INCENDIAN RESTAURANT TOPLESS
Fue incendiado por el novio de una de las trabajadoras. Hoy el dueño piensa abrir otro local
El café Grand View estaba ubicado en la pequeña ciudad de Vassalboro (noreste de Estados Unidos), un local famoso por sus meseras, las cuales atendían a los clientes en ‘topless’. Sin duda un detalle que no hacía pasar desapercibido este negocio.
Si bien el Grand View tenía pinta de club nocturno y solo permitía el ingreso a mayores de edad, también era famoso por sus desayunos. Una carta clásica norteamericana, con tostadas, sánguches y cafés.
Como era de suponerse, el local era uno de los más famosos del estado de Maine, colindante con la provincia canadiense de Nuevo Brunswick. Sin embargo, también tenía decenas de críticos. Vecinos de la zona que argumentaban que el lugar no daba una buena imagen a la ciudad y corrompía a los niños.
Pese a ello y luego de unas largas negociaciones la junta vecinal decidió aprobar la apertura y no realizar más protestas. El local puso además algunas reglas: “No se permitía tocar ni fotografiar a las meseras” y las bebidas alcohólicas estaban prohibidas durante las mañanas.
Sin embargo, el detractor más importante era Raymond J. Bellavance, el novio de una de las empleadas. Cuando el local a penas cumplía sus primeros meses de existencia, en junio del 2009, un voraz incendió acabó con el negocio.
EL RESPONSABLE
En la ciudad todas las voces señalaban a Raymond como autor del hecho. El local no volvió a reabrir sus puertas y tras ello se inició un largo juicio que acaba de culminar. El celoso Raymond fue hallado culpable y la sentencia del juez podría ser de hasta 30 años de prisión.
En su defensa, Raymond señaló que el negocio distaba mucho del rubro culinario y que este era solo la apariencia de un local en donde se ejercía la prostitución. Argumento que no puedo ser comprobado.
Según la web Bangor Daily News, el dueño del negocio, Donald Crabtree, señaló que antes del incidente, Raymond ya se había mostrado violento e incluso había recibido una advertencia por parte de la policía. Además, añade que el responsable no soportaba las bromas de sus amigos, los cuales asistían al local con frecuencia.
Hoy, casi tres años después, Donald Crabtree piensa en reabrir su negocio aunque quiere añadirle algunos detalles más culinarios a su propuesta. Sin embargo, las meseras seguirán haciendo ‘topless’.
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