BANQUETES ROMANOS
Tras librarse de la competencia cartaginesa en la parte occidental del Mediterráneo, con la aplastante victoria en la Segunda Guerra Púnica, los romanos se lanzaron a la conquista del Oriente helenístico.
En las primeras décadas del siglo II alcanzaron las primeras victorias en Grecia y en Asia Menor. Según Tito Livio: “El germen del lujo extranjero fue introducido por el ejército de Asia. Fueron aquellos soldados los primeros en importar a la ciudad lechos de bronce, tapices y otros tejidos finos, y mesas de un solo pie y aparadores, enseres que entonces se consideraban suntuosos.
Fue entonces cuando se sumaron a los banquetes los tañedores de cítara y sambuca y otros elementos para divertir a los comensales; también los propios banquetes comenzaron a prepararse con mayor suntuosidad. Fue entonces cuando el cocinero, el esclavo menos apreciado y considerado menos útil entre los antiguos, se apreció, y lo que había sido un servicio comenzó a ser considerado un arte” (Historia de Roma, XXXIX, 6).
Frente a los lujos y refinamientos adoptados tras las conquistas orientales, Catón reivindicó la sencillez alimenticia de los campesinos romanos. Por Nieves Fidalgo.
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