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CENTRO DE INVESTIGACIÓN DE LOS ANDES

16 G.AFRODISIACA

LOS MÁS EFECTIVOS AFRODISÍACOS

 

Afrodisíacos naturales: el azafrán y el ginseng son los más efectivos

Ni el chocolate ni el alcohol son los más eficientes. Un estudio realizado en Cánada arrojó llamativos resultados

Si bien los afrodisíacos más conocidos son el chocolate, el alcohol y los frutos secos un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Guelph de Cánada arrojó que los únicos que tienen efectos son el  ginseng y el azafrán.

Incluso, de los tres, este último parece tener más propiedades ya que tiene efectos sostenidos debido a que es una especie derivada de la flor ’Crocus sativus’ que mejoraría el rendimiento sexual.

Hay muchos mitos sobre este tema y nunca se había comprobado científicamente cuáles eran los verdaderos afrodisíacos, señaló el coordinador general del estudio el profesor Massimo Marcone al portal español 20minutos.

Sin duda alguna el chocolate es la vedette, pero el experto comentó: "Quizás algunas personas sienten un efecto debido a que tiene determinados, principalmente la feniletilamina, un compuesto que tiene un efecto en los niveles de serotonina y endorfinas en el cerebro".

En cuanto al alcohol, que se utiliza generalmente para "liberar" los deseos inhibidos, el estudio mostró que sí incrementa el deseo pero dificulta el rendimiento sexual.

Los resultados del estudio se publicaron en la Food Research International (revista del Instituto Canadiense de Ciencia y Tecnología de Alimentos).

LA COMIDA, UN ARMA DE SEDUCCION

La seducción es el arte que utiliza el hombre para persuadir a otra persona y así obtener lo que espera. Este arte utiliza muchas armas de combate: la voz melosa o gruesa, la mirada esquiva y de repente fija, el movimiento del cuerpo o el ambiente. Pero hay una herramienta que, a lo largo de la historia, ha sido testigo fiel de cada encuentro, de cada placer y de cada final en alcoba que sólo espera su momento antes, durante o después de la pasión: la comida

¿Lo dudan? ¿Acaso Adán no se dejó seducir por Eva con una manzana?

Para no perdernos en el tema de culpar o no a la manzana, que ya bastante carga ancestral lleva en sus espaldas, hay algo que es innegable en el ser humano: la comida –y la cocina- es el camino más rápido para llegar al placer sexual. Y es el más rápido porque justamente la comida es la que alimenta todo aquello que entra en esos juegos previos y en la culminación del acto, despierta todos los sentidos y activa todos los sistemas del cuerpo para reaccionar ante el placer. Puede que no inicie con ella, pero algún alimento o comida hace su aparición en esos momentos en que lo único que importa es sentir.

Lo sabían los Griegos y los Romanos quienes no tuvieron ningún tipo de reparo en dejarse seducir y satisfacer sus pasiones. Los de la Edad Media filtraron lo grotesco a través de las especies y las hierbas para disfrutar mejor de ellas, y los franceses -si amigos, los franceses también tienen su sello aquí- terminaron de concentrar el sabor, la sensualidad, la lujuria y la diversión en sus técnicas culinarias, referencia mundial de la alta cocina. Entonces, ¿aún pensamos que la comida no despierta nuestros deseos amatorios?

Pero antes del “Touché” de los franceses, ya teníamos personajes en la historia que sabían combinar el arte de la seducción con la cocina para obtener lo que buscaban: amor y un grato momento en las sábanas. Los dos más emblemáticos fueron Cleopatra y Giacomo Casanova.

Cleopatra, mujer de una belleza que algunos ponen en tela de juicio pero de una increíble habilidad para seducir. Además hacía un magistral uso de todo lo que tuviera a la mano, y esto incluía a los alimentos. Sus famosos baños de leche, sus cremas de miel y almendras que se untaba para atraer amantes y que untaba para enloquecerlos de pasión la pone en la historia como la pionera en sacar provecho de los beneficios de los alimentos. No en vano, Julio César y Marco Antonio, hombres romanos de gran poder militar, sucumbían ante ella y se convertían en mansos corderos.

