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CENTRO DE INVESTIGACIÓN DE LOS ANDES

07 RESTAURANTES

EL RESTAURANTE MAS ALTO DEL MUNDO

AFP - Un restaurante en el piso 122 de Burj Jalifa, el más alto del mundo

Un restaurante abrió sus puertas el domingo en el piso 122 de la torre Burj Jalifa en Dubái, a 422 metros del suelo, convirtiéndose así en el más elevado del mundo, anunció su promotor.

Los fuegos artificiales iluminan la torre Burj Jalifa de Dubái, la más alta del mundo, con 828 metros, para dar la bienvenida al Año Nuevo, el 1 de enero de 2011.

Los fuegos artificiales iluminan la torre Burj Jalifa de Dubái, la más alta del mundo, con 828 metros, para dar la bienvenida al Año Nuevo, el 1 de enero de 2011.

Un restaurante abrió sus puertas el domingo en el piso 122 de la torre Burj Jalifa en Dubái, a 422 metros del suelo, convirtiéndose así en el más elevado del mundo, anunció su promotor.

Situado en Burj Jalifa, el rascacielos más alto del mundo, con 828 metros de altura, At.mosphere fue diseñado para ser "uno de los restaurantes más lujosos" del planeta, indicó Emaar Hospitality en un comunicado.

Este restaurante de cocina internacional, que también propone platos bio, puede recibir hasta 210 clientes.

Burj Dubai tiene 1.044 apartamentos, oficinas, un lujoso hotel Armani, así como un puesto de observación en el piso 124, abierto a los visitantes que paguen la entrada.

Esta torre, cuya construcción costó 1.500 millones de dólares, fue inaugurada el 4 de enero de 2010. Tiene 200 pisos, de los cuales solo 160 están ocupados por apartamentos u oficinas.

MANJARES VIKINGOS

Periodista Digital

Guirnaldas, alegrías y manjares vikingos al poder

Encantos de la mesa nórdica: ¿sabías que el acebo, el muérdago y el intercambio de regalos son originarios de la Fiesta Yule?

Olsen celebra la Navidad más nórdica con tradicionales recetas y a precio dulce: 38 Euros por persona. Todo un programa de nuevos sabores y colores: empieza con un mojito rojo, conoce el ruibarbo y brinda con vodka de chocolate

Marie-José Martin Delic Karavelic

Otras Navidades son posibles.  Con Olsen, te acercarás al cálido y sabroso mundo de los sabores nórdicos.  ¡Intentálo y sorprende a tu familia!

Otras Navidades son posibles. Con Olsen, te acercarás al cálido y sabroso mundo de los sabores nórdicos. ¡Intentálo y sorprende a tu familia!

¿Conoces los mullidos y delicados blinis?

¿Quién mejor que Olsen para enseñarte las tradicionales Navidades nórdicas? Desde que abriera sus puertas hace seis años Olsen es el referente de la cocina nórdica en España. Es por eso que estas navidades Olsen nos propone su Menú Yule y nos invita a descubrir el origen de las fiestas navideñas en la mitología nórdica durante todo el mes de Diciembre.

La fiesta Yule es una celebración dedicada al renacimiento del Dios Sol, celebrada por los nórdicos en la noche del solsticio de invierno, la noche más larga del año, entre el 21 y 22 de diciembre. Estas fiestas celebraban el nacimiento de la luz en medio de la oscuridad para lo cual se colocaban abetos decorado con guirnaldas, velas en las ventanas, se colgaban adornos de madera y se intercambiaban regalos. Tradiciones que hemos rescatado para celebrar nuestras navidades. Disfruta en los fríos días de invierno con amigos, familiares y compañeros del triunfo de la luz con los manjares Olsen.

A modo de su particular celebración Yule, Olsen revivirá durante todo el mes de diciembre la comida tradicional nórdica Yule rescatando recetas originales de esta antiquísima fiesta combinandolas con con ingredientes y recetas mas actuales. El resultado es el Menu Yule a 38€ por persona: un viaje por los sentidos: como aperitivo y para que entres en calor te propone un novedoso Mojito Rojo que abrirá tu apetito.

