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CENTRO DE INVESTIGACIÓN DE LOS ANDES

11 ESPECIAS

HISTORIA DE LA MOSTAZA

POR: CARLOS AZCOYTIA DESDE SEVILLA, ESPAÑA - www.historiacocina.com

La Mostaza es una planta anual de la familia de las crucíferas que crece en toda la cuenca mediterránea, existiendo unas cuarenta especies distintas en la Tierra, sólo teniendo interés gastronómico y médico la llamada mostaza blanca ‘sinapis alba’, la mostaza negra ‘sinapis nigra’ y la llamada mostaza salvaje ‘sinapis arvensis’.

El nombre de mostaza se aplica tanto a la planta como a la semilla y a la salsa hecha con las semillas que se preparan de diversas formas, lo curioso es que el nombre clásico para denominarla en castellano era jenabe, que a su vez venía del latín sinapi, que a su vez viene del griego con el mismo nombre, de ahí la palabra sinapismos, que no es otra cosa que cataplasmas de mostaza aplicadas al pecho como remedio de catarros y otras afecciones pulmonares. El nombre como lo conocemos hoy aparece por primera vez en Francia hacia el año 1220, derivada de la palabra latinas ‘mustum’, así que la primera constancia que se tiene del nombre es ‘moutarde’, los estudiosos de las etimologías dicen que proviene del vocablo popular ‘mustum ardens’ o lo que es lo mismo que decir ‘mosto ardiente’ por tener los romanos la costumbre de añadir, o diluir, granos de mostaza en el zumo de la uva. Lo cierto es que en la misma época aparece en castellano con el nombre de mostaza y en Italia con el de mostrada.

La mostaza se conoce desde muy antiguo y no podría precisar cuando se tiene constancia de la primera cita de esta planta, pero ya en el Nuevo Testamento, en una de las parábolas de Jesucristo, concretamente en San Mateo, capítulo XIII, versículo 31-32), dice: Es semejante el reino de los cielos a un grano de mostaza que toma uno y siembra en el campo; y con ser la más pequeña de todas las semillas, cuando ha crecido es la más grande de todas las hortalizas y llega a hacerse un árbol, de suerte que las aves del cielo vienen a anidar en sus ramas".

Los griegos la utilizaban como planta para condimentar sus platos y Pitágoras la recomendaba por creer que aumentaba la memoria y daba alegría al espíritu; también se sabe que el botánico Teofrasto la cultivaba en los jardines.

Los romanos la tenían tanto como planta medicinal, la consideraban excelente contra los dolores de cabeza o como digestivo, y como condimento, siendo Plinio el que nos indica que era un componente esencial en la elaboración del famoso ‘moretum’. Los romanos la utilizaban en sus vinos especiados y también confitaban en vinagre sus hojas.

Es en la Edad Media cuando toma verdadero auge esta planta en Europa, ya que la cocina se llena de especias, se abusa sobre manera de la condimentación de las carnes, en parte por la dificultad de la cocción y también para disimular, en algunos casos, el gusto dudoso o corrompido de ellas, eran épocas donde el comercio de especias podía hacer rico a un hombre en un solo viaje a Oriente, ver nuestros artículos dedicados a la Ruta de las Especias o el monográfico que dedicamos a Marco Polo, e incluso el artículo titulado ‘Un recorrido de 400 años por la mesa de los monarcas españoles’.

En el siglo XIII se produce y consume en grandes cantidades en toda Europa, siendo las ciudades de Cremona en Italia y Dijon en Francia las que más tierras dedicaron a su cultivo, incluso hasta hoy llega esa costumbre, ya que Dijon, capital de la región de la Borgoña, produce en la actualidad el cincuenta por ciento de la producción total de mostaza en el mundo

Tanto predicamento tenía la mostaza que, a modo de anécdota, contaré un hecho acaecido en el año 1543, según cuenta el cronista  Jean Froissart, cronista de la guerra de los Cien años, referente al ruego de los magistrados de Saint Didier pidiendo que no devastaran las tropas de Eduardo III de Inglaterra las cosechas y los campos temiendo las hambrunas posteriores a lo que les contestó su general Plantagenet: “¡Imposible! Una guerra sin fuego es como una morcilla sin mostaza”.

Como contaba anteriormente la mostaza de Dijon se hizo famosa desde el siglo XIII, siendo al siglo siguiente cuando se consolida como producto de la región haciéndose de forma líquida y seca. Ya en el siglo XVII un tal Savelette fabricó la primera mostaza fina, posteriormente un tal Maille fabricó veinticuatro clases de mostaza: al ajo, a las trufas, al estragón, a la menta, a las anchoas, etc. Su competidor Bardin inventó otras cuarenta formas o clases de mostaza, la mayoría de ellas imposibles de reproducir hoy, como pueden ser  las hechas a las mil flores, a la rosa, a la naranja o a la vainilla. Como vemos un mundo de sabores florece alrededor de la mostaza. En esa época se hace célebre una copla que traducimos del francés y que dice: “Dios nos guarde de tres cosas: Del buey salado sin mostaza. Del criado que se cuida o regala. De una mujer que se maquilla”.

Otra anécdota relaciona con la mostaza la tenemos en Aviñón en el siglo XV cuando el Papa Juan XXII (1314-1334) nombró a un sobrino suyo, el cual era un inútil total, como ‘Primer mostacero del Papa’, para que después el lector se fíe de lo que dice el Vaticano cuando preconiza que las decisiones del Santo Padre son infalibles y que hablan por boca de Dios, sobre este hecho Alphonse Daudet se hace eco en su obra ‘Lettes de mon moulin’.y en Francia existe el dicho “se cree el primer mostacero del Papa” como signo de ser un creído. De esta misma época es el libro del cocinero del rey Carlos VI de Francia Taillevent, titulado ‘Le Viander’ en la por primera vez utiliza mostaza en recetas análogas a las que conocemos hoy.

En España y en el Siglo de Oro la mostaza está presente en la llamada Biblia de la cocina del barroco escrita por Francisco Martínez Motiño, cocinero del rey Felipe III, el libro escrito en 1611 y titulado "Arte de la cocina, pastelería, vizcochería y conservería” donde hay una receta ‘española’ sobre la mostaza que transcribo en su totalidad para recreo de los interesados en el tema:

