HISTORIA DE LA NAVIDAD - 11
Las Tarjetas de Navidad - El origen de la extendida costumbre de regalar tarjetas navideñas se atribuye a Sir Henry Cole, un londinense que a principios del siglo XIX (1843) encargó a un amigo pintor que le dibujara y pintara una escena navideña, que luego mandaría a reproducir en una imprenta, para después escribirle unos breves deseos de felicidad, firmarlas y enviarlas a los amigos y familiares. La frase impresa no podía ser otra que el inmortal “Merry Christmas and Happy New Year”.
La primera tarjeta comercial fue diseñada por el artista John Calcott Horsley a pedido de su amigo Sir Henry Cole, en Londres (1843) y representaba a una familia levantando sus copas para brindar.
Henry Cole (Bath 1808, Londres 1882) fue un diseñador inglés del siglo XIX. Fue un hombre polifacético que trabajó en diversos oficios.
Como funcionario civil inglés, junto a un grupo de seguidores, inicia en su país en el año 1845 un movimiento que pretende eliminar la brecha existente entre el industrial y el artista o diseñador, y estimular así el gusto de los usuarios. En palabras del propio Cole, el objetivo central era “demostrar la unión del mejor arte con la manufactura”, había que reformar la producción, y pensando que “una alianza entre arte y fabricante promovería el gusto del público”, convenció a destacadas empresas de la época para que aceptaran la colaboración del proyectista en la elaboración de sus productos. El siguiente paso fue editar el Journal of Design and Manufactures, primera publicación sobre diseño en la historia, que circuló de 1849 a 1852.
Colaboró en una revista de diseño de la época, en donde se postulaba un diseño exento de ornamentación, funcional y útil. Probablemente su obra más relevante al mundo del diseño de producto sea un juego de té de color blanco inspirado en las vasijas griegas. Predomina en él la ausencia de decoración, relegada solamente a la tetera, que lleva decorada el asa y la tapa.
Fue uno de los mentores de la Exposición Universal de Londres en 1851, siendo uno de los encargados de escoger el proyecto para la construcción del recinto de la exposición, el cual ganó The Crystal Palace, de Joseph Paxton.
Una tarjeta navideña es un documento de felicitación que se adorna de una manera que celebre Navidad. El contenido típico se extiende desde símbolos verdaderamente cristianos tales como escenas del Nacimiento de Jesús y la estrella de Belén a las referencias puramente seglares, a veces chistosas, a veces estacionales (paisajes, meteorología, etc.) o a las actividades comunes de Navidad como compras y festejos. Las tarjetas de Navidad son enviadas durante el periodo navideño (alrededor del 25 de diciembre) por mucha gente (incluyendo no cristianos) en la cultura occidental y en Asia.
Algunos grupos cristianos (tales como los testigos de Jehová), sin embargo, rechazan la celebración de días de fiesta sin una autorización bíblica explícita y ni celebran tan Navidad ni intercambian tarjetas de Navidad.
Las primeras tarjetas de Navidad comerciales fueron patrocinadas por Sir Henry Cole en Londres, 1843, y ofrecían una ilustración de Juan Callcott Horsley. La estampa de una familia que bebía vino junto con un niño pequeño se manifestó polémica, pero la idea era buena: Cole había ayudado a introducir el Correo a Penique tres años antes. Una serie de 1.000 tarjetas fue impresa y vendida por un chelín cada una.
Las primeras tarjetas inglesas raramente mostraron imágenes del invierno o de temas religiosos, favoreciendo en su lugar las flores, las hadas y otros diseños imaginarios que recordaran al receptor el acercamiento de la primavera. Las imágenes chistosas y sentimentales de niños y de animales fueron populares al igual que las formas, las decoraciones y los materiales cada vez más elaborados.
En 1875 Louis Prang se convirtió en la primera impresora en ofrecer tarjetas en América, y no obstante el renombre de sus tarjetas, las imitaciones baratas lo llevaron fuera del mercado. El advenimiento de la postal fue el inicio del fin de las tarjetas elaboradas al estilo victoriano, pero hacia los años 1920, las tarjetas con sobres habían vuelto.
Las tarjetas continuaron desarrollándose a través del siglo XX con cambio de gusto y técnicas de impresión. Las guerras mundiales trajeron tarjetas con temas patrióticos. Las tarjetas de estudio idiosincráticas con imágenes de historieta y a veces humor arriesgado calaron en los años 50. Imágenes nostálgicas, sentimentales y las imágenes religiosas son ahora de nuevo populares, y las reproducciones de tarjetas victorianas y Edwardianas son fáciles de obtener.
Las tarjetas de Navidad "oficiales" comenzaron con la reina Victoria en los años 1840. Las tarjetas de la familia real británica son generalmente retratos que reflejan los acontecimientos personales significativos del año. En 1953, el presidente Dwight D. Eisenhower publicó la primera tarjeta oficial de la Casa Blanca. Las tarjetas representan generalmente escenas de la Casa Blanca interpretadas por prominentes artistas americanos. El número de receptores ha crecido a lo largo de las décadas, a partir de apenas 2.000 en 1961 a 1,4 millones en 2005.
Las tarjetas de Navidad pueden comprarse individualmente pero se venden generalmente en paquetes del mismo diseño o de diseños variados. El renacimiento del interés por la artesanía con papel, scrapbooking en particular, ha mejorado el estado de la tarjeta hecha en casa y ha hecho disponible un arsenal de herramientas para estampar, perforar y cortar. Los avances en la fotografía digital y en la calidad de impresión han proporcionado una manera más tecnológica de personalizar tarjetas con fotos, mensajes o clip art.
La tecnología puede también ser responsable del declive de la tarjeta de Navidad. El número estimado de tarjetas recibidas por las casas americanas cayó de 29 en 1987 a 20 en 2004 y 25 EN EL 2011.
Ahora los teléfonos celulares permiten un contacto más frecuente y es más fácil que las nuevas generaciones los utilicen en vez de los textos manuscritos - dado especialmente por la disponibilidad de páginas web que ofrecen tarjetas de Navidad gratis por correo electrónico. No obstante, con un total de 1.900 millones de tarjetas enviadas tan sólo en los Estdos Unidos en 2005, es probable que las tarjetas navideñas tradicionales desaparezcan pronto.
Desde el principio, las tarjetas de Navidad fueron coleccionadas ávidamente. La reina Maria de Inglaterra reunió una gran colección que ahora se guarda en el Museo Británico. Los ejemplares de la edad de oro de la impresión (1840s-1890s) son especialmente estimados y se venden en grandes sumas en las subastas. En diciembre de 2005, una de las tarjetas originales de Horsley fue vendida en casi £9000. Los coleccionistas pueden centrarse en imágenes particulares como Papá Noel, poetas o determinadas técnicas de impresión
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