A continuación, de primero, se puede optar entre el sabroso blini de maíz con salmón ahumado, nata agria acompañado de ensalada de mache y manzanas o el venado ahumado con ensalada tibia de patatas salsa de mostaza y frutos rojas, ingredientes indispensables en la cocina nórdica. Después, como segundo, podrás optar entre un tradicional pavo glaseado al vino tinto con frutos secos y puré de batatas o un apetitoso y fresco salmón rosado marinado en eneldo sobre calabacín grillado y patatas, con salsa de cebolla roja, aceite de oliva y queso blanco, decorado con huevas de trucha y alcaparras.

Para endulzar el paladar prueba el sugerente postre de ruibarbo, protagonista de la repostería nórdica, en un cremoso de queso con cereales y sorbete de fresa y ruibarbo. Si eres mas tradicional Olsen te propone un turrón helado con amaretti y salsa de chocolate. Olsen no olvida su amistad con el vodka y para cerrar la velada te invita a un brindis especial: un chupito de vodka de chocolate.

Después de la cena, su sótano abovedado acondicionado como lounge se transforma en un invernal bosque de árboles donde podrás degustar su excelente selección de vodkas. Más de ochenta marcas en chupitos, cócteles creativos o incluso podrás romper el hielo con un martillo: "Belvedere Ice Breaking": y disfrutar de su exquisito vodka polaco servido de forma divertida y original.

Olsen, tras 5 años en Madrid se ha convertido en el referente gastronómico entre los amantes de la cocina de tendencia y calidad. Decorado al más puro estilo escandinavo, este céntrico restaurante destaca por su toque de diseño, invitando a largas sobremesas por su ambiente tranquilo, su cuidada iluminación y su excelente música. Abre todos los días de la semana a partir de las 13hs para las comidas y a partir de las 20hs para las cenas. La cocina permanece abierta hasta las 0.30hs. Los fines de semana el espacio Lounge Belvedere permanece abierto hasta las 2:30 horas. Precio del Menú: 38 euros

Restaurante Olsen
C/Del Prado 15
914293659 Marcela Delacroix

Información cortesía de:
Mondus comunicación Leticia Saharrea y Ana De Santos
+34 648 825 878
leticiasaharrea@mondus.esadesantosprensa@gmail.com

LOS 10 BARES MÁS LOCOS

Desde los amantes de Lost, hasta los fieles seguidores de Depeche Mode, todo fan tiene un bar donde reunirse a despuntar su pasión. Conocé los más curiosos.

bares temáticos

Qué ingenuos fueron los que pensaron que los bares temáticos sólo iban a existir en su versión de Sports Bars, locales en donde todos beben cerveza y miran plasmas que pasan fútbol, torneos de bowling o cualquier juego que tenga una pelotita. Los “temas” de estos boliches han evolucionado al extremo y hoy existen bares para todos los gustos: para fanáticos de la serie Lost, amantes del grupo Depeche Mode o apasionados por los… ¡bombardeos! Estos son los 10 más extraños del mundo.

1.    Bharma: para fanáticos de Lost
Si ustedes siguieron las desventuras de Jack, Locke y la pecosa Kate en la isla de Lost, entonces deben visitar este reducto de Barcelona, llamado Bharma (los entendidos sabrán que es una alusión a la “iniciativa Dharma”). Está ubicado en la calle Pedro IV, número 93, y su decoración evoca la estética de Lost, con una mini-jungla en el centro del local y supuestos restos de avión por todos lados. Para beber intranquilo, con miedo a ser atacado por el horrible monstruo de humo de la serie.

2.     La casa de los Hobbits: para fanáticos de El Señor de los Anillos

Quien haya leído y/o visto la trilogía El Señor de los Anillos, de Tolkien, sentirá que este bar realmente está manejado por Hobbits. El lugar en cuestión se llama La casa de los Hobbits, funciona en Manila, Filipinas, y todos los empleados son enanos. Se sirven hasta 100 diferentes tipos de cerveza y los turistas se la pasan sacándose fotos con los pequeños camareros.

