LA HISTORIA DE LAS ESPECIAS
Especias: salud, historia y religión | ||
DR. ALBERTO QUIRANTES HERNÁNDEZ* | ||
Las especias han protagonizado algunos de los capítulos más espectaculares de la historia humana. Principalmente de origen asiático, se utilizaban frecuentemente como moneda de cambio y en algunos casos llegaron a ser tan valiosas como el oro e incluso más. Siempre han sido altamente apreciadas y en la antigüedad se les daba un gran valor, no solo porque daban variedad a la comida, por lo general monótona, sino porque servían para conservar los alimentos en un tiempo en que no se disponía de refrigeración. También fueron altamente cotizadas por sus reconocidos efectos terapéuticos —con plena vigencia hasta la actualidad— pues alivian o mejoran diversas dolencias. Estas sazones ofrecen una gran ventaja en la cocina diaria. Platos bien condimentados con ellas necesitan poca o ninguna grasa, o sal, y permiten preparar una dieta saludable para toda la familia, controlando o evitando la obesidad y las enfermedades relacionadas con una inadecuada alimentación. Variando los condimentos puede modificarse a gusto la presentación de una misma comida. Será el mismo menú saludable, pero con sabores diferentes debido a su enorme variedad. Fácilmente localizables en el mercado contemporáneo, abren amplias posibilidades culinarias por sus inagotables combinaciones. En ritos mágicos o religiosos desde la más remota antigüedad y hasta hoy, en algunas culturas, se les han atribuido efectos esotéricos. Muchas eran y aún son ofrendas obligadas a distintos dioses. En el pasado formaban parte de los suntuosos regalos entre gobernantes. Fueron empleadas en sustitución de moneda y para pagar rescates de ciudades conquistadas. La posesión de los territorios productores de especias significó poder y riquezas para quienes comerciaban con ellas y controlaban su tráfico. Árabes, fenicios, venecianos, portugueses, españoles y holandeses vivieron su mayor esplendor cuando, sucesivamente, consiguieron monopolizar esta actividad. Las especias de la India, Indias Orientales y China eran transportadas y vendidas con enormes ganancias por los mercaderes árabes a los pueblos del Mediterráneo oriental y de Europa. Los fenicios, y después los griegos y los romanos, se lanzaron en peligrosas expediciones para obtenerlas y no tener que pagar altos precios a los intermediarios. Por las especias se abrieron nuevas rutas terrestres y marítimas. Cristóbal Colón descubrió accidentalmente el Nuevo Mundo, intentando llegar a las "Indias de las Especias" por mar, para evitar la costosísima intermediación de los árabes que entonces controlaban su comercio por rutas terrestres. Poco más tarde, también en busca de especias, Vasco Da Gama abrió una nueva ruta bordeando África por el Cabo de Buena Esperanza y consiguió llegar a las "Indias de las Especias" (Islas Molucas). Por tantos esfuerzos de generaciones precedentes para obtenerlas y por sus apreciables beneficios para nuestra salud, paladar y creencias, las especias merecen ser ampliamente bienvenidas en nuestros hogares.
*Profesor de Medicina y Jefe del Servicio de Endocrinología
alberto.quirantes@infomed.sld.cu
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