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CENTRO DE INVESTIGACIÓN DE LOS ANDES

EL SEDUCTOR CHOCOLATE

POR CAROLINA G. MENÉNDEZ - lne.es - Unos le atribuyen propiedades afrodisiacas; otros, reconstituyentes; algunos, antidepresivas; los hay que lo consideran un vicio y quienes lo ven como un capricho, pero casi todos lo asocian a momentos agradables y a sensaciones placenteras. Así es el chocolate. Hoy en día su sabor seduce, pero, paradójicamente, cuando Cristóbal Colón introdujo en España unas semillas de cacao que el pueblo mexicano utilizaba como moneda de cambio no tuvo mucho éxito por su gusto amargo.

Este producto, de propiedades místicas para el pueblo azteca, cuenta con otras virtudes que van más allá del paladar. «Tiene poder antioxidante debido a su riqueza en polifenoles, pero además existen estudios que relacionan su ingesta con una reducción del riesgo cardiovascular, de la tensión arterial, del LDL-colesterol, e incluso del perfil de glucosa», apunta Ramón de Cangas, presidente de la Asociación de Dietistas y Nutricionistas del Principado. Este especialista prefiere tomar con precaución la larga lista de beneficios del chocolate, al considerar que es necesario realizar nuevos estudios para confirmar su rentabilidad sobre la salud.

Hablar de chocolate no es lo mismo que hablar de cacao. Este último es el nombre que recibe el fruto del cacaotero. La transformación de su semilla da lugar a la pasta de cacao y a partir de ella se obtienen el chocolate, el cacao en polvo y otros derivados. El chocolate tiene un contenido bajo en cacao y lleva grasa vegetal, azúcar, harina... De Cangas pone como ejemplo el soluble de cacao, ese producto que se añade a la leche para desayunar. «Lleva cacao y otros componentes. Sus beneficios no son, ni de lejos, los del cacao puro o los de un chocolate al 99% de cacao. Su ingrediente más importante es la sacarosa (azúcar de mesa), sólo lleva un 20-25% de cacao y, además, se le incorporan harina, aceite vegetal...». Por ello, el nutricionista asturiano recomienda consumir cacao puro en polvo, desgrasado y mejor sin azúcar. «Su sabor será más amargo que los solubles de cacao, pero sus propiedades nutricionales, sobre todo si no es azucarado, infinitamente superiores».

Y una curiosidad, el chocolate blanco no lleva cacao, sino manteca de cacao. Por tanto, desde el punto de vista nutricional es menos recomendable, señala De Cangas.

¿Produce acné?

El chocolate, como alimento graso que es, no es responsable de la aparición de acné, ya que la grasa que se ingiere en la dieta no se acumula en las glándulas sebáceas.

¿Provoca dolor de cabeza?

Existen diferentes sustancias contenidas en el chocolate y sus derivados (las aminas BFEA y la tiramina) que se asocian al dolor de cabeza. En la gente predispuesta a sufrir migrañas los compuestos aminos en el chocolate pueden favorecer la aparición de ataques, ya que los que las padecen tienen defectos en la enzima fenolsulfotransferasa que permite procesarlos. Sin embargo, se da en un porcentaje bajo de personas; no se puede generalizar.

¿Engorda?

Sí, engorda, pero como cualquier elemento energético. Por tomar un poco no pasa nada. Todo depende de la cantidad.

¿Altera el sueño?

El contenido de sustancias estimulantes (teobromina y cafeína) en unas cucharadas de cacao o unas pocas onzas de chocolate no es muy alto y, por tanto, sus efectos estimulantes son poco significativos, pero puede haber personas muy sensibles que sí se vean afectadas.

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