3.    DM Baar: para fanáticos de Depeche Mode
En Tallin, capital de Estonia, es furor un bar para fanáticos del grupo de pop Depeche Mode. Parece ser que en esa ciudad se concentra la mayor cantidad de fans de la banda por metro cuadrado; tanto que por todos lados hay imitadores callejeros del cantante Dave Gahan, Martin Gore y sus muchachos. Todos ellos confluyen los fines de semana en este antro de Tallin, en donde sólo suena la música de Depeche, con gigantografías de los integrantes en sus ajustadas ropas de cuero.

4.    40x5 Tributo Bar: para fanáticos de los Rolling Stones
Buenos Aires también su bar temáticos. En el barrio de Villa Devoto, funciona el único bar temático de Sudamérica enteramente dedicado a los Rolling Stones. Los tragos llevan los nombres de “sus majestades satánicas” y en las pantallas del local se proyectan videos de Mick Jagger & Cia, y de otras bandas rockeras. Hay más: un flipper original de los Rolling Stones modelo 1979 y una estatua tamaño original de Keith Richard. Los fines de semana, las tribus rolingas encuentran allí su lugar en el mundo.

5.    Fredagbar: para fanáticos de Mario Bros.

Los daneses sí que son raros. Todos los viernes a la medianoche, en la universidad de Copenhague, el Fredagbar se convierte en el Mario Bros Bar. A la hora señalada, los amantes de este jueguito electrónico tan ochentoso llevan bloques amarillos de telgopor y hongos gigantes de plástico, para emular las pantallas del juego. Por supuesto, se visten con mamelucos, como los de Mario y Luigi, y reproducen escenas del videogame. Obviamente, todos terminan muy alcoholizados, quizás para olvidar lo ridículo que es andar trepados a cuadrados de telgopor amarillos y hongos, vestidos de Mario Bros.

6.    Downtown Beirut II: para fanáticos de los bombardeos

Muchos de nosotros estamos realmente chiflados, hay que admitirlo. Cómo justificar sino que a uno le guste tomar un trago en un sitio que parece tan bombardeado como Beirut en sus peores años. Justamente, el Downtown Beirut II, en el corazón de Greenwich Village, Nueva York, reproduce una ciudad destruida, con mampostería quebrada, vidrios rotos y alambres de púa retorcidos. Suena música heavy metal y, obviamente, el público hippie cool de Greenwich Village desprecia este lugar.

7.    Jekyll & Hyde Lounge: para fanáticos del terror

También en Nueva York existe un bar para morirse de miedo. Se trata del Jekyll & Hyde Lounge, un espacio decorado con imágenes terroríficas: esqueletos, instrumentos de tortura, sangre, misterio y gritos constantes de terror. Mientras uno toma un gin tonic para relajarse después del trabajo, un tipo con cara de demente se acerca con un hacha y amenaza con cortarnos en pedacitos y meternos en el freezer. Muy agradable para clientes masoquistas o locos de atar.

8.    The Cannabis Café: para fanáticos de la marihuana
En Portland, Estados Unidos, se inauguró recientemente Budtenders, el primer bar para fumar marihuana en un espacio común, siempre y cuando los clientes tengan licencia médica para consumirla. El lugar cobra las bebidas pero no el cannabis y los visitantes pagan una membresía mensual de 25 dólares para usar las instalaciones. El dueño del boliche está armando allí mismo una universidad comunitaria de la marihuana y tiene pensado alquilar el salón para bodas temáticas, para que los novios fumen hasta quedar re locos.

9.    Necrobar: para fanáticos de la muerte
Ya lo dijimos. Hay un bar para todo, inclusive para los que tienen fascinación por la muerte. Así es el Necrobar, uno de los bares temáticos más concurridos de Santiago de Chile. Su decoración es muy simpática: cráneos, huesos de animales y otros detalles que no dan ganas de vivir. El ideólogo del proyecto se llama Michael Benítez, que desde niño tuvo fascinación por todo lo relacionado con la muerte. Un optimista, como quien dice, con bar propio.

10.    La Clínica: para fanáticos de la medicina

En Singapur funciona un bar llamado La Clínica, en donde los mozos y camareras están vestidos como doctores y enfermeras. No sólo las mesas parecen camas de hospital sino que uno puede beber de una bolsa de goteo (pero con el trago que uno ordene) y sentarse en una silla de ruedas.