Cuenta la historia que el amor de Marco Antonio y Cleopatra se consolidó por una apuesta que ésta última le propusiera a Marco Antonio. Cleopatra le aseguró un banquete que costaría 10 millones de Sestercios (antigua moneda romana) y Marco Antonio le dijo que esto no era posible por lo que aceptó la apuesta.

Seguro de que ganaría, Marco Antonio disfrutó del banquete que Cleopatra preparó similar a los que solía hacer. A mitad de éste, Cleopatra tomó una de las dos perlas que tenía en su cuello y preguntó a un testigo cuánto valdría la misma. La persona respondió que alrededor de 5 millones de sestercios. Imagino a Cleopatra dejando caer la perla en una copa de vinagre, esperar un rato a que se disolviera y tomarlo frente a los ojos atónitos de Marco Antonio y del testigo. ¿Qué hombre, ante tal juego de seducción culinario, no queda prendado y locamente enamorado del talento, el ingenio y el encanto de una mujer así? Cierto es que el final de ellos no fue el de “Y vivieron felices para siempre” pero su gran pasión se selló en una mesa.

El otro personaje es el famoso Giacomo Casanova, joven precoz, curioso, muy atractivo, culto y con un carisma que despertaba la envidia de los hombres y subía los ánimos -y las faldas- de las mujeres.

Sus viajes y aventuras lo convirtieron en una amante de la gastronomía y gracias a él los vinos espumosos (champagne), las ostras, las trufas y el chocolate (espumoso) son considerados afrodisíacos. Solía decir que estos alimentos, en especial el chocolate espumoso, la daban la vitalidad necesaria para no decepcionar a ninguna (o a ningunas) de las damas con las que practicaba sus artes amatorias.

Cuenta la historia que un día se robó el mechón de cabello de una doncella, acción que ésta vio mal. Casanova, aparentemente dolido por tal desprecio, picó los cabellos muy finamente y se dirigió a un boticario para que le hiciera unas píldoras con ese polvillo. Al volver al lado de la doncella se los enseñó y ella, curiosa, preguntó qué eran, a lo que Casanova respondió, “píldoras (caramelos) para nunca dejarla de amar...”. Estamos claros que no es un caramelo que muchos comerían, pero no cabe duda el porqué Casanova es la referencia mundial de todos los Casanovas.

Dato Extra: Casanova apoyaba practicar el ritual de la cocina despojándose de toda vestimenta. Decía que el paladar se estimulaba con los platillos mientras la vista se exaltaba ante un cuerpo desnudo. La conexión, sin tapujos ni prejuicios sociales, entre la comida y el hombre.

Así que amigos gourmets, la historia de la gastronomía para nada aburrida es, tiene ese “Je ne sais pas quelque chose est” que nos deja y que nosotros adaptamos cada día a nuestra realidad. Mañana es el día de Los Enamorados así que busquen lo simple, busquen las ganas y rodéense de los alimentos que hayan en casa. Verán como, de forma mágica, harán de ese día una fecha inolvidable.

Fuente: Elgourmeturbano

AFRODISIACOS: MITOS Y REALIDADES

 

El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española define "afrodisíaco" como la sustancia que tiene la propiedad de excitar o estimular el apetito sexual. En atención a esta definición, se puede entender como tal cualquier alimento que se consuma con el declarado propósito de despertar o aumentar el deseo sexual. Las ostras, el champán o el chocolate no tienen ningún nexo nutricional, ya que son alimentos de naturaleza muy distinta. Sin embargo, se consideran como alimentos afrodisíacos en tanto que se les relaciona con el aumento de la libido y la exaltación del erotismo. Neurólogos y otros médicos especialistas, así como antropólogos, tratan en la actualidad de ampliar conocimientos y buscar una explicación científica sostenible a algunos de los mitos que asocian una cena afrodisíaca con el placer sexual.

Enviado por: ECOticias.com

Dieta y libido - La historia desvela el uso de afrodisíacos desde tiempos inmemoriales. La creencia de que ciertos alimentos y platos son responsables en un gran porcentaje del placer sexual ha llegado intacta hasta nuestros días. Desde el punto de vista científico, las investigaciones que han tratado de dar sentido a estas suposiciones son diversas. En la actualidad, se conoce el rol de la dieta en el mantenimiento del equilibrio hormonal, razón suficiente para algunos profesionales sanitarios, como Sarah Brewer, para asegurar que hay un nexo directo entre la alimentación y la libido.

