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CENTRO DE INVESTIGACIÓN DE LOS ANDES

LA GASTRONOMIA INTELIGENTE

 
Alfredo Martínez Catedrático de nutrición en la universidad de navarra

"En diez años habrá alimentos para aumentar el cociente intelectual"

Ganador del Premio Dupont de la Ciencia 2011, este experto en nutrición vaticina un futuro en el que la alimentación evitará enfermedades, "aunque no todas porque el ser humano es imperfecto", y en el que los estudios genéticos nos indicarán nuestra dieta de forma personalizada

M. González:

Iruñea. ¿Qué es la nutrigenética?

Es uno de los aspectos de lo que ahora se conoce como nutrición personalizada, es decir, cada persona tiene una determinada herencia genética que va a condicionar su respuesta a los alimentos. Hay ejemplos sencillos: existen personas intolerantes a la lactosa porque tienen una mutación en un gen que les impide aprovechar la leche, pero si no la toman pueden vivir perfectamente al igual que pueden hacerlo los niños con fenilcetonuria, al nacer se les toma una gota de sangre del pie para comprobar si tienen un gen que funciona insuficiente o ni siquiera funciona, si toman alimentos con poca cantidad de fenilalanina. Esto se puede aplicar a genes que predisponen a la obesidad, la hipertensión, enfermedades cardiovasculares. Cuando tienen alguna mutación, alguna variación o polimorfismo, la persona responde de manera diferente a un determinado alimento.

¿La alimentación puede servir para curar enfermedades o solo para evitarlas?

Curar no se pueden curar porque los genes no se pueden cambiar, pero esta mala función de algunos genes sí se puede prevenir o superar con una determinada alimentación. Hay más ejemplos: personas que producen más colesterol en la sangre del que deberían por una predisposición genética familiar. ¿Qué podemos hacer? Proponer una dieta que les ayude a que ese colesterol no aumente demasiado. No curamos la enfermedad pero sí la tratamos y la superamos. Los intolerantes a la lactosa y las personas con fenilcetonuria, uno de cada 14.000 niños que nacen en Navarra, no se van a curar nunca, pero sí les podemos proponer una dieta que les haga crecer y no morir por diarreas, en el caso de la lactosa, o mantener un cociente intelectual normal, en el de la fenilcetonuria, algo para lo que tendrían muchos problemas si la nutrigenética no hubiera prevenido de la situación.

¿Sería recomendable un estudio genético personalizado?

Sería muy interesante, pero tenemos 30.000 genes y cada uno puede tener entre tres y más mutaciones. Actualmente hacerlo para una persona costaría muchos millones de dólares. Se empieza a hacer para la obesidad. Hay test que detectan 50 genes, no es mucho, pero ya son 50.

Es prohibitivo un estudio completo, pero ¿si se busca una enfermedad concreta también?

Eso puede costar 200 o 300 euros.

¿Cuáles se pueden buscar?

Prácticamente todas: obesidad, cardiovasculares, algunos tipos de cáncer, diabetes...

Y cada una iría incrementando el precio en la cantidad que ha dicho.

Sí e incrementaría también la dificultad de interpretación porque entre ellos están interaccionando.

¿Para quienes sería interesante, para prevenir casos de cáncer?

Sí. Lo que pasa es que si una familia tiene una tendencia genética previamente determinada, probablemente todos tengan ese mismo gen mutado, con lo cual es muy fácil localizarlo.

Hacer estos estudios evitaría la enfermedad a través de una dieta y permitirá un ahorro sanitario.

Sí, pero ahora mismo aún es caro.

¿Alguna de las dietas de moda para adelgazar le convence?

La dieta base es una dieta hipocalórica, con una buena distribución de hidratos de carbono, lípidos y proteínas, que son los macronutrientes energéticos. Esto es el punto de partida, pero ahora se está viendo que una dieta con un poquito menos de grasa, de hidratos de carbono... puede ser más útil, pero el punto de referencia siempre son dietas hipocalóricas, es decir, restringidas en energía. Lo que se debate ahora es si el tener un poquito más de proteína o fibra puede ser útil. Un proyecto llamado Diógenes apunta a que una dieta con un contenido proteínico del orden 25 al 30% y rica en fibra ayuda al mantener el peso. Por aquí va la investigación para perder peso.

¿La Dukan es proteínica?

El mayor problema es que no está personalizada. Tiene elementos válidos y otros más dudosos, pero lo que más me preocupa es que no está personalizada. ¿Ese libro sirve para todos? Pues no. Las dietas hay que orientarlas en función de las demandas energéticas de cada persona y deben contar con seguimiento de un facultativo, endocrinólogo o dietista.

Hay obsesión por el peso, pero se ignora que una dieta puede mejorar el reúma...

Se empieza a ver poco a poco. Hay dietas antiinflamatorias para evitar la enfermedad de Crohn o dolencias reumatoides. Hay poca información firme, pero se sabe que los flavonoides, que se encuentran en frutas, verduras o soja, pueden ayudar un poco, no mucho porque en los alimentos no hay aún tanta concentración.

¿Hay alimentos que sean buenos o malos para todas las personas?

Todos son buenos para todo el mundo. Lo que varía es la cantidad que tomas. La leche es buena, pero no se puede vivir solo de leche.

¿No lleva la dietética una línea muy restrictiva?

Si todo fuera restringir nos moriríamos de inanición. Va en la línea de buscar variedad en los alimentos, una óptica de combinar con ejercicio físico. Hay que restringir si se está obeso, pero no si el peso es normal.

¿Mejor un caprichito al día o un atracón el día de Navidad?

Un caprichito al mes y no un atracón durante cinco días seguidos.

¿Cuándo podremos diseñar nuestras dietas de forma personal y según nuestra herencia genética?

Hablamos de años. Cinco o diez años.

¿A los niños que nazcan dentro de una década les dirán ’no comas de esto o de lo otro’ y evitarán todas las enfermedades?

Les dirán "de esto más, de esto menos". Podrá evitar algunas enfermedades, todas es muy difícil porque el ser humano es imperfecto. Se va a poder conseguir que crezcan más o tengan mayor índice de inteligencia. Hay ácidos grasos, presentes en pescados, que van a las neuronas y permitirán perder la memoria más tarde o tener mayor capacidad de retener información, a eso se va a llegar. La alimentación puede ayudar a mejorar la inteligencia.

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