Por José Barki

RESTAURANTES BAJO EL AGUA

Por José Barki, http://planetajoy.com.ar

Ya se puede comer bajo el agua: llegan los restaurantes submarinos

Parece ciencia ficción, pero es realidad. Ya es posible comer en las profundidades del mar.

restaurantes submarinos

restaurantes submarinos

Lo que hasta hace poco nos parecía una fábula de aventuras es hoy una realidad palpable: ya existen gigantescos complejos gastronómicos ubicados a decenas de metros bajo las olas, en los que se puede comer y contemplar la fauna oceánica. Estos son algunos de ellos. ¿Te gustaría conocerlos?

1. THE RED SEA STARCreado a 70 metros bajo las aguas del Mar Rojo, en las costas israelitas de Eilat, es el primero en su tipo en todo el planeta. Cuatro años y 6.000 toneladas de acero y hormigón fueron necesarios para levantar este majestuoso restaurante submarino. Para llegar hay que caminar por un muelle que se aleja 30 metros de la costa y luego tomar un elevador que baja hasta el lecho del Mar Rojo. Cuando se abren las puertas del ascensor, la sorpresa es inagotable: el suelo del Red Sea Star está hecho de arena. Tiene capacidad para 105 personas y 62 ventanas panorámicas permiten admirar a cientos de especies marinas que se asoman a los vidrios para ver si los humanos se están comiendo a algún pez amigo.

2. ITHAA Pertenece a la cadena hotelera Hilton y se encuentra en las paradisíacas Islas Maldivas, concretamente en la isla Rangali, en el océano Indico. Está a cinco metros bajo el agua y se accede a él a través de una gran pasarela. El salón ofrece espacio sólo para 14 comensales, que tienen una magnífica vista panorámica del fondo del mar.

3. PARQUE OCEANOGRAFICO DE VALENCIAEn España. Se trata de un complejo de dos plantas submarinas, con capacidad para 350 personas. El piso superior está rodeado de agua a modo de una isla y los niveles inferiores disponen de acuarios desde donde se pueden observar grandes bancos de peces plateados, mientras se disfruta de una paella, especialidad de la casa.

4. HYDROPOLIS UNDERWATER RESORT HOTELEn el emirato árabe de Dubai, será el primer hotel submarino del mundo, a un costo de 589 millones de dólares. Se está construyendo en la playa de Jumeirah, a 50 metros bajo el agua. Los huéspedes serán transportados en un “tren acuático” hasta la parte submarina del hotel, que contará con un patio de restaurantes y bares para todos los gustos.

EL MEJOR RESTAURANTE

@Daniel Toledo.- El Confidencial

Primero fue Ferrán Adriá y el boom de la alta cocina española. The next big thing cuaja ahora en los países escandinavos. No sólo merecen atención apuestas por el producto local como la de Mathias Dahlgren en el Gran Hotel de Estocolmo o la fascinante alquimia de Magnus Ek en la casi inaccesible isla de Oaxen, 70 kilómetros al sur de la capital sueca. El cambio de guardia lo ha escenificado mejor que nadie René Redzepi al frente de Noma, restaurante ubicado en Copenhague que en abril arrebataba a El Bulli el oficioso título de mejor comedor del mundo, al menos según la lista San Pellegrino de los mejores enclaves del orbe.

Sólo 600.000 personas viven en el núcleo central de Copenhague, 1,7 millones si se tiene en cuenta la periferia. A priori pocos potenciales comensales para once restaurantes con estrella Michelín. Noma mira al bullicioso canal de Nyhavn, típica estampa de la capital danesa con su hilera de coloridas casas y hervidero de turistas en busca de un plato de smorrebrod, el tradicional sándwich abierto danés de pan negro. El agua juega una mala pasada al visitante, que desde allí debe dar un largo rodeo para llegar al portuario barrio de Christianshavn, una suerte de apéndice de la ciudad a la que está aferrado por varios puentes. En uno de los intrascendentes almacenes con aspecto de hangar que recorren su muelle se ubica el restorán.