Para Brewer, que ha formado parte de la unidad médica genitourinaria del Queen Elisabeth Hospital, en Norfolk (EE.UU.) hasta el año 2002, alimentos como el chocolate tienen una textura, sabor y aroma que, al introducirlos en la boca, las numerosas terminaciones nerviosas de los labios, la nariz y la lengua reciben una información capaz de provocar ciertas hormonas y otras sustancias, como las endorfinas, que actúan sobre el estado anímico de la persona.

Muchos de los mitos acerca de los alimentos afrodisíacos están basados en la idea de que ciertos nutrientes, como las vitaminas o algunos minerales, pueden reforzar o estimular la función o el deseo sexual. Las vitaminas liposolubles del huevo podrían mejorar la eyaculación precoz, el calcio del helado de vainilla crear orgasmos más intensos o el ácido fólico de los cereales integrales mejorar la circulación de los genitales en el momento preciso. Son mitos que han suscitado la atención de numerosos profesionales de la salud e investigadores, aunque queda por demostrar con evidencia científica suficiente la asociación entre estos componentes de los alimentos y su "aparente" poder afrodisíaco.

Queda mucho por aclarar - La pérdida de la libido y los problemas de pareja que provocan las dificultades fisiológicas para disfrutar del sexo han dado lugar a algunas investigaciones que han llegado a conclusiones interesantes aunque, por el momento, nada concluyentes. Queda por tanto un largo camino por recorrer para establecer nexos definidos entre la dieta y el deseo sexual. En el caso de los fitoestrógenos, abundantes en legumbres como la soja, se han revelado como un coadyuvante significativo en la mejora de la sintomatología que acompaña a la pérdida de estrógenos durante la menopausia.

Investigadores del Hospital Virgen de la Macarena de Sevilla han realizado un estudio con 190 mujeres postmenopáusicas a quienes se les ha suministrado una preparación de soja rica en isoflavonas. Entre otros aspectos, han observado una mejoría sustancial en la habitual pérdida de la libido, que se da en esta etapa fisiológica de la vida de la mujer. Por otro lado, hace décadas que se ha detectado que la deficiencia de cinc en hombres que deben someterse a hemodiálisis es un factor que empeora la disfunción gonadal que sufren la mayoría de estos pacientes.

En algunos estudios -no en todos-, el suplemento de cinc ha supuesto una mejora de la potencia, la libido y la frecuencia de la realización del acto sexual en hombres con problemas renales. Las ostras, uno de los grandes referentes de la cocina afrodisíaca, son muy ricas en este mineral. Pero estos son algunos ejemplos de investigaciones realizadas sobre esta cuestión, que aportan resultados interesantes aunque, tal y como advierten sus autores, todavía queda mucho por demostrar.

Otros puntos de vista - La cocina afrodisíaca está tapizada de una larga lista de alimentos que, al margen de que generen pasión o no, cuentan con beneficios notorios para la salud. Al chocolate se le atribuye la capacidad de provocar la secreción de endorfinas, que es un estimulante natural; el ajo contiene compuestos que favorecen la circulación y el flujo sanguíneo, necesario por otra parte para estimular los órganos sexuales.

Los cereales integrales y verduras varias son ricas en vitaminas del complejo B y, en concreto, las fuentes de niacina actúan como vasodilatadores y ayudan en la producción de histamina, una sustancia implicada en el orgasmo, tal y como afirma la doctora Brewer.

Por otra parte, estas afirmaciones contrastan con el pensamiento de otros muchos profesionales de la salud como Barnaby Barrat, presidente de la American Association of Sex Educators, Counselors and Therapists, que se manifiesta con una visión más pragmática del tema y afirma que el nexo entre alimentos y libido es más psicológico (efecto placebo) que fisiológico.

