PERÚ MARAVILLAS DESDE EUROPA
Diseño, cocina y cerámica
El distrito de Barranco –primero pescador y renacido a principios del siglo XX para acomodar a la burguesía que se acercaba al mar para veranear– da domicilio a numerosas embajadas y a conocidos artistas, como Mario Vargas Llosa, el Premio Nobel peruano, que tiene su residencia aquí. El barrio se caracteriza por las casonas señoriales que se articulan en torno al parque municipal y al archifotografiado Puente de los Suspiros, que es muy popular entre las parejas de enamorados en su primera cita. Deberás cruzarlo aguantando la respiración si quieres que tus deseos se hagan realidad.
La zona aledaña al puente es un centro de ocio noctámbulo en boga: con mucho estilo y buena cocina está elPicas (Bajada de Baños, 340), y para continuar la velada, el Ayahuasca, que se autodefine como restobar lounge y que se erige como una de las propuestas nocturnas más innovadoras de la capital peruana (Prolongación San Martín, 130).
En cuanto a las compras, Barranco esconde también algunas tiendas de diseño. Nuestro favorito es Dédalo, un espacio a medio camino entre una galería y un supermercado de arte, que ofrece originales propuestas de diseñadores y artistas nacionales. Hazte con un bolso de caucho de Rika (93 euros) o con una artesanía textil de Wari Urpi por unos 46 euros. Antes de marcharte tómate un buen té con pasteles en la coqueta cafetería situada en su patio interior (Paseo Sáenz Peña, 295).
También en la misma calle (en el número 206) está la galería de arte de Lucía de la Puente, que exhibe colecciones itinerantes de artistas locales.
En el vecino Miraflores también tienes varias cosas que ver y, sobretodo, que comer: éste es el barrio con mayor diversidad de restaurantes y en él encontrarás desde simples cevicherías hasta locales de cocina molecular. Para abrir el apetito date un paseo por los malecones que van desde el colorista Parque del Amor hasta el Parque Salazar.
El almuerzo puedes hacerlo en la anticuchería (parrilla típica) Panchita, un restaurante liderado por el gurú de la alta cocina peruana Gastón Acurio, quien por cierto también tiene un restaurante en Madrid. La marca de la casa aquí es el anticucho, un plato de tradición precolombina. Un consejo: reserva con antelación. (Dos de Mayo, 298. Tél. +51 14 47 82 72).
San Isidro
Desde Miraflores dirígete a San Isidro y Pueblo Libre, un rico distrito residencial que aun mantiene los jardines de olivos que trajeron consigo los españoles en época colonial. La gloria de Pueblo Libre y tu primera incursión en la cultura de los mochicas es el Museo Larco, que atesora una extensísima colección de cerámica precolombina entre otros objetos. Asegúrate de no perderte la compilación de vasijas y figuritas eróticas en la que se muestran, a veces de modo cómico, todo tipo de prácticas íntimas... (Av Bolivar 1515. Entrada: 9 euros).
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