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CENTRO DE INVESTIGACIÓN DE LOS ANDES

LA HISTORIA DE LA TORTA DE CHOCOLATE

EFE - El Universal

El Hotel Sacher de Viena cuida con orgullo el secreto de la tarta de chocolate más famosa del mundo, creada en 1832 por un aprendiz de cocina para satisfacer una imperiosa orden del poderoso conde y príncipe de Metternich-Winneburg.

 

Medio siglo más tarde, Eduard Sacher, hijo del autor de la ya famosa obra de pastelería, fundó este hotel que se convertiría en uno de los emblemas de la capital austríaca.

Situado en el corazón de la ciudad, justo detrás de la Ópera de Viena, el hotel íntimamente relacionado con la historia del país alpino continúa atrayendo a grandes personalidades del mundo de la política, el arte y el comercio.

En su galería de fotografías se acumulan los retratos y autógrafos de sus huéspedes, con nombres tan célebres como el de los tenores Luciano Pavarotti, Plácido Domingo y José Carreras, o los maestros Leonard Bernstein y Herbert von Karajan.

El príncipe de Mónaco y su esposa Gracia Patricia, Indira Gandhi, John F. Kennedy, Thomas Mann, Arthur Schnitzler, Ernest Hemingway, Jean Coctaeu o Isabel Allende son sólo algunos de los muchos famosos que ocuparon alguna de las 152 habitaciones y suites.

Así las cosas, fue aquí donde el autor británico Graham Green escribió el guión de la película "El Tercer Hombre" . El hall del hotel se convirtió después en uno de los escenarios de la película.

Y el Sacher sirvió de inspiración a literatos como John Irving, que lo evoca en su novela "El Hotel New Hampshire" , mientras que el Beatle John Lennon y su esposa Yoko Ono lo eligieron en 1969 para presentar el documental "Violación" .

Muchos de ellos gozaron de la célebre tarta Sacher original, un bizcocho de chocolate recubierto con un baño también de chocolate y con una fina capa de mermelada de albaricoque en su centro, cuya receta se guarda con el máximo secreto.

Lo clásico, en el restaurante o en uno de los cafés del hotel, es servirla con nata neutra montada y acompañada de un "Mélange Vienés" , un típico café con leche que podría ser pariente del italiano "Capuccino" .

Según la historia del pastel, el aprendiz de cocina Franz Sacher tenía 16 años el día en que el poderoso príncipe Clemente Lotario Wenceslao de Metternich (1773-1859) , el canciller del Imperio austro-húngaro que llegó a ser árbitro de Europa, pidió en su cocina un postre especial para unos importantes invitados.

Cuenta la leyenda que Metternich exigió "para esta misma noche" un postre "que del que no me tenga que avergonzar" y que justo ese día estaba enfermo el jefe de cocina, por lo que fue el joven aprendiz quien ingeniosamente salvó la situación.

El resultado obtuvo pleno éxito no sólo entonces: bautizado desde el comienzo como "tarta Sacher" , no ha dejado de causar deleite en más de 175 años.

Ya en su época, el éxito permitió al creador pagarle estudios de hostelería en París a su hijo Eduard, y éste fundó en 1876 el hotel que adquiriría también fama tras su muerte y gracias a la habilidad de su viuda, Anna Sacher, que supo atraer a lo más selecto de la aristocracia, la alta burguesía y la política del país.

También hoy la institución está en manos de dos damas de la alta sociedad, Elisabeth Gürtler y Alexandra Winkler, que velan por mantener el estilo exclusivo del hotel, sin prescindir de las innovaciones modernas que se ofrecen en el sector.

Mientras, la tarta Sacher se elabora en cuatro tamaños diferentes y se vende en cajas de madera, en directo y por correo, desde la moderna confitería situada en el mismo edificio del hotel, en la avenida peatonal de la Kärntner Strasse.

Según fuentes del Sacher, con la secreta receta, la cocina de la tradicional institución -que ganó un litigio con la también legendaria pastelería Demel para poder vender su tarta como la "original" - elabora más de 360.000 unidades al año, una cifra que, de momento, no refleja el impacto de la crisis. - mjgj

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