ELENA PIÑEIRO /MAITE ZUDAIRE - www.consumer.es – EROSKI

AROMAS AFRODISIACOS

Neomundo para Periodismo.com

El perfume de las mujeres podría aumentar la testosterona en los hombres

Cuando una mujer prepara su cita con un caballero, uno de los grandes detalles a considerar es el perfume a utilizar. Vale recordar que el olor que desprende una mujer que está ovulando parece aumentar el nivel de la testosterona en los hombres. www.neomundo.com.ar

Cuando una mujer se prepara para una primera cita con un caballero, uno de los grandes detalles a considerar es el perfume que va a usar. Sin embargo, acudir al encuentro con su propia aroma podría ser la mejor estrategia: el olor que desprende una mujer que está ovulando parece lograr aumentar el nivel de la testosterona en los hombres, según un estudio realizado en Estados Unidos.

Saul Miller y Jon Maner, dos investigadores de la Universidad del Estado de Florida, explicaron que "ya se sabe por estudios previos que los olores son esenciales en los hábitos reproductivos de los animales, en los cuales los niveles de la testosterona masculina aumentan en respuesta a las señales olfativas enviadas por las hembras".

Y -para averiguar si sucede algo similar en los seres humanos- Miller y Mane diseñaron un experimento cuyos resultados fueron publicados en Ciencia Psicológica la revista de la Asociación de la Ciencia de la Psicología de Estados Unidos.

EL AROMA DE LAS HORMONAS

Un grupo de mujeres usó remeras para dormir en diversos momentos de su ciclo menstrual. Los voluntarios masculinos luego olieron estas remeras y otras que nadie había usado. Los científicos tomaron muestras de su saliva antes y después de haber sentido estos aromas, y midieron la concentración de testosterona en ella.

Los hombres que habían olido las remeras usadas por mujeres ovulando tenían mayores niveles de testosterona que aquellos que habían estado en contacto con remeras que nadie había usado o que habían vestido mujeres en otro momento de su período menstrual.

A su vez, tras oler las remeras los hombres "evaluaron" cuan placentero era el aroma que percibían. Como era de esperar, el olor más agradable fue el que desprendieron las mujeres que estaban ovulando.

Ante estos resultados, los investigadores concluyeron que "este estudio es el primero en proveer evidencia directa de que los aromas que indican que una mujer está ovulando influyen en las respuestas biológicas de los hombres".

EL CURANDERO

Agence France-Presse

Hallan en Perú semillas afrodisíacas en tumba de curandero de hace 800 años

Arqueólogos peruanos encontraron una vasija de cerámica con más de 500 semillas de un producto natural, conocido como nectandras, a las que se les atribuye efectos afrodisíacos y que estaba en la tumba de un curandero que habría vivido hace 800 años, señaló uno de los investigadores.

El hallazgo se produjo en la localidad de La Pava de Mochumí, en el valle de Las Pirámides de Túcume, región Lambayeque (norte de Perú), informó el arqueólogo Marcos Fernández, del Complejo Arqueológico La Pava de Mochumí, en un artículo publicado este sábado en el diario El Comercio.

"La vasija de cerámica con las 500 semillas conocidas como nectandras, que es un producto natural al cual se le atribuye efectos afrodisíacos, fue la primera pista para dar con los restos del curandero de la cultura preincaica Lambayeque", explicó Fernández.

Los arqueólogos también hallaron una serie de elementos que utilizaba el curandero, tales como mates (calabazas talladas con figuras de animales) acompañado de restos textiles de colores, y una concha de abanico, vasijas, un cántaro en forma de globo y un bastón de madera similar a un cetro.

El Estado ha destinado 1,5 millón de soles (unos 562.000 dólares) para los trabajos de investigación arqueológica en Lambayeque, una de las regiones donde se desarrollaron importantes culturas preincaicas, como las Mochica, Chimú y Lambayeque.