Tomarás cuatro arrobas de uvas negras, las desgranarás, echarás los granos en un caldero o perol de cobre, ponlos sobre las trévedes con lumbre, y cueza una hora: luego déjalo enfriar y escurre todo el mosto que saliere; luego estruja las uvas todo cuanto pudieres en una estameña: después de haber secado el mosto lo pondrás a cocer, y cueza hasta que mengüe la mitad y un poco más, luego déjalo enfriar, toma una libra de polvo de mostaza que sea muy fina, desátala con vinagre muy fuerte, de manera que se haga una masilla, déjala estar así cosa de seis horas: luego la pondrás en un barreño o perol, ve echando mosto poco a poco, y desatando la mostaza hasta que esté bien rala: luego échala en una olla vidriada y déjala estar un día destapada: luego tápala con un corcho, pónle por encima un pergamino: y el mosto que te sobrare lo has de guardar en una ollita vidriada, muy bien tapada; y cuando la mostaza se endureciere y perdiere la fortaleza, con el arrope que te sobró podrás desatar un poco de polvo de mostaza, habiendo hecho la masilla con vinagre, como está dicho, y aderezarás la mostaza, de manera que no esté dura, y esté picante; y si esta mostaza se te espesare mucho entre año, y no tuvieres arrope, desatarán un poco de polvo de mostaza con un poco de vinagre y un poco de agua, y lo dejarás estar dos o tres horas para que pierda la verdura. Aderezarás Una ollita de mostaza, cosa que puede durar diez o doce días;  y en acabándose esta, adereza otra para otros tantos; y esto se puede hacer porque el arrope con el que se hizo la mostaza estaba tan negro y tan subido de punto, que se vendrá a endulzar a los cuatro o cinco meses; mas tiene buen remedio en lo que tengo dicho, que si esta mostaza se hiciera con mosto de uvas tintas, sacadas del lagar en lagar, sale la mostaza morada, y si las aderezas con mostaza y vinagre, quedaría parda; y si no apurases tanto el arrope, también se corrompería a cosa de tres o cuatro meses después de hecha; y así más vale aderezarla entre año, que no que se eche a perder de manera que no se pueda remediar. En el arrope con que se hace la mostaza podrás echar membrillos cuando se cuece, para que tome aquel gusto; también se suele echar clavo y canela; más yo lo he experimentado y es mejor el arrope como está dicho, sin echar ninguna cosa más que el polvo de la mostaza. Y si quisieres hacer esta mostaza sin hacer la masita del polvo de la mostaza en vinagre, sino echar el polvo en una pieza, y desatarla con el mismo arrope, sin echar gota de vinagre, estará más segura de que no se pierda entre año, haciéndola de esta manera; la echarás en una olla vidriada, la dejarás destapada, veinticuatro horas para que eche la verdina fuera; hará una espuma, que la quitarás con un cucharón; taparás la olla con un corcho, que esté muy justo, y luego un pergamino encima, porque no pierda la fuerza; y si entre año se endulzare se tornará a aderezar como queda dicho anteriormente”.

En la primera Guerra Mundial se hizo tristemente famoso el llamado 'gas mostaza', llamado así porque la iperita tiene un olor y se parece al aceite que suelta la mostaza llamado isotiociato de alilo que es el que le aporta el gusto picante.

El presente de la mostaza es desalentador al estar circunscrita a saborizante de las mal sanas hamburguesas o salchichas de plástico que sirven en los pomposamente llamados restaurantes de comida rápida, aunque todavía predomine el buen gusto en la cocina inglesa en su ‘roast-beef’ o en salsa como la ‘Cumberland’ hecha con Oporto y en la cocina francesa con su salsa ‘Robert’ inventada en el siglo XVIII por Robert Vinot., sigamos dándole la dignidad a este alimento y sirva este artículo como reivindicación del noble arte de la elaboración de este magnífico producto.

CLAVO DE OLOR

Familia

:

Mirtáceas

 

Latín

:

Eugenia caryophyllata

 

 

 

 

 

 

 

Inglés

:

Cloves

 

Italiano

:

Garofano

 

 

 

 

 

 

 

Francés

:

Clou de girofle

 

Alemán

:

Gewürznelken

 

Nombres Populares:

Clavo de olor.

 

Nombres Populares:

Árbol que tarda unos veinte años en desarrollarse, con una altura entre doce y quince metros, y que puede seguir produciendo fruto hasta cincuenta años. Sus hojas se parecen bastante a las del laurel, las flores tienen pétalos amarillos.

 

El clavo posee un aroma fuerte, caliente y rico, al probarlo es picante ácido, fuerte y amargo y deja una última sensación de frío en la boca. Al cocinarlo su efecto se suaviza. Acompaña muy bien los platos dulces y los salados, para pastel de pollo frío y guisados de conejo, arenques en escabeche, jamón glaseado, plátanos asados, tartas de manzana y pudines e igualmente en el pan especiado.

 

Hábitat y Recolección:

Su ambiente ideal es el clima de carácter marítimo y tropical.

 

Indonesia produce la mayor cosecha de clavo, le siguen Madagascar, Tanzania, Sri Lanka, Malasia y la isla de Granada.

 

Propiedades Medicinales:

Es tónico, estimulante, carminativo, digestivo, con el agregado de que se le atribuyen propiedades afrodisíacas, además de ser un antiséptico que previene la rancidez de las grasas. Excelente para el enjuague bucal y como repelente de insectos.

Historia:

Su nombre procede del latín clavus, ya que el capullo seco sin abrir recuerda esta forma.

 

Fue una de las grandes especias de la Edad Media.  Originario de las Islas Molucas, se utiliza entero o molido para aromatizar dulces y pasteles; así como carnes, escabeches de pescado y vino caliente.

 

En la Edad Media era muy común la elaboración del Hipocrás, vino caliente especiado, una receta de la época de Ricardo II. Dice: "Poner en infusión en vino, canela en rama, jengibre en polvo, cardamomo entero y clavos, cada cosa contenida por separado en bolsas de estopilla y colgando en el vino".

 

Las crónicas chinas refieren que en el siglo III AC. durante la dinastía Han, cuando los funcionarios de la corte se dirigían al emperador, llevaban clavos en la boca para evitar el mal aliento, incluso sabemos que dicha especia es un anestésico suave para aliviar el dolor de muelas. Los chinos daban a esta planta el nombre de hi sho hiang y la traían del estado de Mogada, en la cuenca del Ganges de la India Oriental, donde desde hacía tiempo se empleaba para condimentar los alimentos, por eso en sánscrito se la conocía bajo la denominación de Iuwunga, y era a su vez importada de las islas del sureste, a dos meses de navegación por el océano. Siglos más tarde, los barcos árabes que recorren las costas del mar de Omán, Golfo De Bengala y el mar de la China, compran esta especia a la que llaman garumfel y que llegará por las rutas comerciales hasta Líbano y Siria. Plinio habla de un cariophillon, literalmente pétalo de nogal aunque no se sabe con seguridad si se trata del mismo clavo. Se sabe que en el año 335 de nuestra era, el emperador Constantino el Grande, obsequia al papa Silvestre I, 150 libras (45 kilos) de cariophillon.

 

El propio Apicio, célebre cocinero romano, menciona el carifolu entre las especias indispensables en las casas que se precien. Durante La Edad Media, el clavo se empleó bastante para intentar librarse de la peste y de los olores fétidos, así durante el siglo XIII, sobre todo la aristocracia, usaba las llamadas manzanas de ámbar que contenían clavo, e igualmente se empleaba el aceite de clavo (eugenol), conseguido mediante destilación, que conservaba muchas de las propiedades de la planta, entre ellas: germicidas, antisépticas y carminativas. Igualmente en los libros de recetas medievales europeos aparece el clavo como uno de sus ingredientes (hasta un 15% aparece en recetarios franceses y cerca del 20% en recetarios ingleses). Así sabemos que la condesa de Leicester (Inglaterra), pagó entre 10 y 12 chelines por una libra de clavos y en las órdenes reales de 1349, relativas a los derechos de entrada a París de ciertos productos, el clavo junto con la canela, pimienta, arroz, anís y azúcar, llegaban en fardos.