El fuego de dos antorchas señala la entrada al edificio, adelanto de la cálida recepción del equipo de sala. Una proximidad que contrasta con una decoración interior fría, marcada tanto por la desnuda madera de techos y columnas como por las pieles que protegen las sillas. Simplicidad a la que no es ajena la comida. La declaración de intenciones no ofrece dudas: “Noma no tiene nada que ver con el aceite de oliva, el foie gras, el tomate seco o las aceitunas negras. Por el contrario, hemos explorado las regiones nórdicas descubriendo alimentos y trayéndolos a Dinamarca”. Sin ir más lejos, llega a la mesa a mitad del largo menú una delicada trufa de Gotland, isla situada en el Mar Báltico, a 90 kilómetros de la costa sueca. Entre los aperitivos, un camarón de los fiordos se presenta vivo on the rocks y rompe en la boca del comensal como una auténtica explosión de mar tamizada por una sutil salsa de mantequilla.

Precisamente la mayor creatividad se encuentra en esa larga relación de snacks que prepara para el festín y deja clara la importancia de flores en el recetario de Redzepi. Las ‘nasturtium’ con que se recibe al visitante son comestibles y se presentan rellenas de caracoles. Le siguen una deliciosa galleta de lardo y grosella y un sándwich de puré de guisantes y queso ahumado emparedado con pan de centeno y piel de pollo solidificada. Especialmente llamativos en su presentación resultan los huevos de codorniz ahumados acomodados entre la paja de un falso nido. También la zanahoria y el rábano babies de cultivo propio, emplatados en una maceta cuya pretendida tierra –una masa que recuerda al guacamole- se dipea con las hortalizas.

Maridaje con zumos

Noma, que tiene garantizado el full house para los próximos meses, propone dos menús: uno de siete platos con elaboraciones de temporada (unos 145 euros) y otro de doce que añade los platos más representativos de la casa (en torno a 185). Resulta novedoso que, además de la tradicional opción del vino, exista la posibilidad de ‘maridar’ el menú con una larga selección de zumos, una opción rompedora que subraya la ecofrescura de la apuesta de Redzepi. Soberbios, por ejemplo, el de zanahoria y el de manzana. No termina de convencer, sin embargo, que la carta de vinos no recoja la posibilidad de pedirlo por copas y sea el propio restaurante quien tenga unos caldos preestablecidos y que elige sin consultar ante esa petición. Una licencia que invita, cuando menos, a la reconvención. Todo vuelve entonces a su cauce.

El menú degustación encuentra sus ‘highlights’ en los clásicos de la casa. El primer punto fuerte llega con las vieras secas con berros, cereales biodinámicos y avellanas. Levemente ahumadas, con textura de chip, inolvidables. A continuación, dos estándares con reminiscencias vikingas: se degustan con las manos, ambos presentados en grandes rocas. Primero, la tierra, el excepcional tartar aderezado con estragón y enebro. Y, después, el langostino en perejil y agua de mar, una suerte de recreación marina. En ‘La ostra y el océano’ Redzepi imita el entorno del molusco, presentado en el centro de una cacerola convertida en un mar de hierbas y aromas.

La trufa de Gotland deja paso a ‘La gallina y el huevo’, un emblema del restaurante que elabora el propio comensal en la mesa y que no deja de ser un huevo frito salteado con mantequilla, espinacas, patatas crisp y otras hierbas. Eso sí, con los tiempos para añadir los ingredientes a la cocción controlados por el equipo de sala y un sonoro avisador que se coloca en cada mesa marcando el paso. Una especie de sabrosa broma. El venado aderezado con tomillo salvaje, berros y frutos rojos abre el camino a los postres, entre los que destacan el poco dulce y sorprendente helado de alcachofas de Jerusalén, cocinadas con mejorana, manzana y malta. También el sorbete de moras con acedera y un cúmulo de hierbas. Todo un curso de botánica que concilia el espíritu con el olor y la frescura de un paseo por el bosque.

Atrevimiento, simplicidad y pureza. “Exploramos el campo para encontrar bayas y hierbas que otros ni siquiera mirarían y trabajamos con materias primas que no forman parte de ninguna sistema formal de cultivo y no pueden obtenerse a través de los canales ordinarios de distribución”, explica Redzepi en la presentación de su local. Y es que lo verde tiene una presencia inusual en la propuesta de Noma. “En temporada, los vegetales frescos, las hierbas, las especies y las plantas salvajes juegan un papel relevante en nuestros platos –añade-. La cocina nórdica debe poseer cierta pureza, una esencial simplicidad (…) y esos valores se reflejan en nuestros menús”. Son los principios de un lugar de peregrinación.