EFECTIVOS AFRODISIACOS

Por: PILAR CRISTÓBAL - 20minutos.es
La Edad Media está llena de relatos donde los filtros amorosos cumplen la función de volver locos a los que los beben como el que desencadenó la tragedia de Tristán e Iseo que no era más que un buen aguardiente de hierbas que preparaba la madre de Iseo. No hay ningún filtro que pueda torcer las voluntades o el deseo humano, pero sí hay bebidas que abren la puerta a lo que ya se está cociendo dentro.
Ajenjo. El ajenjo es una planta que crece libremente en todos los campos de España, su sabor es muy amargo y en Castilla se frotaba con ella los dedos de los niños que se comían las uñas. Macerando sus hojas y sus capullos junto con hojas de mejorana, y semilla de anís se hace la famosa Absenta, el verde licor de los poetas malditos. Reputado como un poderoso afrodisíaco, se bebía en todos los burdeles de Francia de la Belle Époque porque "las prostitutas lo necesitaban para aguantar a los clientes y los clientes para no darse cuenta de cómo eran las prostitutas" según palabras de Marcel Proust.
El alcohol es muy difícil de dosificar y si te pasas se convierte en un sedante, es decir un poderoso anafrodisiaco o asesino de la respuesta sexual. En los años cincuenta se descubrió que el aceite esencia del ajenjo era un poderoso alucinógeno cuyo consumo habitual llevaba a la locura y a la muerte, motivo este por el que fue prohibido. En algunos países de la península Balcánica se sigue vendiendo. Se prepara así: en un vaso alto se coloca el equivalente a una copita de licor de ajenjo, se coloca una cuchara especial con ranuras o un tenedor sobre el borde del vaso en el que se ha depositado un terrón de azúcar y se pasa agua del tiempo o caliente sobre el azúcar hasta llenar el vaso.
Vino blanco o champán. El alcohol tomado en pequeñas cantidades suele actuar como un estimulante sexual y suele ayudar a las personas a superar las inhibiciones que suelen entorpecer el cortejo, el deseo y las relaciones sexuales incluso en relaciones no casuales. Por su parte el vino o el alcohol destilado forma parte de la mayoría de las recetas afrodisíacas o de los filtros amorosos, probablemente porque el alcohol en pequeñas cantidad provoca el deseo sexual en las mujeres y favorece la erección en los hombres.
No hay mejor manera de comenzar una noche de pasión que empezando con una cena ligera y apetecible y acompañada de un vinito bueno. Dice Cicerón "Venus se siente sola son Ceres (la comida) y sin Baco (el vino)". Sin embargo el alcohol es muy difícil de dosificar y si te pasas se convierte en un sedante, es decir un poderoso afrodisíaco o asesino de la respuesta sexual.
Anís. Planta umbelífera nativa de Oriente medio. Eran conocidas sus propiedades curativas y afrodisíacas tanto en Egipto como en Grecia. El botánico Griego Dioscórides ya la menciona en sus escritos y describe algunas de sus propiedades. Los árabes la trajeron a Europa y Andrés Laguna, medico y botánico renacentista, que tradujo y glosó la obra de Dioscórides dice que esta planta: "Aviva el deseo de hombres y mujeres, corrige la corrupción y hediondez del aliento, resuelve ventosidades inoportunas y elimina los regüeldos ácidos, todas ellas cosas necesarias en las lides de amor".
El aceite esencial, el acetol, se extrae de las semillas del anís verde, se usa en perfumería, y como ingrediente de numerosos licores. En España los hay dulces y secos como el Chinchón, en Francia los de Pernod, Pastis y Ricard son los más conocidos, también son notables el ouzo griego (el mejor es el de la isla de Mitilene antigua Lesbos) y el raki turco. Las semillas se usan en cocina por su propiedades carminativas y curativas pero el aceite esencial, el acetol, no sólo no tiene ninguna propiedad curativa sino que si se consume en grandes cantidades pude provocar convulsiones.
Chocolate. Era la bebida sagrada de la diosa azteca Xochiquetzal, diosa de la belleza, el amor y la fertilidad. El primer europeo que lo bebió fue Hernán Cortés en la corte de Moctezuma. Como muchas otras comidas y bebidas importadas de América enseguida se puso de moda por sus propiedades afrodisíacas, y los monjes franceses prohibieron tomarlo a sus novios y novicias por los posibles estragos que la bebida podía hacer en sus conciencias. En tiempos de Luis XIV, su cocinero dio con la fórmula para hacer sólido el chocolate, hasta entonces se consumía en forma de bebida para después de las comidas como el té o el café.
En la corte del rey de Francia los bombones se hicieron muy populares. Los caballeros los regalaban a las damas para indicarles sus intenciones y si una dama aceptaba uno de la mano del propio Rey Sol indicaba que había aceptado pasar por la cama real. Los bombones son unos bocados exquisitos para juguetear en la cama durante una sesión amorosa. No son afrodisíacos pero algunos de sus componentes, los polifenoles favorecen el flujo de azúcar en el cerebro con lo que mejoran el estado de ánimo y ayudan a ver la vida de color de rosa, no curan la depresión pero la alivian notablemente.