 

En 1497 Vasco de Gama, después de cruzar el cabo de Buena Esperanza y fundar la colonia de Mozambique, se detuvo en Mombasa (Kenia) donde el reyezuelo local les informó de que si tenían interés en llegar a Oriente para buscar canela, clavo y especias aromáticas, en su reino las encontrarían en abundancia. Pero no se fiaron y continuaron su camino hacia la India. El sucesor de Vasco de Gama, Alburquerque, recibe la información de la existencia de unas islas productoras de especias, se trataba de las islas Molucas. Precisamente una de las naves de Alburquerque naufraga y una embarcación que se dirigía a Amboina recoge a Serrao, capitán de la nave portuguesa hundida. Magallanes, antiguo oficial con Alburquerque, resentido con el rey Manuel de Portugal, ofrece sus servicios a la corona española con la intención de llegar a las plantaciones de clavo que conocía a través de Serrao.

 

En 1519, Magallanes, el primer hombre que navegó alrededor del Cabo de Hornos, zarpó hacia el Oeste para llegar después de un largo viaje a las Molucas o Islas de las Especias. Dio la vuelta al mundo en sentido contrario pero murió en 1521.

 

En 1522 su barco regresó a Europa cargado de clavo, y sus paisanos, los portugueses, dominaron el comercio con las islas Molucas.

 

El sobrecargo italiano que viajaba con Magallanes, convertido después en cronista, Antonio Pigafetta, describe así el clavero (o árbol del clavo): sus ramas se extienden mucho hacia el medio del tronco, pero en la copa forman una pirámide. La hoja se asemeja a la del laurel y la corteza es de color aceitunado. Los clavos nacen en la punta de las ramitas en grupos de diez a veinte y según la estación, da más fruto en un lado que en otro. Los clavos son blancos al principio, rojizos al madurar y al secarse, negros. Se cosechan dos veces al año, la primera por Navidad y la segunda por San Juan. La nao Victoria cargó suficiente clavo y nuez moscada como para pagar el viaje, además el clavo se pagaba al triple que la pimienta y era igual de fácil de transportar.

 

A finales del siglo XVI, los holandeses que se habían independizado de España envían barcos con destino a las Indias orientales, así en 1602 la compañía holandesa de las indias controla las islas Molucas y el comercio del clavo, expulsando a los portugueses. Poco a poco y con métodos represivos de control férreo de la producción, se apoderaron también de Java, Malaca, Ceilán y las Célebes y firmaron un tratado comercial con Japón. El desarrollo paralelo de la compañía inglesa de las indias y las ambiciones de las dos potencias por controlar la producción y el mercado crearon bastantes desajustes tanto es así que los holandeses destruyeron todos los árboles del clavo de las Molucas excepto en la isla de Amboina que controlaban de cerca. Cualquier intento de transporte, cultivo o posesión eran castigados con la muerte.

 

En 1745 Pierre Poivre, administrador de Isla Mauricio, consiguió con subterfugios sacar algunas semillas de contrabando, que pudieron desarrollarse debidamente y después fueron replantados en otras colonias francesas como Reunión, Martinica y Madagascar. De allí se llevaron a Zanzíbar por un desterrado y el clavo que llevó, le valió el perdón. El sultán de Zanzíbar ordenó plantar clavo y eso llevará a la isla a convertirse en el mayor productor mundial de clavo.

 

En el siglo pasado sabemos que el comercio de clavo entre Zanzíbar y ciudad norteamericana de Salem reportó grandes beneficios. A finales del siglo XIX, los indonesios empezaron a mezclar clavos con el tabaco para hacer cigarrillos conocidos con el nombre de Kretek.

 

Desde épocas remotas en la medicina hindú se prescribían para una enorme cantidad de enfermedades; fiebre, dispepsia, trastornos cerebrales, como tónico cardiaco y para aliviar dolencias estomacales, renales e intestinales. El aceite de clavo se utilizaba en casos de parálisis y también para los dolores neurálgicos y reumáticos.

 

Los nativos de las Islas Molucas reverenciaban a los claveros y plantaban uno cada vez que nacía una criatura. Si el árbol prosperaba, lo mismo ocurriría con un niño. Los pequeños también eran protegidos de las influencias malignas y de las enfermedades infantiles con un collar de clavos.  Según las tradiciones del lugar, hay que plantar los árboles cuando no haya luna y sacudirlos durante los eclipses. Los indígenas usan de una a cuatro flores de clavero como marca de distinción, según sus distintos grados de nobleza; como si fueran condecoraciones.

 

Tips:

Ø      Para perfumar agradablemente cualquier tipo de caldo o sopa, utilizarlo clavado en una cebolla.

 

Gastronomía:

ä   Receta Nº 1

 

Manjarblanco de Palllares

 

 

 

 

 

 

 

Ingredientes:

 

 

Pallares

 

½ Kilo

Leche evaporada

 

1 Taza

Azúcar

 

3 Tazas

Canela

 

1 Palito

Clavos de olor

 

3 Unidades

 

 

 

 

Preparación:

 

1. Poner a remojar los pallares desde un día antes. Cocerlos, pelarlos y licuarlos.

 2. Verterlos en una olla a fuego mediano e incorporar la leche, clavo de olor y azúcar. Mover constantemente hasta que esté a punto. Retirar y verter sobre dulceras espolvoreando canela molida.

COMENTANDO LA HISTORIA - 2

Por Alejandro Maglione
lanacion.com

Lo prometido. Como le había prometido en la nota anterior a ésta, vamos a continuar con el tema que nos ocupa: las hierbas y especias.

Repasando la historia. Ampliando un poco la historia, estos aditamentos a los alimentos que se consumían, tenían también otras razones importantísimas, que era el enmascarar los olores y sabores que se derivaban de la falta de frescura de algunos alimentos, especialmente si eran provenientes de la caza. Los animalitos a veces se demoraban días en ser consumidos y comenzaban a tener un tufillo que más que sospechoso era una cochinada. Entonces, los sabios cocineros de entonces, ponían un poquito de esto, mucho de aquello, meta fuego y fuego, con larguísimas cocciones y la cosa pasaba de largo. No hay relatos sobre como reaccionaban los hígados y estómagos de los comensales, con estas ingestas casi infectas.

Aún hoy, en los países tropicales se aprovechan sus virtudes antimicrobianas y antibacterianas, y todos los estudios realizados coinciden en esta coincidencia entre la utilización de especias y los climas cálidos.

También la historia hay que nutrirla con un poco más de historias de piratas y corsarios. Una de piratas. Porque el asunto pasaba por el valor exorbitante que tenían estos condimentos, que despertaban la codicia del más pintado.

Justamente, la zona del Lejano Oriente, por donde están Malasia, Guinea e Indonesia, viene quedando el estrecho de Malaca, donde los muchachos de la bandera negra con calavera al aire, se daban sin piedad para ver quien se quedaba con los sacos de pimienta negra y otras yerbas; y fue justamente la búsqueda de mares más mansos, es que el corsario que llegaría a ser Sir Francis Drake, se dio una vuelta por nuestros mares del sur, pasando por las Malvinas, buscando la ruta de Magallanes, y entrarle a la zona geográfica por el otro lado, y así esquivar los cañonazos que lo estaban esperando.

Blanqueando el achaque. Finalmente vino el blanqueo de este robarse unos a otros, y así Inglaterra fundó lo que se llamó la Compañía Inglesa de las Indias Orientales, que terminaría por colonizar la India y Ceilán. Y Holanda le contestó con la Compañía Holandesa de las Indias Orientales (como verá: cero imaginación) que se manejaría por Sumatra y Java. Todo esto ya a principios del siglo XVII. Es decir, como diríamos hoy: empezaron a trabajar en blanco...

