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CENTRO DE INVESTIGACIÓN DE LOS ANDES

GASTRONOMIA DE AUSTRIA



Para "saborear" Austria, nada mejor que su excelente cocina, su familiar hospitalidad y, cómo no, sus exquisitos dulces que la han dado fama internacional.

El origen de la cocina austríaca está basado en una larga tradición y una mezcla de especialidades europeas.

 
Platos típicos: „Escalope a la vienesa“ (Wiener Schnitzel), el „Tafelspitz“ (carne de buey hervida), y la „Trucha a la molinera“ (Forelle nach Müllerin Art), el „Kaiserschmarrn“ (un plato dulce), los „Palatschinken“ (Creps), el
 
 
„Apfelstrudel“ (Pastel de manzana) y la tarta de chocolate „Sacher“ son la mejor propaganda de la cocina vienesa.

La Oficina de Turismo de Viena edita una propia guía “Compras, Comer & Beber” que ofrece una selección de sus mejores restaurantes, bares, cafés, tiendas, Heurigens y discotecas.

Existen, además, una serie de especialidades regionales, como por ejemplo los „Salzburger Nockerl“ (soufflé de claras de huevos), o el „Tiroler Gröstl“(patatas con jamón frito) hasta llegar a los más refinados inventos de la Nouvelle Cuisine. El horario oficial de restaurantes es: el desayuno se sirve a partir de las 7:00 hasta las 10:00. Los almuerzos a partir de las 12:00 hasta las 14:00 y las cenas a partir de las 18:00 hasta las 22:00/23:00 horas.

Otra manera encantadora de conocer bien las costumbres gastronómicas austríacas es la visita de un „Heurigen“. Son pequeños locales rústicos situados en los bosques de Viena y en la misma Viena, que sobre todo durante la época de primavera y verano invitan a tomar un vaso de vino de cosecha jóven „Heurigen“ acompañándolo con unos platos típicos como las ensaladas de patatas, de tomate, embutidos austríacos, patés, pasteles de requesón y manzana. En muchas ocasiones unos músicos tocan música tradicional vienesa.
 
En Estiria se llaman „Buschenschank“. Viena es la única capital del mundo con viticultura propia de unos 700 hectáreas de viñedos que se ubican dentro del muncipio de la capital austríaca.

En los „cafés“, se desarrolla una gran parte de la vida social, política e intelectual austríaca. Un café con leche se llama „Melange“, el cortado es el „kleiner Brauner“, el „Espresso“ sale de la maquina italiana. Las grandes cafeterías son al mismo tiempo pastelerías, que se llaman „Konditorei“.

Para saciar el apetito momentáneo, recomendamos probar una salchicha en uno de Los „Würstelstand“(quioscos), que ofrecen el clásico „Frankfurter“, „Käsekrainer“o „Bratwurst“ con mostaza y siempre con un panecillo y una cerveza bien fría.

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