GASTRONOMÍA AFRODISÍACA

Alimentos afrodisíacos, ¿realmente funcionan?

Las otras, como casi todo el marisco, están consideradas como un potente afrodisíaco.REUTERS/Fabrizio Bensch

 

  • Productos como las ostras o el chocolate tienen fama de estimular la líbido
  • Los especialistas aseguran que hay sustancias que favorecen el deseo sexual
  • A veces se asocia el poder de ciertos alimentos con su semejanza a los órganos genitales
  • Los afrodisíacos nunca pueden solucionar un problema sexual real  

Los especialistas aseguran que el chocolate favorece la aparición del deseo sexual.Flickr

Por: ALBERTO LEÓN - MADRID 

Es posible que muchos de vosotros estéis planteando a estas alturas cómo sorprender a vuestra pareja con una cena especial por el Día de San Valentín. 

A menudo los enamorados recurren en esta jornada al tópico de los alimentos afrodisíacos a la hora de elaborar un menú que les permita estar a la altura de las circunstancias.

La palabra afrodisíaco proviene de Afrodita, diosa griega del amor, y según la Real Academia Española, define a aquella sustancia o medicamento "que excita o estimula el apetito sexual".

Por eso, suelen atribuírseles propiedades afrodisíacas a alimentos que estimulan nuestros sentidos básicos -gusto, olfato, vista- y, por ende, nuestro apetito sexual.

Pero, ¿realmente poseen las ostras, el chocolate o la canela la capacidad de despertar nuestra líbido?

Semejanza con los órganos genitales

Según el doctor Mariano Roselló, director médico del Centro de Urología, Andrología y Sexología, "los alimentos afrodisíacos son aquellos que se asocian a los órganos sexuales". Es el caso del pepino o los espárragos, por su semejanza al órgano sexual masculino, o las ostas o las frambuesas, al femenino.

El doctor Roselló ha manifestado a RTVE.es que estos productos "se consideran afrodisíacos porque su apariencia física evoca la sensualidad, en forma o color, de los órganos genitales, pero no porque su composición incite o provoque el deseo sexual".

Según este especialista, "la definición de lo que se considera afrodisíaco ha evolucionado y hoy en día sí podemos hablar de sustancias que desinhiben y favorecen la aparición del deseo sexual como por ejemplo cantidades moderadas de alcohol o sustancias tales como la yohimbina o el mismo chocolate".

Y es que el chocolate, según algunos estudios, "contiene sustancias cuyo comportamiento asemeja el de neurotransmisores excitatorios", ha señalado el doctor Mariano Roselló.

Este médico, experto en disfunciones sexuales, advierte que "con independencia de que utilicemos los alimentos afrodisíacos para salpimentar nuestras relaciones sexuales, es importante ser conscientes de que ningún alimento tiene propiedades curativas o pseudo-mágicas en caso de que suframos algún problema sexual real".

Afrodisíacos a lo largo de la historia

La creencia en los afrodisíacos es casi tan antigua como el hombre. Ya los antiguos egipcios  consideraban que el polvo de pene de cocodrilo desecado estimulaba el deseo sexual.

Griegos y romanos también creyeron en el poder de algunas plantas y alimentos, generalmente por su semejanza con los órganos sexuales.

Ya en la Edad Media, hortalizas como la cebolla, el ajo, el nabo o el rábano adquirieron fama de afrodisíacos.

En los últimos años, en plena era de la Viagra, han sido los productos de herbolario los que han captado las preferencias del público a la hora de animar su vida sexual.

Ginseng, jalea real o la damiana son algunas de estas raíces y plantas naturales cuyo efecto, supuestamente, despierta nuestra líbido.

