HISTORIA DE LA NAVIDAD - 18
Isabel Serrano - El Financiero en línea
México, diciembre.- Siempre que es Navidad se vive el dilema de qué comer en esta fecha especial, algunos quieren pavo, otros prefieren bacalao y para muchos los romeritos no deben faltar pero ¿conocemos el origen de estas comidas?, la mayoría no, por ello El Financiero en línea se dio a la tarea de investigar la historia de estos platillos en Mexico.
Pavo de Navidad
Uno de los alimentos más tradicionales para cenar en Nochebuena es el pavo, el cual se cree que la forma de prepararlo es de origen Azteca y la razón es que tiene su origen en América, de ahí que se denominara gallina de las Indias. Fueron los conquistadores españoles, precisamente los jesuitas en el primer tercio del siglo XVI, quienes los llevaron a Europa.
Poco a poco su degustación se extendió entre la realeza y los nobles de la época como símbolo de exquisitez, posteriormente se adoptó la costumbre de cocinarlo en Navidad disfrutando de un manjar de reyes, actualmente se consume todo el año.
Su preparación no representa mayor complicación, existen diversas y variadas formas, cada familia tiene una receta favorita, especies y relleno, pero al final el resultado es el mismo, una delicia culinaria, su peso puede alcanzar los 20 kilo, pero depende de la raza seleccionada y en consecuencia, el tiempo de cocción es variado.
Romeritos
Los romeritos son, sin duda alguna, un platillo netamente mexicano, ya que desde tiempos prehispánicos se consumía y para los aztecas, constituía una joya culinaria por su valor nutritivo y la facilidad para conseguirlos.
La planta es llamada científicamente Suarda torreyana y al platillo que se prepara con ella también se le conoce como revoltijo -por la mezcla de ingredientes tales como papa, nopales, almendras, nueces, cacahuate, cebolla y ajo- y es hasta ahora uno de los platos preferidos para la cena de Navidad y la vigilia en Cuaresma.
Bacalao
A diferencia del pavo y los romeritos, el bacalao que preparamos en México tiene su origen en España y aun cuando es un pez de aguas frías de las costas de Noruega, Labrador, Nueva Escocia, Islandia, Groenlandia, Terranova y costas americanas, se tienen registros de que fueron los pescadores vascos los que abastecieron a todo España de esta especie.
Durante siglos, el bacalao fue un alimento para pobres y no muy apreciado, en algunas crónicas se dice que llamaban a un ballestero “bacalao maloliente”, por haberlo dejado sólo en una batalla, incluso la etimología de la palabra fue peyorativa ya que se aplicaba a los villanos el apelativo de ’bacallar’, que a su vez venía del latín bacallarius.
Era obligado comenzar la Cuaresma comiendo bacalao con pasas y piñones y para los viajes se hacía al “ali oli” con abundante ensalada.
Su introducción en la dieta alimenticia de España y Portugal, fue una imposición por parte de la iglesia en la Edad Media de abstenerse de comer carne en la Cuaresma y todos los viernes del año, lo que hizo que su consumo fuera casi forzado, costumbre que se extendió hasta mediados del siglo, cuando era ’obligado’, en público, no tomar carne en Cuaresma.
Ponche
Y para acompañar cualquier platillo decembrino no puede faltar el popular “ponche”, bebida que según algunos historiadores tiene sus orígenes en los antiguos pueblos persas que consumían una muy parecida llamada "panch" preparada con agua, limón, hierbas, azúcar y ron, costumbre que pasó a Europa donde adquirió el nombre en inglés de "punch" y que a su vez en España derivo en “ponche”.
Actualmente se siguen conservando muchas tradiciones de nuestros antepasados pero con el toque particular de cada país, el ponche más conocido es el de frutas al cual en muchos países se le añade leche, azúcar, huevos y ron.
La leche es el ingrediente que más ha marcado el cambio por proporcionarle un sabor diferente y una consistencia más espesa y cremosa, cambio que trajo la introducción de la leche evaporada en 1899. (Redacción/ISL)
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