COCINA GOURMET VEGETARIANA

Texto Toni Merigó  - lavanguardia.es

NUEVA YORK Y CALIFORNIA SON LA MECA DE ESTE TIPO DE COCINA

Nueva York, San Francisco y Londres son las únicas ciudades que incluyen restaurantes vegetarianos (pueden servir leche, huevos, miel..., y sus derivados) o veganos (sin nada que proceda de animales) que aparecen en las guías Michelin 2010. Estos establecimientos son una minoría entre el resto de los tipos de cocina (5 entre 400 en San Francisco, 4 entre 650 en Nueva York y 1 entre 450 en Londres), pero el caso es que ya están ahí y atraen la atención de los exquisitos paladares de los inspectores de las famosas guías. El epígrafe vegetariano es reciente en las guías, según Marie-Bénédicte Chevet, del departamento de la sede central de París. La pionera, nos dice, es Nueva York, en la que ya aparecía el restaurante Gobo en años anteriores. Estos restaurantes son la punta de un iceberg compuesto por pequeños establecimientos que han proliferado por doquier en Occidente, pero sobre todo en Estados Unidos, y muy especialmente en California y Nueva York, las dos mecas del movimiento. Estos locales no son muy distintos de los que podemos encontrar en España, situados en lugares sencillos y con recetas que, aunque en sus mejores ejemplos puedan competir con menús carnívoros, no exploran vías imaginativas y personales como es la obligación de la alta gastronomía, que gusta etiquetarse a sí misma como un campo de creatividad no muy distinto de cualquiera de las artes. Esa red de restaurantes ha crecido en los últimos años, y se concentra en los barrios antiguos y más turísticos de las grandes ciudades. ...

NOMA, EL MEJOR RESTAURANTE DEL MUNDO

René Redzepi coloca a Dinamarca en el mapa gastronómico mundial y a Noma como mejor restaurante del planeta

No ha parado desde que, el pasado 26 de abril, en la gala de San Pellegrino World Best celebrada en Londres, donde se eligen los 50 mejores restaurantes del mundo y que coordina «Restaurant Magazine», Noma fue encumbrado como el mejor restaurante del planeta. René Redzepi, chef de este santuario gastronómico de Copenhague, rompía, así, la hegemonía de Ferrán Adriá y ElBulli.
Gracias a él, la cocina escandinava pasará a la historia. «Un desafío que hay que mantener, y eso ya es una carrera de fondo, que se logra con el tiempo, porque la vorágine en la que se ha metido es una locura», me comenta Adriá, quien mantiene muy buenas relaciones con Redzepi y a quien tuvo trabajando en su restaurante «curiosamente al mismo tiempo que Grant Achatz (otro de los pesos pesados de la culinaria mundial con su formidable Alinea, de Chicago). Fantástico ¿no?» . Pero, ¿qué tiene este chef? Tiene eso que llaman «ángel»: es visionario, ambicioso y, por supuesto, muy buen cocinero.
Carrera al estrellato
El quid de la cuestión reside en que todo lo ha logrado de una manera meteórica. Y es que Noma nació en 2003 y ya tiene tres estrellas Michelin, multitud de premios y una lista de reserva interminable. Tras su paso por restaurantes como Le Jardin des Sens, The French Laundry o ElBulli, entre otros, regresó a Copenhague con una idea muy clara: romper con la culinaria afrancesada y burguesa imperante y huir de la alternativa que le quedaba: una cocina «popular» danesa muy limitada. El camino no fue fácil, porque «en Dinamarca no se concebía un restaurante gastronómico de alta cocina escandinava. El cliente no podía entender que sólo con nuestros productos pudiéramos hacerlo», cuenta el propio Redzepi.
Pero él tenía las ideas muy claras. La filosofía conceptual aprendida con Adriá, además de su técnica e inteligente transgresión culinaria; el naturalismo de Michel Bras y esa búsqueda incansable de los productos de la tierra, unida a la conciencia ecológica de Andoni Luis Adúriz, han sido sus baluartes, amén de su propia inquietud creativa y su obsesión por descubrir la naturaleza de su región. Según cuenta el propio Adúriz, «René ha mirado mucho a España. Su ambición y enorme talento han hecho que hoy esté liderando la cocina naturalista».
Lo que la naturaleza da
Lo suyo es buscar los mejores ingredientes de las regiones nórdicas, explorar el potencial de elementos sencillos y utilizar hierbas que para el común de la gente ni siquiera son comestibles. Y esa necesidad vital de demostrar que existe una alta cocina danesa ha impulsado a sus colegas a huir de las tendencias globalizadoras imperantes y centrarse en todo lo que la naturaleza les otorga. Es así como nació el «Manifiesto de la Nueva Cocina Nórdica», firmado en octubre de 2004 por los cocineros top de Escandinavia. «Nosotros, que somos poco chovinistas, deberíamos haber creado algo similar –continúa Adriá– Pero la revolución en la cocina es nuestra desde hace más de una década y la vanguardia española está en primera línea».
«Tenemos una cuidadosa selección de proveedores que deben ser absolutamente exigente con la estacionalidad de los productos», explica el chef danés. Por supuesto, en Noma predomina el home made: son autosuficientes. Todo, en fin, es muy naturista en el marco de un antiguo secadero del siglo XVIII de ambiente rústico-cool.
Noma no tiene normas, como el barrio de Christiania donde está ubicado. Y esa parte contracultural esotro de sus atractivos. «Aquí se provoca una atmósfera para crear más cercanía», sostiene el eco-chef. Aquí uno debe sentir el llamado hygge: en danés, el equilibrio y bienestar.
Dirección: Strandga. de 93. 1401 Copenhague. Dinamarca. www.noma.dk. Reservas: Telf. +45 3296 3297 y booking@noma.dk. Precios: Menú degustación, entre 120 y 160 €. A la carta, entre 120 y 250€.