Los más conocidos

La lista de alimentos y productos teóricamente afrodisíacos es inmensa. Nosotros vamos a repasar algunos de los más conocidos:

Ostras: Siempre se ha asegurado que el marisco es el afrodisíaco por excelencia, en especial las ostras. Muchos afirman que la relación proviene de su semejanza con el órgano genital femenino aunque algunos especialistas consideran que es su aporte energético, con alto contenido en zinc, lo que le otorga sus propiedades sexuales. Tampoco hay que olvidar que las ostras son un producto caro y, como tal, algo lujoso y excepcional.

Chocolate: Ya los antiguos mayas y aztecas otorgaban propiedades afrodisíacas al chocolate ya que creían que el árbol del cacao tenía origen divino. Lo cierto es que el chocolate contiene sustancias como la feniletilamina y la seratonina, que teóricamente estimulan sentimientos como el amor, la felicidad o la pasión. Todo un clásico en esta relación.

Ajo: Muchos lo detestan por su olor y por su sabor pero tradicionalmente el ajo ha sido considerado como alimento afrodisíaco gracias a su efecto calentador del organismo. Ya Aristóteles lo alababa por sus propiedades vigorizantes y fue muy popular entre la milicia romana.

Trufa: Este hongo subterráneo es imprescindible en algunas cocinas, como la francesa. Aunque sus propiedades afrodisíacas se discuten, lo cierto es que en la Edad Media se consumían las trufas bajo la creencia de que estimulaban la líbido. Algunos aseguran que es su tacto precisamente lo que la otorga sus supuestas propiedades. Incluso se ha dicho de la trufa que algunas de sus sustancias volátiles imitan a las feromonas del jabalí macho.

Pimiento rojo: Tradicionalmente se ha incluido al pimiento en la lista de productos afrodisíacos por su forma fálica, aunque en el caso del pimiento rojo, sobre todo si es picante, contiene una serie de vitaminas y sales minerales que actúan como vasodilatadores.

Canela: Es uno de los estimulantes sexuales más populares aunque dicen que, en grandes dosis, puede tener incluso el efectos contrario. También se cuenta que el efecto de la canela es mayor en la mujer que en el hombre.  

Champán: La bebida que no puede faltar en una cena romántica. El alcohol en general es un importante desinhibidor aunque tiene el peligro de que el abuso disminuye la energía sexual.

Fresas: Favorecen la circulación de la sangre, lo que puede incrementar también la capacidad sexual. Pero quizá es su aspecto y llamativo color lo que convierten a las fresas en uno de los afrodisíacos más demandados.

Dátiles: En África los dátiles están considerados como uno de los estimulantes sexuales más potentes debido a su alto poder calórico. También el vino de palma, un derivado de este fruto, posee estas cualidades, según aseguran.

Aguacate: Esta fruta originaria de América tiene, según la creencia, importantes efectos eróticos. Los indios americanos aseguraban que estimulaba el deseo. Quizá el hecho de que sea abundante en vitaminas explique su fama.

EL EROTISMO EN LA MESA 1


EL EROTISMO EN LA MESA

Por: Ángel Rivas – Vida y Estilo.

Ciertos alimentos tienen una composición química que contribuye a la pasión... al menos según la tradición.

Entre los placeres que más satisfacen a muchas personas están cocinar y amar. Además, existe un vínculo estrecho entre ambas: los ingredientes afrodisíacos que, supuestamente, tienen el poder de intensificar el amor y la pasión.

Al ser una mezcla de diferentes sustancias y elementos naturales, los alimentos reaccionan en el organismo, aunque el efecto varía en cada persona.

"Mientras que a ciertos individuos el efecto (de los alimentos) puede resultar como vasodilatador o desinhibidor, para otros puede ser depresivo o tóxico.

"Obviamente, hay que tener en cuenta de que no existe algún alimento que por sí solo sea un detonante sexual, sino que simplemente contribuyen", asegura el ingeniero químico Juan Antonio Rodríguez.

Por la boca entra el amor

A lo largo de la historia y casi desde la concepción del primer ser humano ha existido la concepción de alimentos que guardan virtudes amorosas o sexuales para quienes la consumen.