 

Consejo técnico. Antes de continuar con el listado de hierbas y especias, le cuento que lo mejor para secarlas si las consigue o produce frescas y quiere conservarlas, hágalo de manera totalmente natural, sin agregarle calor artificialmente de ningún tipo, y guardar en frascos herméticos. El calor excesivo volatiliza los terpenos y no sé que otras cosas, que son los grandes responsables de los aromas y sabores que buscamos al usarlas. Es por esto, que el mejor consejo es siempre agregarlas al final de las cocciones para que estén el menor tiempo posible en contacto con el calor intenso de los hornos o cacerolas. Además tenga cuidado de no mezclar demasiadas especias en un mismo plato, porque terminará por confundir hasta el más refinado de los paladares.

Y veamos cómo sigue la lista de productos:

Enebro: sus bayas tienen fama de ser eficientes contra los espíritus malignos. Y uno de sus usos principales es el de aromatizar la ginebra, a partir del aceite destilado de sus bayas. Su uso es machacando las bayas y poniéndolas en forma medida, porque sus virtudes son muy penetrantes.

Eneldo: parecida, pero no igual a la anterior, sus virtudes históricas han sido como sedante, especialmente para los bebes quejosos de malestar en sus barriguitas. Sus semillas se utilizan tanto en ensaladas como en repostería. Si por acaso le da la gana de ponerlas en un guiso, hágalo al momento de retirarlo del fuego, ya que, como otras que hemos visto, no son amigas del calor intenso. No falta quien use hasta sus hojas para aromatizar algún tipo de vinagre.

Estragón: el emblema de la haût cuisine de los ?80, donde el debate pasaba por si era mejor la variedad rusa o la francesa. Tiene un lejano parentesco en su sabor con el anís. Sus hojas se utilizan tanto frescas como secas, y tanto en pollos como en pescados. Los años de las salsas démi-glâce era frecuente ver aparecer lomos con su fragancia penetrante.

Hinojo: a pesar de que existen muchas variedades, todas tienen un parentesco en aroma y sabor que hace que no sea necesario ser muy específico a cual nos estamos refiriendo. Muy utilizado en panadería por los europeos, tiene la ventaja que se usa toda la planta y para variados usos. Sus hojas en ensaladas, sus tallos como guarnición de distintos platos, sus semillas para agregar a panes y pasteles. En fin, un todo terreno en su rubro.

 

Jengibre: (Zingiber officinalis) Originario de la India, es otro todo terreno. Es un rizoma que puede ser blanco o gris. El gris es más aromático. Se lo puede consumir como se desee, si bien a mí me gusta más rallado fresco. Todavía conservo en casa unas latas que lo presentan en pequeñas rodajas abrillantadas, para acompañar el café. Hay que tener paladar fuerte, porque su picante se hace notar con contundencia. Condimento fundamental del curry. Su versatilidad hace que en Inglaterra se lo utilice para producir el afamado Gin, y suelen aromatizar cerveza con él, luego de transformarlo en polvo.

Laurel: (Laurus nosilis) es un bien conocido por nuestras amas de casa, que hacen que nunca falte una de sus hojas en las salsas que preparan. La tradición dice que es de mala suerte encontrárselo en su plato, por lo que la cortesía consiste en asegurarse que salió de la salsa antes de servirla. Puestas sus ramas frescas en corona, era el premio de poetas y atletas de la antigüedad.

Majorana: (Majorana hortensis) también conocida como mejorana. Muy utilizada en la Europa Central, sazonando salsas y en los rellenos de aves.

Menta: la más conocida es la Menta rotundifolia, pero existen varias variedades entre las cuales adaptar el gusto de cada uno, como la Melisa, que tiene una presencia cítrica sumamente intensa. Se usa absolutamente para todo. Un vinagre en base a melisa y miel, es un aderezo de ensaladas espectacular. Se toma como infusión. O bien se prepara esa salsa tan británica para el cordero. Son célebres los licores que se preparan con ellas.

Mostaza: (Brassica nigra, Sinapis alba, Brassica juncea). Quizás la más conocida y aplicada de las especias. La mostaza negra es mucho más aromática que la blanca, pero hay que usarla con más cuidado. Con la blanca se hacen unas salsas con los granos enteros, muy interesantes. Ahora está apareciendo la mostaza castaña, que se está prefiriendo más que nada por su facilidad de cultivo. Se puede utilizar en multiplicidad de platos, e incluso postres, pero hay que tener la precaución habitual de colocarla a último momento para conservar su aroma y sabor en plenitud. La ciudad francesa de Dijon tiene una variedad de mostazas que cuentan hasta con denominación de origen. Hay una que la llaman "Fireman" (bombero), que es TAN picante, que conozco una sola boca salvaje, que la consume sola con cuchara, y esta boca antiflama pertenece a Enrique Avogadro. En realidad, Enrique es un salamandra auténtico, porque siempre orilla el fuego, pero nunca termina de quemarse?(piense un poco, y verá que usted también tiene su salamandra entre sus amigos).

Nuez moscada y macis: (Mystirica fragrans) es el fruto de un arbusto tropical, que tiene en su interior una semilla que es la nuez moscada propiamente dicha, y viene envuelta en una cubierta rojiza, que al secarse toma un color anaranjado, que se conoce como macis. El macis es más caro que la propia nuez moscada. La nuez moscada es mejor usarla entera y rallarla en el momento, con unos ralladores muy pequeños producidos para este uso. En nuestro país no es fácil encontrar macis, pero si lo consigue, no deje de usarlo para agregar en polvo a una salsa bechamel, papas o bien verduras en general. En cambio la nuez moscada se lleva bien con todo, incluso postres, como por ejemplo, el arroz con leche.

Orégano: no necesita presentación. Es de muy fácil cultivo en macetas, y la diferencia entre el fresco y el seco es tan grande, que vale la pena el mínimo esfuerzo de tenerlo en su cocina. Por algo la palabra griega que lo identifica significa "montaña de alegría".

 

Pimentón: (Capsicum tetragorum) muchos se sorprenderán si les digo que es originario del Brasil y es polvo de pimientos desecados. Sobre todo se sorprenderán los españoles como Emilio Quesada, ya que se consideran sus descubridores. Puede ser dulce y picante, y éste depende de la cantidad de semillas que se hayan utilizado en su elaboración, debido a que allí está quid de este asunto, por su contenido de capsaicina, una sustancia relacionada con las neuronas y la liberación de endorfinas. Se usa para todo, y en España está presente en todo embutido de precio.

Pimentón de Cayena: (Capsicum longum) Se diferencia del anterior porque proviene del pimiento conocido como Guindilla, que todos sabemos que puede hacernos decir palabrotas si cae en nuestra boca desprevenido. Se lo usa cuando queremos realzar el picor de una salsa; con quesos y hasta para preparar una buena mayonesa picante.

Pimienta Negra: (Piper nigrum) Se obtiene de las bayas del pimentero. Se cosechan antes de madurar totalmente y se secan al sol, hasta que quedan arrugadas y ennegrecidas. La pimienta blanca es la misma, pero a la que se le ha sacado la cascarilla negra a los granos cosechados de bayas maduras. La afamada pimienta verde de los años ?80, otro must de los cocineros de entonces, son las bayas del pimentero pero sin madurar. Se usa en todo, sabiendo que el grado de picor va de mayor a menor: de la negra, luego la blanca y finalmente la verde. En embutidos se usa la negra, y sino pregúntele a los adictos a los buenos salames, que de tanto en tanto las muelas se tascan un buen grano y queda la lengua picando.

