18".
1662. El esplendor. El primer emperador manchú de China, Shun Chih, es sucedido por su hijo Kang Hsi, quien comienza una época de esplendor histórica para la China. La cultura del té es muy importante.
1663. El té contra la peste negra. Es aniquilada la población de Ámsterdam, hay más de diez mil muertos, el té es una medicina muy apreciada al menos los reconforta.
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