El primer ejemplo es la manzana, el fruto relacionado con Adán y Eva, y que hasta la actualidad es para el mundo occidental un alimento que guarda propiedades sexuales.

Según el libro Afrodisia, Una Enciclopedia de Sabiduría Erótica, si se corta una manzana de arriba a abajo se tendrá la revelación de la tentación que Eva ofreció a Adán.

También durante ese periodo histórico se creía que los alimentos de los ricos, como las carnes, tenían un mayor poder afrodisíaco que lo que ingerían los pobres.

Cada cultura y civilización ha tenido sus propios ingredientes afrodisíacos, entre ellos: miel, berenjena, almendras o berros, e incluso, para los mexicas, el jitomate y el aguacate

Ciertos alimentos tienen una composición química que contribuye a la pasión... al menos según la tradición.

Entre los placeres que más satisfacen a muchas personas están cocinar y amar. Además, existe un vínculo estrecho entre ambas: los ingredientes afrodisiacos que, supuestamente, tienen el poder de intensificar el amor y la pasión.

Al ser una mezcla de diferentes sustancias y elementos naturales, los alimentos reaccionan en el organismo, aunque el efecto varía en cada persona.

"Mientras que a ciertos individuos el efecto (de los alimentos) puede resultar como vasodilatador o desinhibidor, para otros puede ser depresivo o tóxico.

"Obviamente, hay que tener en cuenta de que no existe algún alimento que por sí solo sea un detonante sexual, sino que simplemente contribuyen", asegura el ingeniero químico Juan Antonio Rodríguez.

Por la boca entra el amor

A lo largo de la historia y casi desde la concepción del primer ser humano ha existido la concepción de alimentos que guardan virtudes amorosas o sexuales para quienes la consumen.

El primer ejemplo es la manzana, el fruto relacionado con Adán y Eva, y que hasta la actualidad es para el mundo occidental un alimento que guarda propiedades sexuales.

Según el libro Afrodisia, Una Enciclopedia de Sabiduría Erótica, si se corta una manzana de arriba a abajo se tendrá la revelación de la tentación que Eva ofreció a Adán.

También durante ese periodo histórico se creía que los alimentos de los ricos, como las carnes, tenían un mayor poder afrodisiaco que lo que ingerían los pobres.

Cada cultura y civilización ha tenido sus propios ingredientes afrodisiacos, entre ellos: miel, berenjena, almendras o berros, e incluso, para los mexicas, el jitomate y el aguacate.

Las almendras eran en la Edad Media un símbolo de placer, mientras que para la cultura de la India y algunas orientales la mezcla de mariscos en estofados o arroz resultaba en un potenciador sexual efectivo.

En el mundo árabe, el texto El Jardín Perfumado, atribuido al Jeque Nefzawi, revela preparaciones afrodisiacas, como la mezcla de almendras con piñones en miel espesa, sugerida en tomas nocturnas durante tres días.

Ese mismo texto alude al guiso conocido actualmente en Turquía como Iman Bayaldi (Imán Desmayado), donde el ingrediente principal es la berenjena cocida en aceite de oliva.

Su curioso nombre es producto de una leyenda: se dice que este platillo se le ofreció por primera vez a un imán (persona encargada de dirigir la oración en el Islam), quien cayó desmayado al probarlo por el placer que le provocó.

Georgina Estrada, vicepresidente de la Asociación Mexicana de Sommeliers, cuenta que, en cuestión de bebidas, la absinta o licor de ajenjo se consideró en Europa como afrodisiaco, aunque también se le relacionaba con la locura. Esta bebida era consumida por artistas europeos del siglo 19, como Vincent Van Gogh o Tolousse Lautrec.

La sommelier también señala entre las bebidas consideradas como afrodisiacas al licor de damiana, proveniente de Baja California, y al licor italiano de hierbas, Strega.

Pero no sólo se trata de ingredientes y sustancias: el libro Afrodisia también señala que las formas que tienen ciertos ingredientes contribuyen a la excitación de quien los come.

Tal es el caso de Madame de Pompadour, amante del rey Luis XV de Francia, quien solía servir en la corte espárragos con mayonesa, mantequilla, salsa holandesa, aceite o vinagre