Pimienta de Jamaica: (Pimenta officinalis) técnicamente no pertenece a la familia de la pimienta. En rigor reúne una mezcla de aromas y sabores increíble, de allí que los ingleses la llamen all spíces (todas las especies) y los franceses Quatre-épices (cuatro especias: canela, clavo, nuez moscada y jengibre). En mi cocina nunca falta un frasco a mano.

Pimienta Rosa: se obtiene del árbol rioplatense conocido como el Aguaribay. En la Recoleta hay uno de donde el Gato Dumas hacía su cosecha anual cuando florecía. Su aroma y sabor es extremadamente suave.

 

Romero: (Rosmarinus officinalis) fue interesante ver que en la primera nota alguien dijo que en Córdoba no existían especias de ningún tipo. Una pena que no se dé un paseíto por las sierras, porque entre muchas otras hierbas, se encontrará con el romero por todos lados. Excelente condimento para las carnes, siempre mejor fresco, también los paisanos lo usan como infusión para controlar la presión arterial. Norberto Vinelli lo pone fresco sobre las brasas del asado, y el humo que se genera impregna con su sabor a la carne.

Salvia: (Salvia officinalis) quien no ha comido una pasta con nada más que aceite de oliva apenas entibiado y con unas hojas de salvia apenas picada dentro, no sabe lo que se ha perdido hasta ahora.

Sésamo: tiene un sabor que recuerda a las avellanas tostadas. Presente en los postres de la cocina árabe, su aceite es muy apreciado en la cocina china. Pero también lo veremos en los panes que utilizan las cadenas de hamburguesas más afamadas.

Vainilla: (Vainilla planifolia) hasta mediados del siglo XIX provenía solo de Méjico, y todo en razón de que la polinización de esta planta era el resultado de un trabajo conjunto entre la abeja melipona y el colibrí, ambos oriundos de aquel país. Cuando se consiguió un método artificial de polinización, pasó a ser Java la mayor productora mundial de vainilla. Todos conocemos su aroma y sabor. Lo mejor es usar sus vainas enteras para darle sabor a las cremas, e incluso suelo poner una vaina dentro de la azucarera y perfuma todo en lo que la usemos posteriormente.

Una vez más, queda mucha tela por cortar en este resumido resumen, faltan docenas de especias por nombrar, y abrir algunos debates sobre temas como, por ejemplo, si existe alguna relación entre el vino que se toma y las especias utilizadas en un determinado plato. Tema muy dado al verso, como todo lo que tiene al vino como protagonista, y sobre el que mis asesores aconsejan mejor no meterse, porque en definitiva nos estamos meneando en el tema de los gustos, sobre el que no hay nada escrito, y no quisiera ser el primero?.a ver si me ligo unos torniscones, al decir de Cervantes.

COMENTANDO LA HISTORIA - 1

Por Alejandro Maglione
Para lanacion.com

Ah, la China. Todo comenzó, ¡cuándo no!, en China, que usaban las hierbas no sólo para temas curativos, como ya habían hecho los egipcios, sino que empezaron a meter semillas y otras plantas aromáticas en sus comidas, y fueron haciendo de su cocina la maravilla que se conoce hasta el día de hoy. Y fue Marco Polo el que despabiló a los europeos, allá en el siglo XIII que la cosa era mucho más variada de lo que pensaban en el, ya entonces, Viejo Continente.

Oh, los árabes. También los árabes (¡cuándo no!), desde tiempos anteriores al nacimiento de Cristo, iban y venían con sus caravanas desde y hacia China e India, trayendo especias de todo tipo, e incluso se constituyeron en proveedores privilegiados de Europa. Del desierto pasaron al mar y crearon la que se denominó "Ruta de los Monzones", por el aprovechamiento que habían aprendido hacer de aquellos vientos que cambiaban de dirección puntualmente, dependiendo la época del año. Usted, conocedor de las aventuras de Sandokán, el Tigre de la Malasia, sabe de que le hablo.

Se mete Alejandro. Gracias a Alejandro Magno este monopolio árabe se vio medio complicado, y Herodoto comentaba en sus crónicas que los griegos comprendieron su valor farmacológico, sobre todo del azafrán, la pimienta, el jengibre o la canela (que personalmente consumo diariamente para acotar mi tendencia a la glucemia alta).

Desaparición temporal. Allá a mediados del 600 DC, con la caída de Alejandría, el tema de las especias perdió atractivo para Europa y recién volverían a ser de interés con los paseos de los cruzados por Medio Oriente, y como decíamos, gracias al veneciano más conocido, y todo en el siglo XIII, momento en que Venecia pasa a ser centro de su comercio.

Se mete Enrique. Pero, en el siglo XV, a Enrique El Navegante de Portugal, se le dio por mandar barcos para el lado de India y abrió una nueva ruta para estos carísimos productos.

Y le sigue Colón. España despacha a Colón de urgencia a América, y vuelve lleno de cosas inútiles, y además otras que serían muy útiles: la pimienta, las guindillas mejicanas y la vainilla de Centroamérica. Y así España y Portugal se repartían este comercio, hasta que a los holandeses y los ingleses se les dio por meter mano en la cuestión.

Misionero burlador. Hasta que un misionero francés, Pierre Poivre, en el siglo XVIII, burló a las autoridades holandesas, se agenció semillas de varias especias, en particular la querida nuez moscada, las hizo plantar en diversas colonias francesas, donde crecieron con generosidad y el tema de la burbuja de hierbas y especias, terminó pinchándose, como la de Wall Street.

Templados pero no especiados. En la Argentina de zona templada (Buenos Aires, Rosario, Córdoba y Mendoza) el tema de hierbas y especias fue bastante aburrido en general, no así en la Argentina del Noroeste, donde la influencia de los collas, maestros en el tema, creó una cocina repleta de sabores, que dura hasta nuestros días. Haré una salvedad con las sierras de Córdoba, donde las hierbas silvestres son bien conocidas y usadas de tiempos precolombinos.

Los porteños se avivan tarde. No hace demasiado tiempo que los rioplatenses descubrimos que hay un mundo de hierbas y especias que va más allá del ajo, el azafrán, el orégano, la pimienta, el pimentón y la nuez moscada. Allá por los ?80 hizo su aparición el estragón, y todos los cocineros que la querían ir de finolis lo ponían en cuanto plato se le presentara. Llegué a probar hasta helado de estragón, tal era el frenesí por este condimento. Una moda de tantas, como el salmón rosado o la rúcula ahora. No obstante, dejaré a salvo el chimichurri local, que es algo más que un intento de manejo de hierbas y especias, y hasta ha llegado a ser un producto de exportación.

Yendo al tema. Vamos a ir listando someramente las más conocidas y utilizadas en la actualidad, sin soñar con que esto forme parte de un tratado sobre el tema.

Ajo: Los egipcios lo usaban desde 4500 años AC, dándoselos cocidos a los constructores de las pirámides, porque le atribuían poderes energizantes. Hoy se le reconocen propiedades que atemperan la presión arterial. La recomendación es que, sino va a hacer sus dientes confitados, no se olvide del truco de sacarle el brote verde que está en su centro, gran responsable de prolongar su presencia en el aliento Le advierto que si tiene que invitar a comer a mi amigo Jorge Balbín, por favor ¡no use ajo!, le tiene fobia total.

