EL ELIXIR DE LA JUVENTUD HOY...
Los científicos están comenzando a descifrar la compleja biología del envejecimiento y se muestran optimistas ante los recientes avances en las investigaciones, que podrían conducir a tratamientos para retardar o incluso revertir el proceso de degeneración y las enfermedades.
"Estamos viendo un gran cambio, una evolución muy importante y real del esfuerzo terapéutico para tratar de aliviar las enfermedades relacionadas con la edad", dijo Norman Sharpless, profesor de medicina y genética de la Universidad de Carolina del Norte (este).
"Este es un momento muy emocionante en la investigación del envejecimiento", dijo Sharpless, del Centro Oncológico Lineberger de la escuela de medicina de la universidad, citando estudios recientes en Francia y Estados Unidos.
La investigación francesa, dirigida por Jean-Marc Lemaitre, del Instituto de Genómica Funcional, y publicada en octubre, muestra cómo células de donantes de edad avanzada pueden ser rejuvenecidas como células madre, borrando los estragos de la edad y demostrando que el envejecimiento es reversible.
"Es un gran avance", dijo Sharpless, quien señaló que la medicina regenerativa será necesaria para derrotar muchas dolencias relacionadas con la edad, como el cáncer, los problemas cardiovasculares o el Mal de Alzheimer.
Sin embargo, subrayó que "la terapia celular es muy difícil de desarrollar", y las expectativas al respecto deben mantenerse bajas.
"Francamente, por cómo se realizan los ensayos, pasarán un par de años antes de que investigue sobre el envejecimiento humano, por el riesgo de cáncer", advirtió Sharpless.
"La preocupación es que aunque esas células son grandiosas, hay algunos riesgos para los beneficiarios".
A finales de 2010 un estudio estadounidense en Boston mostró que se podía revertir el envejecimiento en ratones tratados con telomerasa, una enzima natural en el organismo que protege las secuencias de ADN (telómeros) al final de los cromosomas y que acorta el envejecimiento celular.
Un segundo estudio realizado en Estados Unidos en ratones modificados genéticamente, publicado a principios de noviembre en la revista británica Nature, mostró que la eliminación de células senescentes, que dejan de renovarse y aumentan con la edad (representan el 10-15% de las células de una persona de edad avanzada), impediría o prevendría el envejecimiento.
"Al atacar estas células y lo que producen, un día podemos ser capaces de romper el vínculo entre los mecanismos de envejecimiento y la predisposición a enfermedades como cardiopatías, accidentes cerebrovasculares, cáncer y demencia", dijo James Kirkland, director del Centro de Envejecimiento Robert y Arlene Kogod de la Clínica Mayo.
"Existe la posibilidad de un cambio fundamental en la manera en que tratamos las enfermedades crónicas en las personas mayores", dijo.
Los ratones fueron tratados con una sustancia que causó que sus células senescentes se autodestruyeran, provocando una importante mejora en su salud que hizo que no sufrieran los males habituales del envejecimiento, como la disminución de la masa muscular o la reducción de una capa de grasa que lleva a la aparición de arrugas.
Judith Campisi, del Instituto Buck de Investigación sobre el Envejecimiento de la Universidad de California en Berkeley, dijo que los recientes estudios realizados en Francia y Estados Unidos son un buen augurio.
"Por supuesto que no llegamos todavía, aún hay un largo camino por recorrer", dijo.
Campisi señaló que por un lado, el estudio francés mostró que el envejecimiento no es tan irreversible como se pensaba, pero por otro, el trabajo en Nature destacó que en principio hay algo en el uso de las células madre que conlleva riesgos.
Dan Perry, presidente de la Alianza para la Investigación del Envejecimiento en Washington, dijo que existe mucho entusiasmo en la comunidad científica sobre cómo estas investigaciones pueden conducir al desarrollo de terapias para combatir el envejecimiento y enfermedades importantes.
"Pero se necesita más dinero y esfuerzo para que esto se traduzca en tratamientos", señaló.
"La esperanza aquí no es extender la vida sino extender la calidad de vida... con el fin de reducir el impacto de la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y el cáncer", que permita a las personas de 70 y 80 años disfrutar más los últimos años de sus vidas. - js/adm/sst/ad/ll
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