LA ANTIGUA BOTICA FRANCESA

Para los jóvenes quizás la Botica Francesa no les diga nada; sin embargo, para los que peinan canas, es un símbolo del esplendor y decadencia del Centro de Lima, específicamente del jirón de la Unión. Era 1824 cuando el farmacéutico monsieur Dupreyrón abrió la botica que luego heredó a su discípulo Félix Remy. Al frente, quedaba la perfumería de Alejandro Belmont quien luego de varios sueños y muchos intentos logró unir ambos negocios y consolidar esa mezcla de farmacia con fuente de soda por donde desfilaron los más encopetados vecinos de la ciudad.

Cuando la violencia azotó la ciudad y la convirtió en tierra de nadie, la Botica Francesa cerró sus puertas. Hace diez años, Alejandro Belmont, el nieto, la reabrió en San Isidro, pero solamente como botica, luego le anexó un pequeño ambiente de venta de menúes y comida al paso, hasta que hace algunos meses la chef Roxana Cavero diseñó una carta moderna con toques gourmet, tal como lo demanda el nuevo público.

En el segundo piso mantienen una botica dermatológica con productos propios y una cámara para tratamientos faciales; en el primero está el comedor con pequeñas mesas de mármol, una barrita de helados y una simpática terraza al aire libre.

La cocina, ahora en manos de Rodolfo del Solar, tiene aciertos y deficiencias. Entre los primeros está la buena práctica de calentar los platos antes de llevarlos a la mesa y la brevedad de una carta fresca y atractiva; debe mejorar empero su risotto, al que le falta cremosidad y la cocción de algunas verduras, que si bien se sirven al dente tiende a exagerarse la dureza. Interesante es el atún a la pimienta sobre pepián de choclo de loche y alcachofas salteadas (S/. 30), el lomo saltado (S/. 25) y las ensaladas (S/. 20) bien servidas y con aliños sabrosos. Mención especial merecen los helados, trabajados con frutas frescas según las recetas de antaño, y los milkshakes. Atiende desde la hora del desayuno con impecables benedictinos (S/. 16) y panqueques con plátanos acaramelados (S/. 15).(María Elena Cornejo) Caretas - Ellos y Ellas