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CENTRO DE INVESTIGACIÓN DE LOS ANDES

HISTORIA DE LA NAVIDAD - 22 - ROSCA DE REYES

 

Madrid.- Entre el 5 y el 6 de enero, el Roscón de Reyes se convierte en el protagonista en cuanto a comida se refiere. Un dulce que pone fin a la Navidad en numerosos países pero cuya historia y tradición es poco conocida.

A pesar de su gran popularidad, pocos conocen el origen real del Roscón de Reyes. Y es que aunque ahora este dulce pone fin a la Navidad, lo cierto es que su historia se remonta a los romanos y a una tradición nada religiosa. Concretamente, este dulce se asocia a Las Saturnales o Fiesta de los Esclavos. Celebrada en diciembre, se conmemoraba el nacimiento de un nuevo período de luz y el final de los trabajos en el campo. Momento en el cual campesinos y esclavos tenían la oportunidad de descansar y reponerse del esfuerzo realizado durante meses.

Fue entonces cuando se comenzó a elaborar unas tortas redondas, en las que se incluían higos, dátiles y miel, que se repartían entre todos ellos como regalo por el trabajo bien hecho. Años después, ya en el siglo III, se introdujo la tradición de esconder un haba seca. Símbolo de prosperidad, el afortunado que la encontraba era nombrado ’rey de reyes’ durante un tiempo establecido de antemano.

Cuando el siglo IV la Iglesia convirtió las fiestas en celebraciones cristianas, la historia del Roscón de Reyes quedó en el olvido. Excepto en Francia, donde comienza a celebrarse Le Roi de la Fave (el rey del haba). Los niños aparecen entonces como protagonistas. Aquellos que encontraban el haba en este dulce, ya de Navidad, eran agasajados con regalos y mimados por todos el 6 de enero, día de la fiesta.

Años después, el reinado de Luis XV en Francia dará el empujón definitivo a la historia y tradición del Roscón de Reyes. Y es que un cocinero esclavo del Rey francés, que comenzó a reinar con tan solo 5 años, se encargó de preparar este bollo al que incluyó un medallón de diamantes comprado por todo el servicio de la Corte. Fue el propio Rey quien se encargó de dar a conocer el Roscón entre la aristocracia francesa y europea. Eso sí, cambiando el medallón de diamantes por una moneda.

Su tío, Felipe V, fue quien introdujo la tradición en España, convirtiéndose rápidamente en una de las fiestas más populares. Los reposteros catalanes son entonces los encargados de aunar esta tradición con la historia de su origen y comienzan a incluir un haba como símbolo de un año nuevo y el resurgir de la vida. Es en este período cuando el Roscón de Reyes se une a la tradición de los regalos, poniendo esta fiesta el final a la Navidad.

A partir del siglo XIX, la moneda que se introducía se cambia por una figurita y el haba se vuelve negativa pues, la persona a la que le toca, es la encargada de pagar el Roscón. En la actualidad, incluso, se incluye una corona para nombrar al ’rey de reyes’, aquel que encuentra en su trozo la figurita, símbolo de buena suerte. Aunque en su origen romano los ingrendientes eran higos, dátiles y miel, en la actualidad los Roscones de Reyes están rellenos de nata, cabello de ángel o chocolate en mousse aunque, aquel que no tiene relleno sigue siendo el más popular.

El Roscón de Reyes se convierte en el dulce típico, sobre todo para desayunar o merendar, el día 6 de enero, cuando los Reyes Magos, que existen y vienen de Oriente, dejan sus regalos en las casas de todos los niños.

Sin embargo, y aunque España es uno de los países donde la tradición del Roscón de Reyes sigue muy vigente, lo cierto es que Francia, Portugal y algunos países americanos como México, donde la historia de este dulce llegó de la mano de los españoles, también celebran este día tan especial para los niños. Una celerbación que pone punto y final a las Navidades, convirtiéndose este bollo en el último de los excesos navideños.

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