Albahaca: hierba bien conocida por todos. Su uso tiene alcance nacional, porque en especial los inmigrantes italianos, y nosotros sus descendientes, siempre la han valorado particularmente. Ingrediente clave de la pizza Margherita o Margarita, aquella creada en honor de la reina de Italia, o bien del pesto, al que los originarios del Ligure le rendimos culto culinario. ¿Se imagina una ensalada caprese que no la tuviera? También la cocina provenzal la tiene como protagonista. Pruebe a ponerla en maceta en su cocina, y verá que su perfume la inunda rápidamente. Crece muy fácilmente, y hay que cuidar de que no llegue a florecer.

Apio: en este caso me refiero a las semillas de esta conocida verdura. La semilla del apio es una especie magnífica, que se puede añadir entera o molida a guisos y sopas, que instantáneamente revelarán su presencia con su típico sabor ¡a apio!

Anís: se usa tanto fresco como sus semillas desecadas, y se aplica fundamentalmente para darle sabor a determinados postres. Claro que también se usa en determinados embutidos, y nadie se podría olvidar del Licor 8 Hermanos que tomaban nuestras abuelas antes de irse a dormir. (Menores de 50 años, preguntar al Dr. Gustavo Pittaluga)

Azafrán: tema serio, si los hay. Más caro que el oro. Se cosecha a mano, y hacen falta 80.000 flores de Crocus sativus para hacerse de 500 gramos de azafrán. Se consigue en hebras y molido. El consejo es que se incline por las hebras, así se asegura que no hay otra cosa en el polvo, además de un poco de azafrán de verdad. La ventaja es que se usa muy poco, un poquitito así, como lo suele usar Crispín Maldonado en su maravilloso risotto.

Canela: proveniente de Ceilán y China, se trata de una corteza de la planta Cinnamomus zeylanicum, sus finas láminas se arrollan sobre sí mismas dándole forma de las denominadas ramas, que nuevamente le aconsejo preferirla a la molida. Ojo que el calor excesivo la hace perder su aroma, así que a guardarla en lugares frescos.

Cardamomo: se usan sus semillas, y suele formar partes del algún que otro curry, por lo que su presencia en la cocina de la India es muy frecuente.

Cilantro: también conocido como culantro o coriandro. Tiene una presencia hasta excesiva, para mi gusto, en la cocina peruana, tan en boga actualmente. Pero hay que reconocerle que va con todo: lo salado, lo dulce, en un curry, etc. Las semillas conviene comprarlas enteras y molerlas en el momento de utilizarlas?

Clavo de olor: es el botón floral del árbol conocido como "clavero" o cariophyllus aromaticus. Conseguirlo fresco no es fácil, pero sí preferible. Para asegurarse, métale la uña al cabito y vea si desprende un líquido aceitoso. Va con todos los adobos y es muy usado en la repostería. Cuando los vinos eran ?maso?, se estilaba en el invierno calentarlos, con un poco de clavo de olor dentro. Se imaginará que ahí no corría el olor a cuero mojado, a tostada de tostadora eléctrica, mermelada y huevo frito, y todas las papanatadas que se suelen decir para describir un vino. Simplemente, se pasaba al estado de curda con gran facilidad, a tenor del vino tibio, que nos hacía transpirar velozmente, algo muy deseable si se venía de esquiar en un día de nevada intensa.

Comino: tiene muchos usos, pero una empanada norteña no es tal, si no hay comino presente en su picadillo. En general es una especia todo terreno.

Cúrcuma: gran truco para darle color a un arroz cuando el bolsillo anda flaco para usar azafrán. No tenga dudas que el 80% de los arroces "azafranados" que come por ahí, lo que suelen tener es una cucharada de cúrcuma para engañar al ojo, ya que no al paladar, porque no es por su aroma o sabor que se destaca.

Curry: esto es interesante. Porque por una parte es una planta, la Murraya koenigii, pero también se usa su nombre para denominar las distintas salsas que se preparan a base del mismo. En la India se suelen usar sus hojas frescas, imposibles de conseguir en nuestro país. Pero aún secas, una ramita dentro de un guiso (que se debe retirar al servir), le cambia la cara, el aroma y el gusto, volviéndolo maravilloso y deseable.

A quedarse con las ganas. Y por aquí vamos a parar, porque queda mucho todavía para hablar de este tema, así que se lo dejo para la próxima, total con todo lo que le conté hasta aquí ya tiene para entretenerse probando a ver qué tal le resulta esto de volverse especialista en especias. Continuará (como decía al final de las películas de aventuras que veíamos los miércoles en los cines, que paraba justo cuando al bueno lo empujaban al abismo).

UNA PIZCA DE PIMIENTA Y COMINO

Por: Rodolfo Tafur - Instituto de los Andes 

La gastronomía peruana esta de moda,. Cuando revisamos las innumerables recetas de esta deliciosa cocina encontramos dos ingredientes que casi siempre están al último renglón del listado, se repiten en cada receta, no tiene medida, la cantidad es el secreto de cada cocinera(o), lo ponemos al final de la receta  para cerrar con broche de cariño el sabor peruano. Estos ingredientes son: PIMIENTA y COMINO. Cual es la historia, de donde vienen, aquí esbozo una respuesta.

 

PIMIENTA

“Una hogaza de pan-dijo la morsa-

Es lo que necesitamos sobre todo:

Pimienta y Vinagre además….

Son realmente muy buenos…….”

           A través del espejo (Lewis Carrol 1832-98)

 

Su nombre proviene de la palabra sánscrita PIPALI. Este ingrediente fue conocido desde los inicios de la civilización. Es originario de las costas de Malabar en la India, También crece en Malasia. En las islas Borneos es conocido como Bumi.

Los árabes empezaron a comercializarlo entre India y Europa, el intercambio de la pimienta era generalmente con el oro.. Fue tan importante esta especie que Grecia y Roma recaudaba sus impuestos en pimienta. El emperador Marco Aurelio Augusto, apodado “El sabio” incremento a tal grado el comercio de la pimienta que impuso derechos de  aduana en Alejandría, este impuesto era para la pimienta Larga y blanca, productos destinados a las clases pudientes y excluyo a la pimienta negra por ser uso del pueblo.

El Visigodo Alarico al sitiar Roma pidió como rescate 5,000 libras de oro, 30,000 libras de plata y 3,000 libras de pimienta. Los romanos le pagaron pero sin embargo la ciudad fue saqueada

Su importancia económica era tal que las novias recibían como dote pimienta, y los esclavos compraban su libertad con una libra de pimienta. Venecia y Génova, se convirtieron en imperios gracias a esta especie, desde esas ciudades la distribuyeron a toda Europa

Dicese que la pimienta estimula la secreción de los jugos gástricos facilitando la digestión, así mismo actúa benéficamente sobre la mucosa intestinal combatiendo el estreñimiento, su uso moderado incrementa la secreción de saliva y los jugos gástricos mejora el apetito. Hecho polvo y untado, es un excelente rubefaciente. Antiguamente en la india se utilizaba para combatir la fiebre, hemorroides, dolor de muelas y hemorroides

Por su sabor fuerte en la Edad Media se utilizaba para disimular los sabores desagradables. Los Romanos gustaban añadirlo a los quesos y uno de los platos mas conocidos en la cocina francesa es : Bistec au poivre” , (Bistec a la pimienta).

En el Perú, se trasforma en la mas versátil de las especies, pues se puede utilizar antes, durante o después de la cocción.  Las carnes la utilizan tanto como al interior o exterior al sazonarlo. Su presencia en la cocina peruana van desde las sopas, platos de entradas (escabeche, ceviches, papa a la huancaina, etc), hasta los guisos o llamados platos de fondo, los locros se aromatizan con pimienta. Y por si fuera poco, inventamos nuestra propia pimienta y la pusimos como nombre “pimienta andina” o también la llamamos “pimienta rosada”, nos estamos refiriendo a la semilla de un árbol llamado Molle o Mulli (Schinus Molle), planta de uso principal en la cultura Inca, cuyo nombre significa cabeza, punto de inicio, nacimiento o árbol de la vida. Sus usos por los peruanos ancestrales se centran en:

·       Alimento: Las semillas molidas de usan como pimienta. Con la cubierta dulce de las semillas se prepara chicha y la leche de molle o upi, que es la chicha sin fermentar que sirve para adelgaza sin debilitar. La miel de molle se elabora hirviendo el líquido de los frutos maduros hasta que tome la consistencia de jarabe.
* Ornamental: Cultivado en muchas partes hasta los 3,000 m de altitud.
* Medicinal: Es utilizado como antirreumático, purgante, cefalálgico, cicatrizante, vermífugo, depurativo de la sangre, hemostático y antiespasmódico. Es bueno contra los malestares del hígado, riñones y vejiga, contra el dolor de garganta, muelas y piernas, así como contra la hidropesía, la leucorrea y algunas afecciones respiratorias.
* Abono: Cuando las semillas de maíz son remojadas en agua que contiene ramas y frutos del molle, con el cual se adhiere un abono catalítico.
* Tinte: De la cocción de la corteza y hojas se obtiene un líquido amarillo, al cual se le añade alumbre y se remojan los tejidos que obtendrán una coloración amarilla permanente.
* Plaguicida: Las ramitas del molle se entierran en los surcos para repeler plagas. Las hojas se ponen entre la ropa para eliminar polillas.

 

COMINO

En la lengua semítica llamada Acadio le dieron el nombre de “Kamani” que significa planta de ratón, Posteriormente los griegos lo llamaron “Kuminon” , de allí su nombre Comino.

En el antiguo Testamento lo mencionan como cultivo importante y en el Nuevo Testamento se utilizaba a manera de Diezmo. El Texto egipcio mas antiguo de medicina llamado “Papiro Ebers” (1500 a.C) lo cita como excelente aperitivo. Posteriormente en los siglos XIII y XIV, lo utilizaban por sus “virtudes mágicas”, ya que se le atribuía el poder de retención a la persona amada, así como para ahuyentar a los malos espíritus. En Roma relacionaban esta planta con la tacañería y a Marco Aurelio lo llamaban “pimienta” por su avaricia. Se decía en broma que los avaros eran personas que habían comino pimienta. También se creía que aseguraba la fidelidad, por ello las mujeres que se casaban con soldados y estos se alejaban de su hogar, tenían que comer pan con comino y vino.

Medicinalmente los antiguos herbolarios europeos lo utilizaban como antiflatulento y combatía los dolores de cabeza. Una vieja receta de 1649, con el fin de aliviar el dolor de costado  (dolor en el bazo) recomendaba “La pimienta, puesto en un saquito o bolsita, con sal marina, calentado y rociado con un poco de vinagre alivia mucho el dolor de punto de costado”.

El Comino, tanto las semillas molidas como enteras, son de uso obligado en la cocina oriental y latinoamericana. En la cocina Europea, los españoles, romanos y griegos lo usan en el Garum. El Chef Marcel Boulestin (1878-1943) ,escribía: “El comino se usa junto con el hinojo y bayas de enebro para sazonar la col  en la preparación de la choucrute, y, en combinación con azafrán y canela, los españoles le ponen un punto exótico en sus platos”.

Marcus Gavius Apicius, emblemático gastrónomo romano del Siglo I d.C., nos recomienda que para preparan salchichones de Lucania se requiere: “Machacar pimienta, comino, tomillo, ruda, perejil, bayas de laurel y garum, (pescado fermentado en salmuera) mezclarlo con la carne bien machacada, agregar  nuevamente con la mezcla de las especies molidas, mucha grasa y piñones. Introducirlo en un intestino y ponerlo al humo” . Antiguamente  las mujeres japonesas untaban su cara con pimienta molida y grasa para conseguir una tez pálida.

En la cocina peruana su uso es obligado en toda receta, el aderezo peruano, muy aparte de su purificada técnica, el comino conjuntamente con la pimienta abren la ruta de exploración de cada cocina regional,  solo basta recordar al poeta Antonio Cavero Tirado en su obra “La Pimienta y el Comino del Corazón”:

“Si con olla me conquistas

No te olvides el comino

Esto enciende mi cariño

Aunque luego te quitas.”

  

Fuente de Investigación:

*Lujan Nestor, “Historia de la Gastronomía”. Barcelona Plaza&Janes 1989

*Carson, A. Ritchie “Comida y Civilización”, Madrid Alianza Editorial 1986

*Lujan Y Bettonica, “Teoría y Anécdotas” de la Gastronomía Pamplona, Salvat 1983  

 

EL LAUREL

Historia del laurel. De árbol mitológico a condimento

Por: Carlos Azcoytia - Grupo Gastronautas - www.historiacocina.com

Contemplando la magnífica escultura de Bernini de Apolo y Dafne en la Galería Borgese en Roma me interesé sobre este hecho mitológico porque en el árbol en que se convertía esta ninfa era en un laurel. Pese a indagar sobre su procedencia no encontré referencias de esta planta, laurus nobilis, más allá de la mitología griega pese a ser un árbol que se conocía y crecía en toda la cuenca mediterránea en estado salvaje, posiblemente porque no fue hasta la época helena cuando se le encontraron utilidades culinarias a las hojas de este árbol.

La mitología cuenta que Apolo enamorado de Dafne (Laurel), hija del dios río Ladón de Arcadia y la diosa Gea (Tierra), era perseguida por éste, sorprendida ella rogó a la madre Tierra y siendo atendida por ésta haciendo crecer al punto una planta en su lugar, quedó Apolo sobrecogido al verla y llamó al árbol ’dafne’ con el mismo nombre de la doncella, y cogiendo de la planta un verdugón se hizo una corona, quedando desde entonces la planta como símbolo de la adivinación. Y no deja de tener relación, pues a la muchacha la llaman Sofrone, Prudencia, porque el vaticinio nace de la prudencia, y por eso los antiguos consagran a Apolo el laurel, porque esa planta está llena de fuego, y Apolo es fuego, porque es el sol. (Párrafo obtenido de Geopónica de Casiano Baso, siglo V), lo cual difiere sensiblemente con la versión que nos da Ovidio en su Metamorfosis.

Como consecuencia se tenía como odioso a los espíritus malignos y donde estuviera este árbol los espíritus malignos estarían lejos.

Era costumbre ofrecerlo por los arcontes, (los nueve jefes o magistrados que sustituyeron a los reyes entre los siglos X y finales del VII a.C. en las ciudades estados de Grecia), al pueblo junto con higos secos el primer día de enero por ser generadores de salud y ser la higuera un árbol que no atrae a los rayos.

El laurel también es llamado en Roma palátion pues se contaba que Latino, hermano de Telégono, hijo de Circe y suegro de Eneas, al fundar la acrópolis en presencia de Eneas, encontró allí laurel. Debiendo entender que acrópolis para los antiguos eran los lugares de habitación de los reyes, que por razones de seguridad eran construidas en las partes altas de la ciudad.

Quintilio dice que los laureles se injertan unos en otros, en serbales y en fresnos. Diófanes, por su parte, afirma que la semilla del laurel se recoge por las calendas de diciembre; pero se siembra pasados los idus de marzo, fecha en la que coinciden Plinio y Columela, aunque Paladio señala febrero.

Los romanos llamaron también a esta planta eugenios (de noble familia) y les resultaba a propósito para el cercado de viñas.

El laurel se utilizó en la adivinación porque cuando se queman sus hojas sus principios activos hacen tener alucinaciones y quizá por eso, por ser una droga, se tomó como una planta medicinal y por extensión, dadas sus propiedades purificadoras en lo interno y externo, su uso en la cocina.

Catón menciona dos variedades cultivadas en Chipre y Delfos junto a la silvestre, recomendando, junto con otros muchos árboles, la plantación con estaquillas enraizadas o barbado, la menciona un buen número de veces como medicina de bueyes y en recetas culinarias 76 veces y 121 relacionadas, así como parte del equipamiento de la prensa de aceite.

Como vemos fue un árbol importante, no sólo como droga adivinatoria, sino tanto para el honor, la alimentación y la medicina.

Plinio indica que ni la madera de olivo ni la del laurel debían utilizarse para sacrificios a los dioses.

Encontré una fórmula para obtener vino aromatizado con laurel que es mencionado por Diosceno, Plinio y Casiano Baso, diciendo éste último que ’este vino es muy caliente, diurético y beneficioso para la tos, el pecho y el cólico; ayuda también a los ancianos y es útil contra reptiles y contra dolores de oído, y alivia a las mujeres enfermas de matriz’.

Independientemente de su uso en la cocina como aromatizante de los alimentos tiene un gran predicamento en la medicina alternativa por tenérsele como tónico para estimular el apetito si se toma una infusión hecha con dos o tres hojas secas antes de las comidas o como estomacal si se toma después de las comidas.

También lo recomiendan para provocar la menstruación aconsejando tomar, por tres veces al día tras las comidas, un vino de laurel y enebro que se prepara macerando durante nueve días 100 gramos de frutos de laurel y enebro, a partes iguales, en un litro de vino.

En farmacología indican, los médico naturistas, que su aceite esencial produce un efecto antiséptico y dice que se usó para combatir las hemorroides, siendo recomendado para combatir la anorexia, los espasmos gastrointestinales, meteorismos, bronquitis crónica, enfisema, asma y un sin fin de cosas más, así como otro tanto de contraindicaciones.

Lo cierto es que esta planta de tanto simbolismo, que está en muchos escudos de naciones entre ellos México y que fue, en forma de corona, símbolo de triunfador es un excelente condimento sobre todo para las comidas hervidas de todo tipo, o en los estofados o platos ya sean de sopa, pescado o carne porque a todo le va bien.

ALBAHACA


ALBAHACA. Planta de climas cálidos, que soporta mal las heladas, por lo tanto es difícil cultivarla en climas nórdicos.

Originaria de la India, donde es considerada planta sagrada. En los tiempos antiguos era conocida en el sur de Europa. En Italia era símbolo del amor. En la antigua Grecia solo el soberano era quien podía cortarla.

Antiguamente era utilizada como ungüento o medicina real. También se cree, según una leyenda, que su nombre viene del animal quimérico basilisco, el rey de las serpientes, nacido de un huevo de gallina empollado por uno de estos reptiles.

En la India, la albahaca es reverenciada como algo consagrado a los dioses, adorada incluso como una deidad, y es invocada para proteger las diferentes partes del cuerpo. Aunque, paradójicamente, también está consagrada al poder maligno, como emblema del horror. En la Edad Media se creía que una rama de albahaca puesta bajo una olla podía engendrar un escorpión y si alguien olía el perfume que desprendía la hierba se engendraría un escorpión en su cerebro “y luego de largos y vehementes sufrimientos ¡moriría!”. Aunque – otra paradoja – las semillas de albahaca eran consideradas un “remedio” para las mordeduras de escorpión.

Gerard decía: “La albahaca es buena para el corazón .... Aleja las penas y da alegría y placer al hombre”.

LA RUTA DE LAS ESPECIAS - CAP: 05

Por: Jaime Ariansen Céspedes - Historia de la Gastronomía.

En el año 1405 el navegante chino Cheng-Ho, dirige durante 20 años seis expediciones, con una flota de Juncos, en el Océano Indico y las costas de África. Uno de sus objetivos fue el comercio de las especias.

En el año 1456 el navegante veneciano Ca de Mosto descubre las Islas de Cabo Verde.

 

En el año 1460 los portugueses llegan a Sierra Leona en África.

 

En el año 1471 los portugueses, grande exploradores y navegantes, superan la línea Ecuatorial.

 

En el año 1474 se publica el mapa del Geógrafo Toscanelli.

 

En el año 1475 se imprime la “Geografía“ de Toloméo, que el famoso científico había trazado en Alejandría en el siglo I, con mapas de la tierra y el cielo, este Atlas será reimpreso en muchas ocasiones hasta finales del siglo XVI.

 

En el año 1482 Cristóbal Colón, presenta su proyecto de viaje de exploración y conquista al Rey Juan II de Portugal, quien lo rechaza por considerarlo impracticable.

 

En el año 1486 Cristóbal Colón propone su proyecto a los Duques de Medina Sidonia y Medinacelli, quienes acogen y protegen a Colón, les gusta el proyecto pero no se concreta el viaje del descubrimiento.

 

En el año 1486 Mayo, por fin, los Reyes de España Fernando e Isabel reciben en audiencia a Cristóbal Colón.

 

En el año 1487 la comisión nombrada por los Reyes de España, para pronunciarse sobre la factibilidad de la solicitud de Cristóbal Colón rechaza el proyecto.

 

En el año 1488 el piloto portugués Bartolomé Díaz llega y descubre el cabo de Buena Esperanza.

 

En el año 1491 Portugal inicia la exploración de Angola y navegantes Islandeses e Ingleses llegan a Groenlandia y Terranova, creen que estos territorios son parte de Europa.

 

En el año 1491 exploradores portugueses recorren en el África el Río Congo, han convertido al Cristianismo al Emperador del Congo. Envían embarques de esclavos a Santo Tomé, Golfo de Guinea, para que trabajen en las plantaciones.

 

En el año 1492, 17 de Abril, los reyes de España firman las llamadas “Capitulaciones” que autoriza a Cristóbal Colón para que realice el gran viaje para tratar de llegar a las Indias por el oeste.

 

En el año 1492, 3 de Agosto, viernes, a las ocho de la mañana parte del Puerto de Palos en la barra de saltes, Cristóbal Colón al mando de la carabela Santa María, las otras dos naves son la Niña y la Pinta, a las tres de la mañana comenzó a soplar el viento del noroeste, Cristóbal Colón y las tres Carabelas toman rumbo al oeste.

 

En el año 1492, 12 de Octubre, viernes, Cristóbal Colón lega a la Isla de Guanahaní a la que denomina San Salvador en el Archipiélago de las Lucayas o Bahamas, al norte de cuba, es la primera tierra que pisó Colón en América, actualmente es la Isla Watling, en el Archipiélago de las Bahamas.

 

....y la historia de la ruta de las especias continua hasta nuestros días......